Si hay algo
por lo que me gusta la novela histórica es porque me permite conocer
situaciones, enfrentamientos y, sobretodo, me permite conocer a
personajes históricos que de algún modo no saldrían de lo más profundo
del olvido para ser reconocidos por los lectores.
Esto me pasaba con Felicitas de
Saint-Maxent, condesa de Gálvez y virreina de la Nueva España.
Desconocía la existencia de Felicitas y, gracias a la lectura de "La
virreina criolla" que acabe anoche, me he dado cuenta de que Felicitas
fue una gran mujer que tuvo que sufrir lo que no está escrito para poder
perseverar en el día a día y que fue una mujer, injustamente, relegada
al olvido como tantas otras. Todavía sigo sin comprender la razón por la que se les relegaba al olvido a las mujeres habiendo, como así fue, grandes mujeres a lo largo y ancho de la Historia.
Gracias a HarperCollins Ibérica por permitirnos a los lectores conocer a una gran mujer como lo fue Felicitas Saint-Maxent.
Al leer esta novela coral porque aparte de contar la vida de Felicitas Saint-Maxent, el lector podrá conocer a Bernardo, el que fuera el conde de Gálvez entre otros muchos personajes, me he topado con una época muy pocas veces explotada. Normalmente, cuando se habla de la conquista del llamado Nuevo Mundo, se hacía directamente con la batalla correspondiente y posterior victoria de uno de los dos ejércitos en cuestión sin pararse a explicar la fase de planificación de esa batalla porque, como todo lo que hacemos en la vida, tiene algo de planificación. Por esto que digo, a nivel personal, "La virreina criolla" se ha convertido en una novela especial para mí por todo lo que se cuenta a lo largo y ancho de la novela.
Os recomiendo leer esta novela.
La ilustrada condesa de Gálvez, una mujer entre dos mundos
Felicitas de Saint-Maxent, condesa de Gálvez y virreina de la Nueva España, fue un personaje fascinante, que vivió a caballo entre el Antiguo y el Nuevo Régimen y ha sido, hasta ahora, increíble e injustamente olvidada. Hija de criollos de Nueva Orleans, y por tanto de origen y educación franceses, fue una mujer bella, inteligente y promotora de la cultura y las bellas artes a lo largo de toda su vida. Casó con el ilustre gobernador Bernardo de Gálvez, clave en la independencia de Estados Unidos, y que llegó a ser virrey de Nueva España. Al enviudar, se trasladó a Madrid, donde fue celebre como anfitriona de tertulias en las que participaban ilustres literatos y políticos, por las que llegó a ser tachada de afrancesada y finalmente desterrada.
Felicitas de Gálvez vivió una vida cuajada de pasión, originalidad e ilustración entre dos mundos, y simboliza el tornaviaje de todas aquellas mujeres que antes que ella marcharon a América buscando una oportunidad.
Soy fan de las novelas históricas parece muy interesante la novela.
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