¿Qué decir cuando la novela que te terminas de leer es una auténtica joya literaria? ¿Qué se puede contar cuando te encuentras con una novela que te roba el sentido y hace que realmente te olvides de lo que pasa a tu alrededor? Eso es lo que me ha pasado con "La voz de los valientes", la nueva novela de Rafael Tarradas Bultó editada, como las dos anteriores, con la Editorial Espasa.
"La voz de los valientes" refleja, como muy poquitas veces he visto, como era la sociedad alemana cuando los nazis se pensaban que eran los dueños y señores de todo el mundo y como, en medio de la vorágine dictatorial de Hitler, nace una resistencia al régimen nazi que no tiene miedo a nada, ni a la misma muerte. Por ejemplo, entre los disidentes al nazismo que nos enseña la novela conocemos a Hilda Sagnier, a José Manuel, Inés, Pablo Bultó quienes no se doblegan en ningún momento a los dictámenes de los nazis. Personalmente, la novela me ha enseñado que de lo malo que tiene la vida, se puede sacar algo positivo aunque no lo veamos o no lo parezca y que los lazos familiares, los lazos de sangre están muy por encima de lo que suceda a nuestro alrededor.
Otro aspecto que refleja Rafael Tarradas Bultó en la novela es la ardua tarea que tienen los espías en tiempos de guerra. Siempre he dicho que el trabajo del espía, junto con los agentes de seguridad infiltrados en cualquier tipo de investigación, es el trabajo más difícil y complicado que existe porque, por un lado, el espía tiene que descubrir los puntos débiles del adversario y, por otro lado, tiene que tener una mente fría para no ser descubierto y esto no siempre es sencillo de llevar a buen término.
En definitiva, "La voz de los valientes" es un alegato a la esperanza en medio de la dificultad, a la amistad más acérrima e inquebrantable, un alegato al amor en medio de la guerra y, lo que es más importante a mi modo de ver, "La voz de los valientes" es un alegato a la libertad.
En tiempos de paz jugaron a ser otros. En tiempos de guerra descubrieron quiénes eran en realidad.
Baviera, Alemania. El castillo
de Fallstein es uno de los más fastuosos de la zona, pero, lejos de ser
un remanso de paz alejado del frente, Hilda Sagnier ha comprobado cómo
la guerra y sus consecuencias han entrado con fuerza en
sus salones, pues su marido, el prestigioso conde bávaro de Fallstein,
ha sido completamente seducido por Hitler. Decidida a
luchar por lo que cree, la condesa no dudará en arriesgar su vida,
sobrepasar sus límites y fingir ser quien no es para ayudar a los
perseguidos del régimen.
Mientras tanto, en Barcelona, los nazis empiezan a agasajar a José Manuel, pero el empresario sabe exactamente cuál es su objetivo. Él, que fue espía durante la Guerra Civil española, no tardará en involucrarse en la misión más secreta y de una relevancia capital, una misión que lo llevará a alternar con la élite alemana y a relacionarse con la alta sociedad de Potsdam. Allí, donde todos se relajan y hablan más de la cuenta, el espía deberá encontrar y destruir el arma en la que los alemanes confían su victoria.
Hilda y José Manuel, dos españoles en el corazón del Tercer Reich, descubrirán que, en tiempos de guerra, nadie es quien dice ser y que a veces la urgencia y el peligro son los mejores aliados para que el amor y los verdaderos sentimientos afloren.
Rafael Tarradas Bultó se consagra con su tercera novela ambientada en la Segunda Guerra Mundial tras El heredero y El valle de los arcángeles.
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