Buenos tardes amantes de la literatura. Por fin es miércoles. Ya estamos a mitad de semana. Y como es habitual en SuperLectorAlfa, el miércoles trae una nueva entrevista literaria. Para esta ocasión contamos con la presencia de una escritora cartagenera nacida en la población costera de Los Nietos, famoso lugar entre los cartageneros, ya que gran parte de la gente de Cartagena veranean en esta localidad.
Ana, aparte de ser escritora, también es profesora. Desde siempre le ha gustado la lectura, aspecto de su vida que la propia escritora nos contará más adelante.
Entre lo escrito por Ana María Alcaraz Roca se encuentran las novelas "Sirenas en la niebla" y "No crecieron rosas sobre sus tumbas", entre otros escritos.
Después de esta pequeña introducción llegó el momento en que Ana responda a las cuestiones formuladas por SuperLectorAlfa. Comenzamos en 3,2,1,..
- De pequeña, ¿disfrutabas leyendo o la lectura era algo que te aburría?
La lectura ha sido mi gran pasión desde siempre.
Además, me aficioné a ella muy pronto ya que aprendí a leer a los tres años y
medio.
He de aclarar que era
una niña solitaria y centré mis intereses en los gatos (mis grandes amigos de
la infancia) y los libros. En mi casa no había demasiados pues entonces eran
casi un lujo inaccesible para las clases sociales mas humildes, como era mi
caso. Todo ello me llevó a amarlos desde muy temprana edad pues era la forma de
acceder al mágico mundo de la fantasía.
- ¿Quién te animó a dar el paso y adentrarte en el maravilloso mundo
literario?
Mi profesora de Lengua y Literatura del Instituto, Carmen Arcas Ruano,
una excelente poeta y narradora.
- ¿En qué momento dijiste de empezar a escribir para que la gente te
pudiera leer?
Al principio, escribía por placer o por necesidad. Tal vez para entender
o entenderme. La idea de la difusión de mis poemas o relatos llegó bastante
tarde, después de los treinta años.
- ¿Quién o quiénes son tus referentes literarios?
José María Álvarez, referente literario de Ana. |
Es una pregunta de amplia respuesta. En poesía, los autores de la
Generación del 27. Los poetas
simbolistas franceses como Baudelaire, Kavafis, o el gran poeta cartagenero
José María Álvarez. En prosa, los novelistas españoles, franceses, ingleses y
rusos del siglo XIX: Clarín, Zola, Flaubert, las hermanas Brönte, Thomas Hardy, Tolstoi.
Del siglo XX, Gabriel García Márquez y la mayor parte de los autores del
llamado “Boom hispanoamericano”.
- Tengo entendido que, aparte de escritora, eres también profesora. Esto
me lleva a preguntarte: ¿qué trabajo conlleva un mayor esfuerzo: el ser
profesora o el de ser escritora?
Ambos son difíciles, en principio, aunque a mí me parecen apasionantes y
bellísimos pues precisan de grandes dosis de creatividad, pasión y empatía. Soy
feliz cuando imparto mis clases y también cuando estoy escribiendo. Quizás por
ello introduzco en mi quehacer docente talleres de creación literaria.
- Aparte de la escritura, ¿qué otras aficiones tienes?
Cuidar mi jardín, escuchar música, ver una buena película, restaurar
muebles antiguos, pasear y charlar con mi familia o mis amigos. En fin, vivir
la vida disfrutando cada momento.
- A la hora de escribir, ¿tienes alguna manía o “ritual” previo?
No lo tengo, en sentido estricto, aunque preciso de mi espacio: mi
estudio donde están mis amados libros, mis fotografías y recuerdos y desde cuya
ventana diviso el Mar Menor.
- ¿Cómo surge “No crecieron rosas sobre sus tumbas”?
Surgió de una noticia que leí en el periódico en el verano de 2002. Unas
muchachas buscaban a su abuelo fusilado tras la Guerra Civil. Lo encontraron,
junto con otros marinos, enterrado en el cementerio de Los Remedios de Santa
Lucía. La fotografía mostraba un cráneo con el agujero de la bala del tiro de
gracia. Me impresionó tanto que decidí que debía de contar esa historia.
- El lector, ¿con qué se puede encontrar en “No crecieron rosas sobre sus
tumbas”?
Se puede encontrar con muchas cosas: con la Guerra Civil y sus
consecuencias represivas, con una historia de amor, con las peripecias vitales
de personas corrientes, no de héroes. Pero sobre todo con lo más noble y lo mas
abyecto de la condición humana.
- El libro se centra en Cartagena. ¿En qué época te has basado para
escribir “No crecieron rosas sobre sus tumbas”?
Como he expresado antes, en la época de la Guerra Civil y la postguerra.
Abarca desde los años veinte hasta los cuarenta del pasado siglo.
- ¿Qué lugares de Cartagena aparecen en esta novela? De esos lugares,
¿quedan algunos abiertos en la actualidad?
Aparecen muchos lugares no
solo de Cartagena, también de Fuente Álamo, de Cabo de Palos, Lyon (Francia) y
la Cornisa Cantábrica.
De Cartagena, Capitanía,
el Arsenal, el Penal Militar y todo el centro de la ciudad. Todos existen en la
actualidad, salvo el último, que como todos sabemos, es el edificio que alberga
la Facultad de Ciencias de la Empresa.
- ¿Cómo fue el periodo de documentación de “No crecieron rosas sobre sus
tumbas”?
Duró unos dos años aproximadamente y fue muy duro, no solo por la ardua
labor de la lectura y la comprensión de los acontecimientos sino por las
terribles historias de dolor y de muerte que narraban muchos de ellos. Tan
difícil me resultó que debí posponerlo en varias ocasiones para tomar distancia
y conservar la perspectiva necesaria sin implicarme emocionalmente.
- Y en 2016 publicaste “Sirenas en la niebla”. Elena, la protagonista de
esta novela, ¿a qué se debe de enfrentar?
Elena Guillén, debe enfrentarse a muchos retos, el más importante es la
educación recibida que la convirtió en una víctima de una relación tóxica
origen de su crisis existencial. La muchacha ha de realizar un arduo proceso de
crecimiento personal y paralelamente va a encontrar un secreto familiar que le
afecta directamente y que debe resolver.
- El camino que emprende Elena para conseguir sus objetivos, ¿es un camino
fácil o hay alguien que trata de hacerle la vida imposible?
El camino que emprende Elena es difícil pues ha de luchar contra muchos
escollos, como Ulises ha de regresar a Íthaca.
- El lector, ¿qué se puede encontrar en “Sirenas en la niebla”?
El lector puede encontrar muchas cosas pues la novela está articulada en
varios planos de lectura. Puede encontrar una historia de intriga que arranca
en la Inglaterra victoriana pasando por una ciudad mediterránea para acabar en
una isla perdida del Peloponeso. Pero eso no es todo, puede hallar unos
personajes como Elena, Margaret, Fátima o el pintor simbolista Hunter que
luchan por encontrar su lugar en el mundo. Puede encontrar el amor en todas sus
facetas.
- De los dos libros que has escrito, ¿cuál te supuso un mayor esfuerzo?
Quizás No crecieron rosas sobre sus tumbas por la dureza del periodo
histórico reflejado, también por ser la primera novela con las dificultades
técnicas que ello entraña. En la segunda, estas fueron sensiblemente menores y
la trama era mucho más amable, además me permitió dar rienda suelta a mi
imaginación.
- ¿Con cuál disfrutaste más o disfrutaste con los dos de la misma forma?
Con ambos, aunque en sentidos diferentes. El primero es una especie de
testimonio ideológico; supuso un cambio en mi pensamiento, tambaleó alguna de
mis creencias. El segundo fue puro disfrute, la historia iba fluyendo sola,
como si alguien me la estuviese contando. Fue un proceso apasionante.
- Cuando escribes, ¿sabes a que tipo de lectores te vas a dirigir o es
algo que lo vas viendo sobre la marcha?
Cuando escribo, programo justo lo esencial, por supuesto el tipo de
lector a quien va dirigida la obra y una somera caracterización de los
personajes. Me gusta que la historia fluya con libertad.
- Cómo nacen las historias que cuentas en tus libros? ¿Vas con boli y
papel para apuntar las ideas para tus libros?
Buena pregunta. Las historias surgen de lo que veo o vivo. Digamos que
habitualmente voy registrando mis experiencias mentalmente. Cuando me pongo
frente al papel, todo esto surge, se articula y se ordena dentro de lo narrado.
- ¿Qué ha sido lo mejor que te ha pasado desde que estás dentro del mundo
literario? ¿Y lo menos bueno?
Yo diría que lo más curioso
que me ha sucedido fue en una de las presentaciones de No crecieron rosas. Fue
en octubre de 2007 en Cartagena. En mitad de la presentación se coló un
energúmeno en la sala y amenazó de muerte al presentador y al editor. A mí
curiosamente, no. Parecía un personaje sacado de un libro de 1940: con
gabardina y engominado que lanzaba diatribas contra “la memoria histórica”. Fue
un momento muy tenso. Algunas personas me felicitaron después por “la
performance”.
Lo mejor, todas las
personas que he conocido. Algunas se han aficionado a la lectura gracias a mis
novelas, cosa que me ha alegrado profundamente.
- ¿Estás trabajando en alguna otra novela actualmente?
Actualmente estoy trabajando en un libro de relatos, pero quién sabe,
tal vez alguno se convierta en una novela.
- ¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren empezar a dar sus
primeros pasos en el mundo literario pero que, por diversos motivos, no se
deciden a dar el paso?
Qué sean valientes, que se arriesguen, que compartan sus historias con
los lectores. Actualmente es más fácil ya que existe la posibilidad de difundir
la creación literaria a través de diversos medios como los blogs y revistas
digitales. No es preciso que sea en papel.
- Para terminar la entrevista, la gente que la haya leído y que quiera
tener algún ejemplar de tus novelas, ¿de qué modo lo pueden hacer?
Sirenas en la niebla se
puede encontrar en cualquier librería de Cartagena: Santos Ochoa, La Montaña
Mágica, Centro o El Corte Inglés. Por supuesto en varias librerías digitales y
en Amazon.
En cuanto a No crecieron
rosas sobre sus tumbas, quedan algunos ejemplares en Santos Ochoa y en Centro
ya que la editorial, Áglaya, cerró. Yo conservó algunos y si el interesado no lo encuentra en ninguna de
ellas puede escribirme a esta dirección y estaré encantada de proporcionársela:
ana_alcarazr@yahoo.es