domingo, 19 de enero de 2020

LA JUGADA PERFECTA




Era una mañana bien fría aquella en la que mi vida tomó un giro de 180 grados. Me desperté nada más sonar el himno del FC.Cartagena que tengo como sonido de la alarma. Cuando me disponía a poner los dos pies en el suelo sonó el timbre. "¿Quién coño será si son las 8.00h de la mañana?", fue el primer pensamiento que pasó por mi mente atontada a primera hora del día. 

- Augusto Prisco, abra. Somos la policía.

La policía en mi casa y sin saber el motivo de esta visita tan inesperada.

- Enseguida agentes. Me acabo de despertar. ¿Les importaría que me aseara antes de abrir la puerta?

No obtuve respuesta. Simplemente, cuando me quise dar cuenta estaba en el suelo con los pelos mirando para Cuenca y con una toalla que me tapaba la zona noble.

- Me temo que nos va a tener que acompañar a comisaria señor Prisco.
- De acuerdo. Aunque no se el motivo por el que se me requiere en la comisaria, agente....
- Inspector. Soy el inspector Alfredo Romano.
- Y, ¿por qué motivo tengo que ir esposado y comparecer en comisaría? -dije con la sensación de que me estaban tomando el pelo, aunque las caras de los policías eran las caras de auténticos bulldogs, esos perros con cara arrugada.
- No se preocupe caballero. Le diremos los motivos una vez en comisaria cuando se vista.


COMISARÍA DE POLICÍA DE CARTAGENA. 10.00H DE LA MAÑANA.  

La sala a la que accedí a empujones era una sala fría, pobre y oscura. Solamente contaba en el centro con una mesa, dos sillas a un lado, que supuse que eran para los policías; y una silla al otro lado de la mesa, en donde, sin lugar a dudas, me iba a sentar yo como acusado.

- Bien señor Prisco. -empezó a hablar el inspector que había ido a mi casa a sacarme a rastras de mi hogar, dulce hogar.- Como ya sabe, soy el Inspector Alfredo Romano y me acompaña la inspectora Blanca Romero y está aquí por el asesinato de Narciso.

En ese momento la cara que se me quedó al enterarme de que mi amigo de toda la vida había muerto fue la de "El Grito" del famoso Edvard Munch.

- ¿Sorprendido? -fue la inspector quien lanzó la pregunta.
- La verdad es que si. No sabía que la había palmado. No me malinterpreten pero es mi vocabulario.
- Dejese de gilipolleces. Tenemos pruebas suficientes para acusarle del asesinato. ¿Piensa que somos tontos del bote? 
- En absoluto pero os juro que yo no he hecho nada de lo que me acusan. 
- Los compañeros de la policía científica han encontrado sus huellas por todo el lugar del crimen. Le voy a hacer una pregunta muy sencilla, señor Prisco, que quiero que me responda. ¿Qué hizo usted la tarde en que su amigo pasó al otro barrio, señor Prisco?
- Estuve en casa todo el rato viendo la televisión.
- ¿Y qué vio?
- Fútbol. Me encanta el fútbol.
- ¿Quién jugaba?
- Era el derbi. FC.Cartagena vs R.Murcia en el Cartagonova.
- ¿Y no fue al estadio?
- Si....quería decir que no.
- ¿Fue o no fue al estadio? Diga la verdad.
- No. No fui.
- Digamos que le creemos. ¿Qué otra persona pudo perpetrar el asesinato?

En ese momento me derrumbé encima de la mesa de interrogatorios.

- Mi hijo.
- ¿Cómo dice?
- Que digo que fue mi hijo que no soportaba que mi amistad con Narciso siguiera en vigor.
- Y ¿podemos hablar con su hijo?
- Imposible. Se fue la semana pasada con su novia a México.
- Si nos disculpa, enseguida volvemos.

Cuando salieron los inspectores, mi mundo se vino abajo. Nunca pensé que sería capaz de arrastrar a mi hijo a las cloacas de la maldad.

- Señor Prisco, hasta que no podamos averiguar si lo de su hijo es cierto, se va a quedar un tiempecito entre rejas para evitar que se largue. Hasta que volvamos a hablar, que disfrute de su estancia en la cárcel y recapacite. Hoy le podemos creer en cierto modo. Mañana, quizá no le creeremos.  


jueves, 16 de enero de 2020

RESEÑA DE "SECRETOS" DE JERÓNIMO TRISTANTE


Un pueblo. Un vecindario tranquilo en el que cada vecino, cada vecina, se llevan estupendamente. Un vecindario perfecto hasta un buen día en el que cambió todo el presente y futuro del vecindario con la llegada de una nueva vecina.
En "Secretos" (galardonada con el XII Premio Logroño de Narrativa), novela escrita por Jerónimo Tristante, nos encontramos con Helen, una mujer muy viajera que llega un buen día a la Urbanización Los Cipreses, y también vemos en la urbanización a personas que buscan tranquilidad, buscan alejarse de las grandes ciudades. En cierto modo, o así lo concibo, las personas de esta urbanización busca lo "rural", es decir, buscar que no se abandone ningún pueblo a costa de la migración a las ciudades.
Al mismo tiempo, nos encontramos con Ana Velázquez, abogada y vecina de Helen, y que empieza a sospechar de la nueva vecina. Para llegar a su meta, Ana cuenta con la ayuda de su gran amigo Manolo Palazón, quien se encargará de tranquilizar a Ana en momentos de zozobra y nervisismo. 
El único fallo, por encontrarle alguno a esta novela, es que el lector ya conocer enseguida quien es la persona responsable de todo lo que va sucediendo en la Urbanización Los Cipreses. 
La lección que nos da Jerónimo Tristante es la del cuidado con lo que nos comenta la gente. Cuidado con las noticias que surgen de fuentes que no son del todo seguras, en definitiva, Jerónimo Tristante nos da la lección fundamental de que no hay que dejarse manipular por nadie porque, está a la vista, manipular y dejarse manipular por la gente es, desde mi punto de vista, una de las cosas más sencillas que existen, por eso, es esencial contrastar las noticias que nos llegan y saber guardar los secretos que las personas nos confían porque el mejor escondite para un secreto, sea cual sea y lo cuente quien lo cuente, es dentro de una misma persona.
Gracias Jerónimo por escribir. Gracias por tus lecciones que nos das a los lectores mediante tus novelas



FICHA TÉCNICA: 

Nº PÁGINAS: 471 Páginas.
AUTOR: Jerónimo Tristante.
EDITORIAL: Algaida.
TEMÁTICA: Novela de misterio.
ENCUADERNACIÓN: Tapa blanda.
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2019
ISBN: 978-84-9189-085-0



SINOPSIS:


Todo el mundo guarda secretos que nunca deberían salir a la luz. Pero también todo el mundo conocer secretos de los otros, tan inconfesables como los de uno mismo. ¿Qué haríamos para preservar nuestro propios secretos? ¿Acaso estaríamos dispuestos a revelar los secretos que otros nos han confiado, voluntariamente o  no?
La urbanización Los Cipreses es una idílica comunidad de clase alta cuyos habitantes tienen, cómo no, algunos secretos inconfesables. La llegada de una mujer llamada Agnes, tan exótica como perturbadora, acabará con el discreto encanto del lugar. Conoce el secreto de algún vecino y no duda en chantajearlo. Pero no pide dinero a cambio de su discreción: simplemente, que le cuenten el secreto de otro vecino.
Pronto toda la urbanización formará parte de una intrincada red de secretos revelados y los vecinos estarán en sus manos. Cuando Ana Velázquez, una abogada de mediana edad, casada y con dos hijas, ve amenazado lo que más quiere, se decide a desentrañar aquella enredada madeja.

martes, 14 de enero de 2020

HABLAMOS CON NICOLÁS FERRARO, AUTOR DE "CRUZ"


En la mañana de hoy, martes 14 de enero de 2020, recibimos la visita del autor de la novela "Cruz" entre otras más. Hoy contamos con la presencia del escritor argentino Nicolás Ferraro.
Nicolás nació en Buenos Aires en 1986. Gracias a los videojuegos, especialmente al de Max Payne, descubrió la literatura negra y criminal. Es seguidor de Independiente (equipo de fútbol de la Liga de Argentina) y también es seguidor de un equipo de la NBA, los Utah Jazz. Estudió Diseño Gráfico en la UBA (Universidad de Buenos Aires). Actualmente trabaja en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno en el Centro de Narrativa Policial H. Bustos Domecq. 
Aparte de ser autor de la novela "Cruz", editada en varios países como por ejemplo en Argentina (Editorial Revólver), en México (Editorial Nitro/Press) y en España (Delito) con la que fue Finalista del Premio Dashiell Hammett a la mejor novela negra de 2018 que otorga cada año la Semana Negra de Gijón, el festival más longevo de novela negra en España; también es autor de las novelas "Dogo" (2016, Del Nuevo Extremo, Argentina), "El cielo que nos queda" (Revólver, Argentina), entre otras. 
Dicho esto, ha llegado el momento de que Nicolás le ponga voz a las respuestas dadas a cada cuestión formulada por SuperLectorAlfa. Empezamos en 3,2,1,....



