Buenos días amantes de la literatura. Ya tenemos otra semana con nosotros y para ello, hoy lunes os traigo otra reseña. Para esta ocasión vuelvo a reseñar una novela negra que lleva como podéis ver el título "Sucios y malvados" y una portada impactante con los maniquíes. "Sucios y malvados", novela escrita por el escritor valenciano Juanjo Braulio, ha sido finalista del II Premio de Novela Cartagena Negra, premio que se llevó la novela "Tres minutos de color" del escritor Pere Cervantes.
Dicho lo cual, me vuelvo a centrar en esta novela editada por Ediciones B. Juanjo nos ofrece en "Sucios y malvados" una mezcla de música, historia y novela negra. Estos tres ingredientes se notan una barbaridad. La música la pone Daniel, un muchacho que iba para músico pero que al final su carrera musical se vio truncada por un secuestro que hizo, una vez liberado del secuestro, que escribiera un diario en el que poder escribir sus pensamientos. Y es aquí, en este diario en el que, este muchacho es capaz de describir a cada persona con una melodía. Esta capacidad de este personaje me llamó la atención porque, en cierto modo, nos quiere decir que todas las personas tenemos una melodía que nos acompaña a todos los lugares por donde nos movemos.
La historia de Valencia sale en escena cuando el equipo de la inspectora Roma Besalduch debe investigar el asesinato de una persona que aparece ahorcada en plena calle de Valencia. El lugar en el que aparece esta persona no es un lugar cualquiera, es el lugar en donde se encontraba en la antigüedad la entrada al barrio de los burdeles.
Pero el camino de investigación que lleva Roma y su equipo no es un camino de rosas. En este camino se encuentran con muchos problemas. Uno de ellos, la jueza que es la encargada de llevar en los tribunales el caso de asesinato que descubre Roma, tiene una doble vida. Por un lado vemos a una jueza muy trabajadora, que quiere llevar a buen término todos los casos que le llega. Por el otro lado, vemos a esta misma jueza haciendo negocios un poco sospechosos de, alguna manera, tráfico de influencias.
Juanjo, en esta novela, en cierto modo, hace una crítica a la sociedad para denunciar los abusos de poder o al menos, así es como concibo esta novela.
Es una novela muy entretenida y muy bien escrita, con un lenguaje sencillo. Ha sido la primera novela que leo de Juanjo Braulio y me ha gustado su técnica de escritura y su forma de describir las escenas que van pasando a lo largo y ancho de la novela. Antes de terminar, destacar que la novela está escrita en presente. Desde mi punto de vista, el usar el tiempo verbal del presente es una manera de captar la atención del lector.
FICHA TÉCNICA:
Nº PÁGINAS: 640 pág.
ENCUADERNACIÓN: Tapa blanda.
EDITORIAL: Ediciones B.
LENGUA: Castellano.
AUTOR: Juanjo Braulio.
ISBN: 9788466660716
SINOPSIS:
Tras su primera novela, El silencio del pantano, calificada de obra maestra por la crítica y cuya adaptación al cine ya está en marcha, Juanjo Braulio regresa a las librerías con este monumental thriller literario que combina una trama policiaca impecable con una gran reflexión sobre la justicia, el sexo, el poder y la violencia contra las mujeres. Un grupo de prostitutas que acuden a rezar a la Virgen de las Rameras en un edificio abandonado; un músico que jamás ha logrado superar el secuestro que sufrió cuando era niño; un abogado sin escrúpulos; un notario con oscuros gustos sexuales; un contenedor de transporte marí- timo con un siniestro contenido; un hombre que aparece ahorcado en un lugar exacto donde estuvo hace siglos la entrada al barrio de los burdeles...
Braulio presenta un juego diabólico formado por distintas tramas que la inspectora Roma Besalduch luchará por conectar, buceando en las profundidades y los secretos de una Valencia entre cuyas negras sombras se ocultan sus habitantes más sucios y malvados.
Braulio presenta un juego diabólico formado por distintas tramas que la inspectora Roma Besalduch luchará por conectar, buceando en las profundidades y los secretos de una Valencia entre cuyas negras sombras se ocultan sus habitantes más sucios y malvados.
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