Hoy martes visita SuperLectorAlfa la autora de la novela "En blanco y negro", Prado G. Velázquez, a quien pude conocer en persona en la pasada edición del festival literario de Cartagena Negra en donde participó en una mesa redonda junto con la también escritora Susana Hernández, con el escritor y guionista Antonio Mercero; y con Ana Ballabriga quien moderó aquella mesa.
Prado tiene raices manchegas y catalana de adopción. Muy pronto empezó a escribir historias que después eran interpretadas en el teatro. Estudió Arte Dramático en las escuelas Nancy Tuñón y Teatre de la Riereta. Se dedicó al mundo de la publicidad pero, enseguida, se fue inclinando más por el cine y el teatro alternativo, motivo por el cual, empezó a flirtear con la dirección y a escribir guiones para cortometrajes. Posteriormente, movida por su pasión por la escritura dedice participar en diversos talleres de escritura creativa y narrativa, creando así un portal divulgativo de relatos de escritoras noveles, lugar en donde ella también escribe y publica relatos con éxito recibiendo, posteriormente, premios otorgados por la crítica y webs especializadas.
De sus manos han nacido las novelas "Tierra de sol", "La gran aventura de Sylvia" y "En blanco y negro", de las que nos hablará la autora en la entrevista.
Dicho esto, sin más preámbulos comenzamos la entrevista con Prado G. Velázquez. Empezamos en 3,2,1,...
- ¿Qué es la literatura para
ti?
Un medio para expresar y
transmitir los sueños y las emociones. Narrar una historia a través de las letras y conseguir que el
lector se impregne de ella, se meta, empatice, transite por diferentes estados
emocionales y/o intelectuales es mágico. Además, exponerse y compartir con los
lectores retazos de tu alma tiene algo de erótico.
- ¿Has sentido desde siempre
esa simpatía que se siente hacia las letras y hacia la literatura en general?
Parece un tópico pero sí.
Desde niña me he sentido inclinada a expresarme a través de varios medios:
dibujaba, escribía, cantaba y actuaba. Con los años fui perfilando mis
preferencias y profundizando en lo que mejor se me daba. Escribir y actuar
siempre fueron de la mano.
- ¿Cuándo dijiste de empezar a
escribir para que la gente te pudiera leer?
Ya de adolescente escribí
varias historias que fotocopiaba y distribuía a las compañeras de clase que
querían leerlas. En el 2000 fundé un portal web en el que, junto a otras
autoras, publicaba mis relatos. Pero fue una conocida mía, escritora y
periodista, quien me animó a publicar con una editorial.
- ¿Hay algún libro que te haya
marcado a lo largo de tu trayectoria?
Todo cuanto leemos nos influye
de una forma u otra, no puedo responsabilizar a una sola lectura. Pero por
mencionar alguna: «San Manuel Bueno mártir» de Unamuno, la obra teatral
«Interview a Mrs. Muerta Smith por sus fantasmas» de Agustín Gómez
Arcos, las obras de Lorca y «Los renglones torcidos de Dios» de Torcuato
Luca de Tena, son libros que me removieron por dentro y me hicieron desear
escribir así.
Agatha Christie. |
- ¿Quién o quiénes son tus
referentes literarios?
Son muchos los autores y
autoras que admiro y que me han marcado de alguna u otra manera. Por mencionar
algunos: Christie, Lorca, Borges, Kundera, Cortázar, Ellroy, Nothomb, Auster...
- En septiembre estuviste en
Cartagena Negra. ¿Qué supone para una ciudad contar con un festival como el de
Cartagena Negra? ¿Cómo está la novela negra en la actualidad?
No soy tan pesimista como
quienes dicen que la novela negra se está ahogando con su propia soga. Creo que
está en auge, además de que ha conseguido cruzar esa línea que la separaba la
«alta literatura», considerada seria y de calidad. El hecho de que el último
premio Planeta sea una novela negra apoya tal afirmación. El noir ha
sido un género menospreciado hasta hace pocos años, que se ha puesto de moda y
la mayoría de editoriales han incluido una línea para el negro-criminal.
También está la aparición de nuevos festivales repartidos por toda España.
Aunque los expertos opinan que hay más publicaciones que mercado y eso podría
ser negativo.
¿Que qué supone para la ciudad
que los cobija? Movimiento cultural y prestigio. Durante unos días, la ciudad
recibe la visita de autores y de lectores de todas partes; se habla de
literatura, de cine, de toda expresión relacionada con el género negro. Durante
las semanas anteriores y posteriores al festival, los medios y los propios
autores y seguidores hablan del tema en redes sociales, es decir, la ciudad
organizadora será conocida, lo que a medio-largo plazo se puede traducir como
crecimiento del turismo y el consumo, que al final es lo que a los
ayuntamientos y al comercio les interesa. La cultura siempre genera movimiento,
ya sea social o/y económico.
- Hablemos de “En blanco y
negro”. ¿Cómo surge la idea de escribir esta novela?
Leí sobre el caso de Elisabeth
Short, alias la Dalia Negra, y me impactó sobremanera. Inicialmente se me
ocurrió escribir una propuesta sobre la investigación y resolución del caso,
pero a medida que empecé a esbozar la historia, me sedujo más que la
investigación principal no tuviera nada que ver con ello, aunque estableciera
cierto paralelismo, por lo que tenía claro que la acción debía de transcurrir
en Los Ángeles alrededor de 1947 —que fue el año del crimen—. En plena Era
Dorada del cine en la que la belleza femenina era exaltada en las portadas de
las revistas y en las fotografías pin up, quería que ese crimen
horripilante, en el que precisamente se destruye la belleza y se prostituye y
manipula en la prensa la vida de Elisabeth Short, fuera visto y filtrado a
través de la mirada de otra mujer, Rachel Bladovich, mi personaje principal.
Es una mujer adelantada a su
época, no por la profesión que ejerce —investigadora privada— si no por cómo ve
y vive la vida.
Destacaría su sarcasmo, su
agilidad mental, su capacidad para adaptarse rápidamente a las situaciones, es
una superviviente. También su coraje, a veces fruto de la cabezonería y otras
de su alto sentido de la justicia. Su consciencia de los roles sociales
establecidos para hombres y mujeres, y que deja claro en varias ocasiones a lo
largo de la novela.
- En la novela nos invitas a
viajar a Los Ángeles de 1950. ¿Cómo era la vida ahí en esa época? ¿Y en España?
1950 es el final de una etapa,
los oscuros años 40, y el principio de otra. Apenas habían pasado 5 años del
final de la II Guerra Mundial durante la cual el país se quedó sin hombres
porque marcharon al frente y fue la mujer la que los sustituyó en las fábricas
armamentísticas, entre otras. Una etapa de crecimiento económico por una parte,
pero también de auge del crimen y de la inseguridad ciudadana, así como de
corrupción policial y política. Una época
ambivalente en la que, por ejemplo, la homosexualidad estaba perseguida
— podían encarcelarte o enviarte al psiquiátrico para hacer tratamientos
reconductivos con electroshock o, incluso, la lobotomía— y en el Star System
se daban los matrimonios lila pero también existía el Círculo
de la Costura o bares para gays y lesbianas. A finales de los 40 empezó el Mcarthurismo,
la Guerra Fría, las listas negras de Hollywood… En definitiva, una época, de
sombra-luces, en blanco y negro y technicolor.
En España ya sabemos qué vida
se estilaba. Pero si lo que preguntas en realidad es si hubiera podido situar
la trama de la novela en la España de 1950, tal cual la he planteado, la
respuesta es no.
Las primeras mujeres policía
no aparecieron en España hasta 1982. En EEUU existían desde principios del s.
XX. En España una mujer debía de estar casada o bajo la tutela paterna para
tener una vida social «independiente» económicamente hablando. La profesión de
investigadora privada hubiera sido una quimera en España. Para ser sincera, no
he encontrado referencias de que en EEUU existieran sin embargo, a finales del
s. XIX, sí que se hay detectives literarias, cosa impensable en nuestro país.
¿Sigo?
- Con respecto a 1950, ¿ha
mejorado la sociedad o todavía falta muchísimo para llegar a una verdadera
mejora o, en cierto modo, a una evolución positiva de la sociedad?
Siempre queremos más, ¿verdad?
La sociedad dista mucho de ser lo que queremos. Por otro lado, cada cual tiene
su propia idea de lo que debe de ser una sociedad equilibrada y sana. Mi
opinión no deja de ser un juicio personal y subjetivo aunque las bases sean
compartidas por todo el mundo, pero el modo de llegar y de mantener esas bases
comunes son diferentes, de ahí supongo que surgen las ideas políticas.
Sería de necia negar que tanto
en EEUU como aquí hemos ganado muchísimo socialmente, pero también sería
absurdo obviar lo mucho que queda aún para llegar a ser una sociedad más justa,
equilibrada y sana. Y para ello, las personas que formamos la sociedad creo que
deberíamos de ser responsables y autocríticas con nosotras mismas mismas como
individuos.
- ¿Fue fácil encontrar la
editorial para “En blanco y negro”?
Nunca ha sido fácil para una
autora desconocida que una editorial la publique, pero los momentos de crisis
que estamos viviendo, y sobre todo de crisis editorial y de lectores, lo hace
más complicado si cabe, aunque tengo que confesar que con esta novela fueron
dos editoriales las que me contestaron. Una de ellas me pedía cambios demasiado
radicales en la historia, por lo que al final opté por la editorial que ha
respetado el texto íntegro.
- Pasamos ahora a hablar de
“Tierra de sol”. En la novela nos vamos a 1992 cuando las famosas Olimpiadas de
Barcelona. ¿Qué supuso para Barcelona organizar los Juegos Olímpicos de 1992?
Cambio, crecimiento, ser
conocida y reconocida mundialmente. Los Juegos Olímpicos del 92 fueron un gran
éxito. Los cambios urbanísticos que se efectuaron cambiaron sensiblemente la
geografía urbana, reinventando barrios y dando a la ciudadanía nuevos espacios
que hemos seguido disfrutando desde entonces.
- La novela “Tierra de sol”
también trata el tema de las revueltas. Según tu opinión, ¿por qué hay gente
que acude a las revueltas como manera de protesta?
No trata ese tema exactamente.
La trama la situé en el 92 porque es cuando empezó a fraguarse el levantamiento
neo-zapatista en México, que explotó definitivamente en el 1994. En ese mismo
año, México firmó el Tratado del Libre Mercado con EEUU y Canadá, lo que abrió
las fronteras no solo al mercado global si no también al tráfico de drogas por
la puerta grande para llegar al México que conocemos hoy. Mientras tanto, el gobierno
mexicano ninguneaba a los indígenas mexicanos, los expropiaba de sus tierras o
directamente no los tenía en cuenta como ciudadanos. Me interesaba ese telón de
fondo, que significa descontento, miedo, hambre, oportunismo para el poderoso,
en contrapunto con lo que se estaba viviendo en el resto del mundo que solo
tenía ojos para los JJOO y la Expo 92 de Sevilla.
Ese descontento, ese miedo,
ese sentirse ninguneado, ese sentimiento de ciudadanos de segunda ¿no te parece
suficiente para que la gente proteste y se rebele? No lo veo extraño: las
revueltas sociales son las que han hecho evolucionar todas las sociedades.
La pregunta complicada sería:
en una situación de injusticia social, de ninguneo para una parte de los
compatriotas, ¿por qué hay gente que NO acude a las revueltas? ¿Por qué hay
gente que NO protesta?
- En esta novela surgen los
pueblos indígenas de México. ¿Fue fácil el buscar información acerca de estos
pueblos o fue un trabajo de documentación complejo?
Fue complejo ya que todo lo
que encontraba hablaba sobre los mayas y los aztecas, que son los pueblos
prehispanos más famosos. Pero la acción se desarrolla en Oaxaca. Allí habitaron
los zapotecas y en el momento que escribí la novela no había tanta información
en Google como puedas encontrar ahora. Las leyendas, la arquitectura, los
dioses de los zapotecas, aunque se parezcan a las de otros pueblos, no eran
igual, cada pueblo tiene su idiosincrasia. Quería estar bien documentada.
Creo que la documentación es
imprescindible en relatos con paisajes y épocas reconocibles aunque se escriba
ficción. La documentación y la coherencia es lo que le da verosimilitud a la
historia.
- En el caso de “Tierra de
sol” nos topamos con Mary Anne. ¿Qué característica o características
destacarías de Mary Anne?
Su espíritu generoso y
altruista, su rebeldía contra la forma de enfrentarse a la vida que le han
inculcado desde pequeña, su necesidad de ayudar a hacer el mundo un poco mejor
con las herramientas que tiene a su alcance. Su búsqueda personal.
- Pasamos ahora a “La gran
aventura de Sylvia”. El lector que prefiera leer esta novela, ¿con qué se
puede encontrar?
Con un divertimento. Es la
primera novela que escribí, aunque la haya publicado recientemente. Le eché
mucha guasa. Siempre me lo paso bien escribiendo, pero La gran aventura de
Sylvia fue un juego. Y así se lo planteo al lector: como un juego en el que
debe de descubrir todas las películas que aparecen escondidas en los diálogos y
escenas del libro. Hay personajes de cine, nombres de directores a los que
admiro, títulos de películas, incluso escenas que son clavadas y que he
adaptado para que cuadren en la historia.
- En esta novela haces
referencias al cine. Ahora te pregunto, por el cine clásico y el actual. ¿En qué
se diferencia el cine clásico del actual?
Llamamos cine clásico al que
se da en una época determinada, normalmente desde que se inventó el cine, allá
por el 1900, hasta el 1960 aproximadamente (aunque yo tengo títulos en mi
videoteca que llamo «clásicos modernos» y que son a partir de los 80).
Precisamente por darse en una época en concreto, la estética, la fotografía, el
montaje, incluso la interpretación actoral y la ideología, tiene un protocolo,
una forma de hacerse y entenderse.
En el cine actual, el lenguaje
cinematográfico, aunque básicamente es el mismo (hay unas reglas que todo el
mundo entiende), ha evolucionado. Con los avances tecnológicos tanto en
fotografía como en sonido, los cambios en los hábitos del consumidor, incluso
con la popularidad del cine de autor, el cine actual huye de las convenciones
del clásico o las reinventa.
- ¿Ves alguna de tus novelas
en la grande pantalla? En el caso de que fueran llevadas a la grande pantalla,
¿qué actores y actrices te gustaría que aparecieran?
Tanto Tierra de Sol como
En blanco y negro son grandes candidatas para ser llevadas al cine. La
primera porque es una aventura plagada de acción, escenarios diferentes,
personajes fuertes, divertidos y entrañables. Y En blanco y negro porque
recupera ese aire de cine clásico, de las películas que ya no se hacen, y le da
una vuelta de tuerza un tanto irreverente al noir puro, con personajes
muy potentes y una trama y subtramas bien trabajadas. La guionización no sería
muy complicada.
Y sobre los actores y las
actrices… Es un tema recurrente en los clubes de lectura en los que he
participado, pero no voy a mojarme. Con que se llevaran al cine, ya sería
feliz, no me voy a poner quisquillosa.
- ¿Estás trabajando en algún
nuevo proyecto literario?
Sí, en unos relatos para un
recopilatorio de varias autoras, otro libro de relatos negros independiente y
en una novela negra-criminal.
- Desde que estás en el mundo
literario, ¿qué es lo mejor que te ha pasado?
La cantidad de personas
interesantes que estoy conociendo, desde compañeras de letras que conozco en
los festivales y encuentros de literatura, pasando por las lectoras que se han
convertido en seguidoras fieles. Personas que me están aportando muchísimo.
Y, obviamente, ser finalista
en el premio del IV Festival de Cubelles Noir, como mejor novela negra escrita
en castellano por una mujer y publicada en el 2018. En blanco y negro
es la primera novela negra que escribo, ser finalista junto a autoras como
Noelia Lorenzo Pino (que se llevó el galardón), Laura Balagué, Marina Sanmartín
y Antonia Huertas fue inesperado y un subidón increíble.
- ¿Qué consejo le darías a
aquellas personas que quieren empezar a escribir sus primeras historias pero
que, por diversos motivos, no terminan de dar el paso?
Los dones son un regalo que se
deben de compartir, pero si no se trabaja, son como una planta hermosa que si
no se riega, se muere. Así que si uno tiene ese don y quiere escribir, que se
lance a ello, que se forme, que lea a otras y otros autores. De la prueba/error
es como se aprende.
- Para finalizar la
entrevista, la gente que la haya leído y que quiera adquirir algún ejemplar de
tus novelas, ¿de qué modo lo pueden hacer?
Aunque pueden encontrarse en
las grandes tiendas virtuales, siempre siempre siempre recomiendo acercarse
a una librería física. El trato humano del librero nunca sustituirá la
placidez anodina de una pantalla. El placer de la lectura empieza al entrar en
la librería, con el olor a papel, con el sonido de las páginas que hojeas... Si
en la librería no lo tienen en stock, el librero lo encargará y en un
par de días lo tienes en la tienda.
Muchas gracias. Ha sido un
placer tenerte en el blog. Te deseo lo mejor de cara al futuro.
Las gracias a ti por esta buena charla.
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