- ¿Qué es la literatura para ti?
Primero que nada un entretenimiento. Después, tanto escribir como leer son actividades que uno podría entender como un entrenamiento de la empatía, una manera de ponerse en la vida de otros y tratar de entenderlos, comprenderlos, y hacer lo propio con uno mismo.

- ¿Siempre te ha atraído la literatura o has tenido épocas en las que te mantenías alejado de las letras?
Empecé a leer con frecuencia a partir de los veintidós años, con lo cual podría decir que me pasé dos terceras partes de mi vida alejado de los libros. Ahora leo tanto como puedo, y cuando siento que nada de lo que estoy leyendo me interesa, tengo algunos autores que me recuerdan por qué leo y por qué escribo.

- ¿En qué momento dijiste de empezar a escribir para que la gente te pudiera leer?
En ningún momento puntual así como está planteado. Creo que las ganas de escribir vienen de las ganas de leer, y uno escribe por un deseo propio. Cuando lo hago no estoy pensando en un lector, muchas veces he visto que eso hace que uno escriba para una hinchada, y cuando empecé a escribir era una diversión, no me detuve a pensar en que alguien me iba a leer. Eso sí, cuando lo termino espero que haya alguien al que le interese.

- ¿Hay algún libro que te haya marcado a lo largo de tu trayectoria?
Muchísimos. La primera novela negra que leí fue El Sueño Eterno, y pienso que si no me hubiera impactado -en cuanto a su tratamiento del lenguaje y las posibilidades del género, el ambiente que transmitía- quizás no habría seguido leyendo el género.
Tengo un aprecio particular por Los Amigos de Eddie Coyle, en el retrato gris que hace de ese mundo criminal y a la vez mundano, ya sin héroes, de tipos normales que lo más parecido que tienen a una esperanza es un plan que les permita pagar el plomero o zafar de la cárcel. De la misma manera que Chandler vanagloriaba a Hammett por devolver el crimen a la calle, por remarcar que el crimen fuera cometido por un motivo y no solo para el lucimiento de un detective, creo que Higgins proponía ya no el criminal que quería dar el golpe de su vida, sino aquel para el que el crimen se volvía un medio para salir adelante, como si fuera un trabajo de nueve a cinco, sin maldad ni una idea de querer cagar al otro, pero tampoco dejarse pasar de encima. ¿Cómo tratar de ser honesto en un mundo deshonesto? Y creo que desde ese lugar se siente por estos tipos una particular empatía -o una cercanía- ya que sus problemas son parecidos a los nuestros.
También podría hablar de El Tejedor de James Sallis, un libro que después de una primera lectura sentí que no me terminaba de cerrar, algo me hacía ruido, pero no estaba seguro de qué era. De manera que volví unos años después y ya con otras herramientas y otras experiencias que me permitieron decodificar qué era eso que estaba pasando ahí. Es sin duda uno de los libros más humanos y complejos que leí, porque al mismo tiempo parece una oda a la soledad, a la compañía y a la empatía. Es devastador y al mismo tiempo esperanzador, y en esa tensión se juega gran parte de la literatura, en especial, la negra.

- ¿Quién o quiénes son tus referentes literarios?
Alexis Ravelo, uno de los numerosos referentes de Nicolás
Creo que podría poner el catálogo de Sajalín directamente, pero vamos a mencionar a Vern Smith y sus Los Reyes del Jaco -una versión afro de Los Amigos de Eddie Coyle-, Edward Bunker, Newton Thornburg -cómo Cutter & Bone no es alabado por toda la comunidad del género es un misterio-, Chris Offutt, Gene Kerrigan, Colin Barrett, etc.
Soy muy fanático del rural noir: Daniel Woodrell, Donald Ray Pollock, Frank Bill, Bonnie Jo Campbell, Joe Lansdale.
De la época de los Gold Medal: David Goodis, Dan J. Marlowe, Charles Williams, Donald Westlake.
También me gustan mucho James Crumley, George Pelecanos, Kent Anderson, Vachss, Jordan Harper, William Boyle, Ken Bruen, Megan Abbott, Dennis Lehane, Walter Mosley.
Y ya en español: Alexis Ravelo, Claudio Cerdán, Marc Moreno, Carlos Zanón. Carlos Salem, Leonardo Oyola y Kike Ferrari.
Y de Brasil, dos grandes autores: Marcal Aquino y Patricia Melo. 

- Empecemos hablando de “Cruz”, novela editada por la Editorial Delito y que fue Finalista del Premio Dashiell Hammett que se otorga en la Semana Negra de Gijón. ¿Cómo surge la idea de esta novela?
En el 2012 tuve las primeras ideas -mientras escribía otra novela-. Una historia de hermanos en la que el mayor tuvo que hacerse cargo de una herencia criminal en el momento que el padre es apresado, y pensaba: “bueno, tanto tiempo después la historia se repite; es el hermano mayor el que cae preso y el menor, aquel que siempre estuvo “ajeno” a ese mundo, es el que debe meterse de lleno en ese ambiente. Era, en ese entonces, más que nada una historia de hermanos, con algunas frases sueltas del padre que aparecerían en flashbacks. Y ahí quedó esa suerte de disparador.
Para escribir, para que me dé ganas de contar una historia tengo que tener tres o cuatro escenas, imágenes, que me interesen narrar, y entre las cuales voy llenando los blancos. Y en un momento decidí: por qué no sacar la novela de la ciudad y llevarla a la triple frontera. Y viendo los tipos de negocios ilegales que se manejaban ahí -no voy a decir cuál para no spoilear la trama- tuve una escena que dije: esto quiero contar. Después esa escena no quedó tal cual, porque no funcionaba así como estaba y tuve que sacrificar parte de lo que en un principio había sido el detonante para contar, pero todo eso terminó por poner en funcionamiento la escritura.

- El título, ¿era el que tenías en mente desde un principio o le tuviste que cambiar el nombre en alguna ocasión?
El título estuvo desde el principio. Cuando estaba terminando mi primera novela -inédita- llegué hasta el final y el personaje principal se llamaba Daniel. Y era...Dale….el protagonista del libro no puede llamarse Daniel. Ahí aprendí algo básico: los nombres son importantes. De ahí también, como una suerte de marca, que todos mis primeros libros llevaban el nombre / apodo del protagonista. En el caso de Cruz eso se ampliaba ya que el apellido abarcaba a la familia. Y si bien el juego metafórico que plantea es sencillo, me parecía que a su vez era conciso y potente, lo cual compensa, creo, lo genérico que puede resultar.

- En la novela, nos encontramos con Tomás Cruz. ¿Qué destacarías del protagonista de la novela?
Creo que en estos tiempos donde el dejar todo para mañana es una característica de época, lo que me resulta agradable y es una de las cosas que me atrae del género negro, es que nos encontramos con personajes que viven en un estado de inercia total y por un problema se ven obligados a decir: tengo que hacer esto. Y van y lo hacen.
En principio destacaría eso, salir de ese estado de inercia. Y además, parar de vivir en ese cuento que se contó a sí mismo. A la hora de hacer nuetras biografías, muchas veces somos narradores poco confiables. Así que Tomás tiene que dejar de repetir ese cassette con el que trata de convencerse, dejar de ser alguien que es poco más que los pecados del padre. Y claro, a fin de cuentas, de dejar de ser víctima y pasar a ser alguien más. 

- Vemos en la novela que Tomás Cruz debe elegir y tomar una difícil decisión. Esto me lleva a preguntarte, ¿por qué, desde tu punto de vista, las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida son, en diversas ocasiones, muy difíciles de tomar?
Te diría por incertidumbre, por falta de certezas. Y en especial, porque la mayoría de las decisiones no se tratan de elegir entre lo bueno y lo malo, e incluso si así fuera no hay muchas certezas de saber cuál es cuál. No hay garantías y la clave, sin ponernos en filósofos de barra de bar, que es temprano para unas cervezas, es tratar de asimilar eso y hacer lo mejor posible en cada caso.
Ligado a esto está el centro de toda buena narrativa que es el conflicto. En el caso de Cruz, Tomás siempre mantuvo como posición estar alejado del mundillo criminal que instauró su padre y que su hermano mayor tuvo que hacerse cargo para protegerlo, y ahí hay una lealtad hacia él, una deuda, que cuando su hermano le dice que tiene que realizar un trabajo criminal para salvar a su familia. termina por verse envuelto en una encrucijada. Su lealtad a sí mismo y a su hermano chocan y se da cuenta de que la traición juega un rol dentro de la lealtad. Qué vas a traicionar para seguir siendo leal: a tu familia o a lo que crees. A eso podríamos decir que se reduce la novela.
El género negro en una línea: tenés dos opciones de mierda y, así y todo, tenés que elegir.

- Retrocedemos a 2016 para hablar de tu primera novela “Dogo”, editada por la Editorial Del Nuevo Extremo (Argentina). ¿Con qué se puede encontrar el lector en esta novela?
En cierta manera en algo de lo que te acabo de comentar recién. Creo que el género negro presenta a personajes que tienen una manera ética de estar en el mundo, con un conjunto de códigos que son puestos a prueba de manera extrema.
Dogo sale de la cárcel después de unos buenos años adentro con la promesa de no volver a ir por izquierda, de dejar ese mundo criminal. El problema es que el capo del barrio tiene otros planes para él y le pide que busque -no de las mejores maneras y amenaza de muerte mediante- al Yunque, su hermano en armas, que tiene un par de deudas. Y el Yunque también se le aparece y le pide que lo ayude a hacer un trabajo para zafar. Ahí está el problema: o puede volver meterse en ese mundo de ilegalidades -traicionarse- para salvar a un amigo o entregarlo al capo y mantenerse alejado del crimen.

- En la novela “Dogo” el pasado, en cierta medida, es un personaje más de la novela. Ahora te pregunto, el pasado, ¿es algo que ya pasó y que ya no vuelve o, por el contrario, siempre vuelve el pasado para, de cierta forma, hacer tambalear el presente?
Ya lo dijo Faulkner: “El pasado no está muerto ni enterrado. De hecho, ni siquiera es pasado”.

- ¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto literario?
Acabo de publicar mi tercera novela, El Cielo Que Nos Queda, un rural noir, y en estos momentos estoy dándole forma a una historia ambientada nuevamente en la frontera para un proyecto que, de salir todo bien, saldría en 2020.

- El sector editorial en Argentina, ¿de qué estado de salud goza?
Estos últimos años han dejado al borde del knockout a la industria editorial, desde la ausencia de políticas culturales que acompañen el mercado del libro a la falta campañas de promoción de lectura. Y además la crisis económica hizo que la gente no disponga de un dinero extra para gastar en ocio, lease libros, con lo cual cerraron librerías, editoriales. El precio de los libros casi que se triplicó. Es difícil saber el grado del daño aún.

- En la solapa interior de “Cruz” en la edición de Delito se menciona que descubriste la novela negra gracias a un videojuego. Mi pregunta es, ¿se aprende con todos los videojuegos o solamente con algunos?
Esto pasa con cualquier expresión artística. Ya sea libros, películas, música, videojuegos. Hay obras buenas, muy buenas, malas y muy malas. Eso no distingue género narrativo.

- ¿Qué te aporta la novela negra que no te aporta los demás géneros literarios?
Creo que es un género que siempre está en tensión y narra los intentos que hacemos por seguir siendo honestos en un mundo deshonesto. Queremos tener fe, una forma ética de estar, tener confianza mientras el mundo -y la gente, claro- hace todo lo posible para que dejemos de creer y de confiar. Y en esa distancia surgen un montón de conflictos que hay resolver tanto a nivel individual como social.

- Tu mejor momento del día para escribir, ¿cuál es?
Solía ser la tarde, pero desde que cambié de trabajo se hace difícil salir del laburo y ponerse a escribir. Así que suelo sacrificar un rato de sueño, levantarme dos horas antes de entrar al trabajo y dedicarme en ese momento.  

- ¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren escribir sus primeros libros pero que, por diversos motivos, no terminan de decidirse a dar el paso?
Si no terminan de decidirse, entonces no es para ellos. Relajensé y busquen otra cosa que realmente los convoque. La pasión y las ganas de trabajo no se pueden forzar. En su libro On Writing, George V. Higgins decía que el deseo de contar historias era universal, sin ese deseo no habría chistes, chusmerío, diarias, novelas, etc. Higgins diferenciaba entre los que escribían historias y los que escuchaban historias, y lo que los separaba no era que los escritores simplemente tienen más tiempo para escribir -como muchos escuchadores de historias quieren creer-. Los escritores no tenían elección; tenían que escribir para llegar a una suerte de paz mental. Hay un deseo obsesivo por contar sus historias.
Ahora si ese deseo está, hay que leer mucho, demasiado, y escribir regularmente, dejar que el inconsciente vaya trabajando esas ideas, y volver y reescribir. Y escribir por el solo mero hecho de hacerlo, no tener la cabeza en publicar un libro para poder decir que “soy escritor”. A nadie le interesa que uno sea escritor. Le interesa que seas bueno haciéndolo, y para eso hay que escribir y escribir. Compartir el texto con gente que confíes y tenga criterio -no a un amigo que te diga “qué lindo”, el aplauso sin algo más no tiene mucho que aportar-. La fuerza del trabajo es lo que hará que finalmente algo pase con aquello que uno escribió.
Y por encima de todo eso, a la hora de escribir, divertirse. Que para torturarse sobran cosas. 

- Para finalizar la entrevista, la gente que la haya leído y que esté interesada en adquirir algún ejemplar de tus novelas, ¿de qué modo lo pueden hacer?
En Argentina los tres libros están distribuidos. Por lo pronto, en España, Cruz fue editada recientemente por Delito Libros, así que está a disposición. También pueden encontrarla en ebook en Amazon.

domingo, 12 de enero de 2020

RESEÑA DE "EL BOSQUE SABE TU NOMBRE" DE ALAITZ LECEAGA


Dos lecturas en 2020 y dos grandes descubrimientos literarios. En la tarde del día de hoy os vengo a hablar de una novela especial. Especial por ser el debut literario de Alaitz Leceaga, quien empieza por todo lo alto. 
En "El bosque sabe tu nombre", la autora nos propone un viaje por épocas pasadas. Un viaje entre Basondo, Bilbao, Londres, California, Madrid. En este viaje atractivo y adictivo al mismo tiempo, el lector se dejará llevar por la magia, tanto de Alaitz como la magia que hay en los entresijos de la novela y por sucesos, realmente, extraordinarios. 
Entre los personajes que nos encontramos a lo largo y ancho de la novela me quedo con Estrella, la protagonista de la historia y quien le va contando al lector toda su vida desde pequeña hasta más mayor.  Me quedo con Estrella porque es capaz de, en cierto modo, evolucionar. Pasa de ser una persona fría, calculadora, amante de la desgracia ajena a una persona que quiere ayudar a la gente de su alrededor.
Al principio de la novela, Estrella se dedica a hacerle la vida imposible a su hermana gemela Alma hasta que sucede algo que hace que Estrella vea su día a día de otro modo distinto. Cuando va pasando el tiempo, Estrella es capaz de plantarle cara a su padre, que es, nada más y nada menos, el temible Marques de Zuloaga, quien piensa que él es más poderoso y no acepta que le contradiga.
Además, la novela está llena, desde mi punto de vista, de crítica social. Hay situaciones de violencia de género, conspiración, corrupción en las más altas esferas de la sociedad, etc.
En definitiva, "El bosque sabe tu nombre" reune magia, misterio, aventuras, superación y, sobretodo, ambición y lucha para tener una vida digna y un futuro digno.



FICHA TÉCNICA:

Nº PÁGINAS: 626 Páginas.
AUTORA: Alaitz Leceaga.
EDITORIAL: Ediciones B.
TEMÁTICA: Novela histórica// Novela de misterio.
ENCUADERNACIÓN: Tapa dura.
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2018
ISBN: 9788466662925



SINOPSIS:

Un secreto oculto en lo más profundo del bosque.
Una mansión azotada por las olas.
Dos hermanas enfrentadas.
Un linaje de mujeres con un don extraordinario.
A finales de los años veinte del siglo pasado, Estrella y su hermana gemela, Alma, llevan una vida privilegiada como hijas de los marqueses de Zuloaga, propietarios de una casa solariega y una mina de hierro en un pequeño pueblo suspendido sobre el Cantábrico. Crecen rodeadas de fiestas y lujos, pero también marcadas por un poderoso misterio.
Porque Estrella y Alma no son como las otras niñas: herederas de un extraño don que pasa de generación en generación entre las mujeres de su familia, viven a la sombra de una maldición según la cual una de las dos morirá antes de cumplir los quince años.
Así arranca esta historia llena de magia y pasión, que nos lleva por medio mundo tras los pasos de su protagonista, una mujer inolvidable que no dudará en hacer todo lo necesario, sin miedo al peligro ni a las convenciones sociales, por defender su tierra y el legado que lleva escrito en la sangre.



BOOKTRAILER:


viernes, 10 de enero de 2020

RESEÑA DE "EL HIJO DEL DOCTOR" DE ILDEFONSO GARCÍA-SERENA


Hoy vengo a hablaros de la que ha sido mi primera lectura de 2020. La novela de la que os hablo es "El hijo del doctor" del autor Ildefonso García-Serena y es una novela de las que hay que leer, al menos, una vez en la vida para comprender los sinsabores por los que pasaban las familias en la Guerra Civil y en la Postguerra. 
¿Con qué nos podemos encontrar en "El hijo del doctor"? Con historia y, al mismo tiempo, superación. Superación, especialmente, para la familia de Román Muñiz, quién se ve obligado a dejar España y trasladarse a Argentina, y su mujer Edelvira Alcaine, quienes realmente lo pasan mal.
La parte de suspense, que hay que decirlo "El hijo del doctor" aparte de narrar hechos históricos también tiene suspense y esto, sinceramente, es de agradecer al autor porque pocos consiguen lo que hace Ildefonso García-Serena en la novela; se inicia cuando Leo, el hijo del doctor, inicia una investigación por su cuenta para esclarecer los sucesos que han tenido lugar en el seno de su familia: la desaparición sin dejar rastro de Román Muñiz, su bisabuelo. 
Esta investigación le lleva a diversos lugares de España y de Argentina como Buenos Aires, lugar en donde conoce a la propia familia de la rama argentina, a quienes desconocía.
Personalmente, mi año 2020 en cuanto a lecturas ha empezado con un gran sabor de boca porque he disfrutado leyendo esta novela de Vegueta Ediciones. Me ha permitido comprender mejor todo aquello por lo que las familias, en la época de la Guerra Civil y la Postguerra, debían de pasar y también me ha ayudado la novela a decidir qué hubiera hecho yo si tuviera que pasar por todo lo que pasa la familia de Leo.
Y para terminar, vuelvo a lo que decía al principio, "El hijo del doctor" es una gran novela que debe ser leída, por lo menos, una vez en la vida. Se disfruta leyendo la novela pero lo mejor de todo es que, aparte de disfrutar, se aprende con la novela. Gracias Ildefonso García-Serena por escribir una novela como "El hijo del doctor" y gracias también a Vegueta Ediciones para permitir que una novela como de la que hablo hoy salga al mercado literario.



FICHA TÉCNICA:

Nº PÁGINAS: 413 Páginas.
AUTOR: Ildefonso García-Serena.
EDITORIAL: Vegueta Ediciones.
ENCUADERNACIÓN: Tapa dura.
TEMÁTICA: Novela histórica.
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2019
ISBN: 9788417137588



SINOPSIS:


Leo, el Hijo del doctor republicano español, inicia un viaje para descifrar los enigmas que han rodeado a su familia a lo largo de décadas.  Lo hace a partir del descubrimiento de un hecho insólito, sucedido un siglo atrás: la misteriosa desaparición de su bisabuelo Román que desencadenó un drama familiar irreversible.
Cuatro generaciones sufrirán las vicisitudes de su tiempo en diferentes escenarios: la España del final del siglo XIX, Barcelona y Buenos Aires; la II República, la Guerra Civil, la II Guerra Mundial y la invasión de Francia por las tropas de Hitler. A ello seguirá un nuevo éxodo a la Argentina, esta vez  la de Perón y Evita, y después el retorno a la España franquista.
Un relato profundamente humano de seres atrapados en tiempos convulsos, que narra las emociones que inspira el desarraigo. Un homenaje a las lealtades, la amistad y el amor. Una memoria reivindicativa de la emigración y el exilio que arrastró a decenas de millones de europeos a América.
Una historia viva de todos nosotros.