miércoles, 30 de mayo de 2018

ENTREVISTA A ANA MARÍA ALCARAZ ROCA


Buenos tardes amantes de la literatura. Por fin es miércoles. Ya estamos a mitad de semana. Y como es habitual en SuperLectorAlfa, el miércoles trae una nueva entrevista literaria. Para esta ocasión contamos con la presencia de una escritora cartagenera nacida en la población costera de Los Nietos, famoso lugar entre los cartageneros, ya que gran parte de la gente de Cartagena veranean en esta localidad. 
Ana, aparte de ser escritora, también es profesora. Desde siempre le ha gustado la lectura, aspecto de su vida que la propia escritora nos contará más adelante.
Entre lo escrito por Ana María Alcaraz Roca se encuentran las novelas "Sirenas en la niebla" y "No crecieron rosas sobre sus tumbas", entre otros escritos.

Después de esta pequeña introducción llegó el momento en que Ana responda a las cuestiones formuladas por SuperLectorAlfa. Comenzamos en 3,2,1,..

- De pequeña, ¿disfrutabas leyendo o la lectura era algo que te aburría?

La  lectura ha sido mi gran pasión desde siempre. Además, me aficioné a ella muy pronto ya que aprendí a leer a los tres años y medio.
He de aclarar que era una niña solitaria y centré mis intereses en los gatos (mis grandes amigos de la infancia) y los libros. En mi casa no había demasiados pues entonces eran casi un lujo inaccesible para las clases sociales mas humildes, como era mi caso. Todo ello me llevó a amarlos desde muy temprana edad pues era la forma de acceder al mágico mundo de la fantasía.

- ¿Quién te animó a dar el paso y adentrarte en el maravilloso mundo literario?

Mi profesora de Lengua y Literatura del Instituto, Carmen Arcas Ruano, una excelente poeta y narradora.

- ¿En qué momento dijiste de empezar a escribir para que la gente te pudiera leer?

Al principio, escribía por placer o por necesidad. Tal vez para entender o entenderme. La idea de la difusión de mis poemas o relatos llegó bastante tarde, después de los treinta años.

- ¿Quién o quiénes son tus referentes literarios?

José María Álvarez, referente literario de Ana.
Es una pregunta de amplia respuesta. En poesía, los autores de la Generación del  27. Los poetas simbolistas franceses como Baudelaire, Kavafis, o el gran poeta cartagenero José María Álvarez. En prosa, los novelistas españoles, franceses, ingleses y rusos del siglo XIX: Clarín, Zola, Flaubert,  las hermanas Brönte, Thomas Hardy, Tolstoi. Del siglo XX, Gabriel García Márquez y la mayor parte de los autores del llamado “Boom hispanoamericano”.

- Tengo entendido que, aparte de escritora, eres también profesora. Esto me lleva a preguntarte: ¿qué trabajo conlleva un mayor esfuerzo: el ser profesora o el de ser escritora?

Ambos son difíciles, en principio, aunque a mí me parecen apasionantes y bellísimos pues precisan de grandes dosis de creatividad, pasión y empatía. Soy feliz cuando imparto mis clases y también cuando estoy escribiendo. Quizás por ello introduzco en mi quehacer docente talleres de creación literaria.

- Aparte de la escritura, ¿qué otras aficiones tienes?

Cuidar mi jardín, escuchar música, ver una buena película, restaurar muebles antiguos, pasear y charlar con mi familia o mis amigos. En fin, vivir la vida disfrutando cada momento.

- A la hora de escribir, ¿tienes alguna manía o “ritual” previo?

No lo tengo, en sentido estricto, aunque preciso de mi espacio: mi estudio donde están mis amados libros, mis fotografías y recuerdos y desde cuya ventana diviso el Mar Menor.

- ¿Cómo surge “No crecieron rosas sobre sus tumbas”?

Surgió de una noticia que leí en el periódico en el verano de 2002. Unas muchachas buscaban a su abuelo fusilado tras la Guerra Civil. Lo encontraron, junto con otros marinos, enterrado en el cementerio de Los Remedios de Santa Lucía. La fotografía mostraba un cráneo con el agujero de la bala del tiro de gracia. Me impresionó tanto que decidí que debía de contar esa historia.

- El lector, ¿con qué se puede encontrar en “No crecieron rosas sobre sus tumbas”?

Se puede encontrar con muchas cosas: con la Guerra Civil y sus consecuencias represivas, con una historia de amor, con las peripecias vitales de personas corrientes, no de héroes. Pero sobre todo con lo más noble y lo mas abyecto de la condición humana.

- El libro se centra en Cartagena. ¿En qué época te has basado para escribir “No crecieron rosas sobre sus tumbas”?

Como he expresado antes, en la época de la Guerra Civil y la postguerra. Abarca desde los años veinte hasta los cuarenta del pasado siglo.

- ¿Qué lugares de Cartagena aparecen en esta novela? De esos lugares, ¿quedan algunos abiertos en la actualidad?

Aparecen muchos lugares no solo de Cartagena, también de Fuente Álamo, de Cabo de Palos, Lyon (Francia) y la Cornisa Cantábrica.
De Cartagena, Capitanía, el Arsenal, el Penal Militar y todo el centro de la ciudad. Todos existen en la actualidad, salvo el último, que como todos sabemos, es el edificio que alberga la Facultad de Ciencias de la Empresa.

- ¿Cómo fue el periodo de documentación de “No crecieron rosas sobre sus tumbas”?

Duró unos dos años aproximadamente y fue muy duro, no solo por la ardua labor de la lectura y la comprensión de los acontecimientos sino por las terribles historias de dolor y de muerte que narraban muchos de ellos. Tan difícil me resultó que debí posponerlo en varias ocasiones para tomar distancia y conservar la perspectiva necesaria sin implicarme emocionalmente.

- Y en 2016 publicaste “Sirenas en la niebla”. Elena, la protagonista de esta novela, ¿a qué se debe de enfrentar? 

Elena Guillén, debe enfrentarse a muchos retos, el más importante es la educación recibida que la convirtió en una víctima de una relación tóxica origen de su crisis existencial. La muchacha ha de realizar un arduo proceso de crecimiento personal y paralelamente va a encontrar un secreto familiar que le afecta directamente y que debe resolver.

- El camino que emprende Elena para conseguir sus objetivos, ¿es un camino fácil o hay alguien que trata de hacerle la vida imposible?

El camino que emprende Elena es difícil pues ha de luchar contra muchos escollos, como Ulises ha de regresar a Íthaca.

- El lector, ¿qué se puede encontrar en “Sirenas en la niebla”?

El lector puede encontrar muchas cosas pues la novela está articulada en varios planos de lectura. Puede encontrar una historia de intriga que arranca en la Inglaterra victoriana pasando por una ciudad mediterránea para acabar en una isla perdida del Peloponeso. Pero eso no es todo, puede hallar unos personajes como Elena, Margaret, Fátima o el pintor simbolista Hunter que luchan por encontrar su lugar en el mundo. Puede encontrar el amor en todas sus facetas.

- De los dos libros que has escrito, ¿cuál te supuso un mayor esfuerzo? 

Quizás No crecieron rosas sobre sus tumbas por la dureza del periodo histórico reflejado, también por ser la primera novela con las dificultades técnicas que ello entraña. En la segunda, estas fueron sensiblemente menores y la trama era mucho más amable, además me permitió dar rienda suelta a mi imaginación.

- ¿Con cuál disfrutaste más o disfrutaste con los dos de la misma forma?

Con ambos, aunque en sentidos diferentes. El primero es una especie de testimonio ideológico; supuso un cambio en mi pensamiento, tambaleó alguna de mis creencias. El segundo fue puro disfrute, la historia iba fluyendo sola, como si alguien me la estuviese contando. Fue un proceso apasionante.

- Cuando escribes, ¿sabes a que tipo de lectores te vas a dirigir o es algo que lo vas viendo sobre la marcha?

Cuando escribo, programo justo lo esencial, por supuesto el tipo de lector a quien va dirigida la obra y una somera caracterización de los personajes. Me gusta que la historia fluya con libertad.

- Cómo nacen las historias que cuentas en tus libros? ¿Vas con boli y papel para apuntar las ideas para tus libros?

Buena pregunta. Las historias surgen de lo que veo o vivo. Digamos que habitualmente voy registrando mis experiencias mentalmente. Cuando me pongo frente al papel, todo esto surge, se articula y se ordena dentro de lo narrado.

- ¿Qué ha sido lo mejor que te ha pasado desde que estás dentro del mundo literario? ¿Y lo menos bueno?

Yo diría que lo más curioso que me ha sucedido fue en una de las presentaciones de No crecieron rosas. Fue en octubre de 2007 en Cartagena. En mitad de la presentación se coló un energúmeno en la sala y amenazó de muerte al presentador y al editor. A mí curiosamente, no. Parecía un personaje sacado de un libro de 1940: con gabardina y engominado que lanzaba diatribas contra “la memoria histórica”. Fue un momento muy tenso. Algunas personas me felicitaron después por “la performance”.
Lo mejor, todas las personas que he conocido. Algunas se han aficionado a la lectura gracias a mis novelas, cosa que me ha alegrado profundamente.

- ¿Estás trabajando en alguna otra novela actualmente?

Actualmente estoy trabajando en un libro de relatos, pero quién sabe, tal vez alguno se convierta en una novela.

- ¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren empezar a dar sus primeros pasos en el mundo literario pero que, por diversos motivos, no se deciden a dar el paso?

Qué sean valientes, que se arriesguen, que compartan sus historias con los lectores. Actualmente es más fácil ya que existe la posibilidad de difundir la creación literaria a través de diversos medios como los blogs y revistas digitales. No es preciso que sea en papel.

- Para terminar la entrevista, la gente que la haya leído y que quiera tener algún ejemplar de tus novelas, ¿de qué modo lo pueden hacer?

Sirenas en la niebla se puede encontrar en cualquier librería de Cartagena: Santos Ochoa, La Montaña Mágica, Centro o El Corte Inglés. Por supuesto en varias librerías digitales y en Amazon.
En cuanto a No crecieron rosas sobre sus tumbas, quedan algunos ejemplares en Santos Ochoa y en Centro ya que la editorial, Áglaya, cerró. Yo conservó algunos y si el  interesado no lo encuentra en ninguna de ellas puede escribirme a esta dirección y estaré encantada de proporcionársela: ana_alcarazr@yahoo.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario