Empezamos una nueva semana con una reseña literaria. En esta ocasión os traigo la reseña de "La muerte sabía a chocolate" del escritor Pascal Buniet y de M.A.R.Editor. Sobre esta novela quiero comentar:
Si hay algo que jamás caduca es, sin
lugar a dudas, un artículo llamado libro. En cierta forma, el libro es
como el vino que cuanto más tiempo de reposo tenga, mucho mejor. Con el
libro sucede, desde mi punto de vista, algo parecido.
"La
muerte sabía a chocolate", novela editada por M.A.R.Editor y con la que
Pascal Buniet ganó el IX Premio Wilkie Collins de Novela Negra, nos
presenta una historia de apariencias en la que nada es lo que parece ser
y, por consiguiente, cada personaje tiene algo sospechoso para
convertirse en el asesino de Alfred Van Der Mersch (no es ningún spoiler
porque en la propia sinopsis de la novela sale mencionado que este tal
Alfred es asesinado).
Hay
dos policías encargados de la investigación. Uno de ellos actúa desde
Tenerife (Bernard Decrequi, quien decide poner tierra de por medio
tratando de sobreponerse al fallecimiento de su esposa y es por este
motivo por el que acude a Tenerife invitado por la víctima) mientras que
el otro policía actúa desde Bélgica (Tony Bellanger quien, a su vez,
buscará averiguar quién es exactamente la víctima).
La
trama engancha al lector de principio a fin, le lleva en volandas por
un ambiente gobernado por los odios, por las envidias, etcétera.
FICHA TÉCNICA:
Nº PÁGINAS: 289 Páginas.
AUTOR: Pascal Buniet.
EDITORIAL: M.A.R.Editor
ENCUADERNACIÓN: Tapa Blanda.
TEMÁTICA: Novela Negra.
AÑO DE PUBLICACIÓN: Marzo 2020.
ISBN: 978-84-17433-26-0
NOTA: 8/10
SINOPSIS:
Hundido por el fallecimiento de su esposa, el joven detective belga
Bernard Decrequi decide cambiar de aire. Acepta la oferta del empresario
Alfred Van Der Mersch, que pone a su disposición un alojamiento en un
pueblo turístico del sur de la isla de Tenerife, donde suele pasar
habitualmente el invierno. Al llegar a Tenerife Bernard se encuentra con
una lujosa villa situada en un pueblo al borde del mar, lugar
predilecto de los jubilados belgas. Descubre una comunidad de
compatriotas que gira alrededor del restaurante “Estrella de Mar”,
propiedad de un personaje atípico pero popular conocido como Pepe, el
Belga. Unos días después de su llegada Bernard se entera que Alfred Van
Der Mersch, propietario de la fábrica de chocolate “Otelo”, ha sido
asesinado en su casa el día en que él viajaba hacia la isla. Mientras en
Bélgica el inexperto inspector Tony Bellanger investiga quién es en
realidad el fallecido, Bernard en Tenerife se incorpora al mundo de los
alegres jubilados y descubre que todo no es como parece. Una mujer será
la clave de esta historia de enredos delictivos y de traiciones. En dos
escenarios muy alejados que no tienen en apariencia nada en común.
Aunque… la vida es larga y tortuosa, y la muerte puede llegar a tener
sabor a chocolate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario