domingo, 12 de marzo de 2023

"FUNCIÓN DE PÉRDIDA". JOSÉ JOAQUÍN BERMÚDEZ OLIVARES

 

Gracias a la aplicación de Babelio y a su Masa Crítica puedo disfrutar de obras que, quizás, de otra manera no podría llegar a conocer nunca y algo parecido me ha pasado con "Función de pérdida" del escritor cartagenero José Joaquín Bermúdez Olivares, mi paisano. Llevo mucho tiempo siguiéndole la pista a José Joaquín pero hasta la fecha no había leído nada de él.

"Función de pérdida" es un librito fino de relatos en el que nos muestra o nos refleja un tema muy recurrente como es el pasado, la juventud, la infancia, esa amiga que cuando dice de irse, siempre lo hace para no volver jamás dejando, al mismo tiempo, sitio para la adolescencia, adultez y vejez.

Sinceramente, me esperaba algo más de estos relatos. Quizá, me esperaba que estuviesen un poco más "ordenados" porque la sensación que me dio cuando leí el libro es que hay demasiado desorden para mi gusto. Me dio la sensación de que el autor quería contarnos varias cosas al mismo tiempo como si no hubiese un mañana.

Esto, como siempre digo, es mi opinión personal. Yo os animaría a leer el libro y que toméis vuestras propias conclusiones. 

 

FICHA TÉCNICA:
 
Nº PÁGINAS: 120 Páginas.
AUTOR: José Joaquín Bermúdez Olivares.
EDITORIAL: La Huerta Grande.
ENCUADERNACIÓN: Tapa Blanda.
TEMÁTICA: Relatos.
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2022.
ISBN: 9788418657207
NOTA: 6/10
 
 
 
SINOPSIS:
 
Si toda colección de relatos sufre el pecado original de la heterogeneidad, en esta Función de pérdida, su autor ha tenido la deferencia de insertar un tenue marco estructural al conjunto: la mención al inicio y al final de una temática musical (que nunca es igual a la literaria) en torno a la obra Cuadros de una exposición, reunión de piezas también heteróclitas alguna de las cuales parece de especial significado en los días de la escritura de este libro, hablamos, claro de La gran puerta de Kiev. Es de agradecer que tal marco no constriña la gran libertad con que están construidos estos relatos, de asunto y fecha de composición muy variados, pero unidos por características que siempre distinguen la prosa de Bermúdez, como la orfebrería verbal, el medio tono que no quiere ser nunca solemne, la presencia del lenguaje como un personaje más y un medio de hacer avanzar la narración... Pero también hay novedades en estos breves textos: la aparición de lo fantástico en varios grados y casos (p.e. Masilla, Loredo...), y lo que parece ser presencia de autoficción en otros (Astillas, Acepta mi odio, La heladería fría...). Seguramente sea la gratitud, expresada en homenajes a amistades o personajes del mundo literario, una clave agradable de este libro, en momentos tan da- dos al adanismo y la ausencia de referentes. Desde el epígrafe de su admirado Nabokov a las dedicatorias con nombre y apellidos se plantea un recorrido de admiración al pasado desde la independencia del presente. Y el título, claro, que se refiere a uno de los intereses permanentes del autor: la gestión de calidad, pero sobre todo a la contemplación de la vida como sucesión de pérdidas, que configuran una visión sentimental a la par que sin concesiones de la literatura y de la existencia.

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