No sé que decir sobre esta novela. Realmente estoy sin palabras. Me ha encantado "Me sobran motivos" del escritor Javier Vallejo y de la Editorial Cosechanegra. Algo tendré que decir, así que, allá voy.
"Me sobran motivos" es una novela que arranca con un asesinato a sangre fría al más puro estilo de cualquier grupo mafioso. El asesinato es visto por un tipo que estaba en el turno de descanso del trabajo cuando avisa a las emergencias. A partir de aquí, la vida tranquila que se respiraba en la ciudad, se tornará en una verdadera montaña rusa de emociones, de mentiras, de venganzas encubiertas, y todo ello manejado por alguien frío, mezquino y atroz. Cada personaje, como el lector podrá ver, tiene serias opciones para convertirse en el asesino puesto que, sin dejarme a nadie en el olvido, cualquiera de los personajes que van apareciendo a lo largo y ancho de "Me sobran motivos" tienen un algo que le lleva al lector pensar que ese determinado personaje puede ser el asesino. Os cuento algo personal respecto a descubrir al asesino. Desde el principio de la novela se me había metido entre ceja y ceja que el asesino era un personaje determinado (no diré quién es porque podría cometer el peor crimen que un reseñador o alguien que hable de libros puede cometer como es el siempre temido spoiler), y al cabo de las páginas era como si Javier Vallejo me dijera: "Chaval, te has equivocado en la elección del asesino. Porque el verdadero criminal de la novela es este otro personaje y te voy a decir el porque es ese y no otro". Lectura que saco de esto: no valdría para ser investigador. Siempre se me escaparía el culpable y cogería a la persona que no es. ¿Quiénes deberán desenmascarar al verdadero culpable? Los responsables de la investigación policial son el inspector Lucas Marín y la subinspectora Nerea Soto, quienes emprenderán un camino en búsqueda de la verdad que hará tambalear la amistad entre ambos.
En definitiva, "Me sobran motivos" es un viaje hacia la oscuridad del alma humana, es un viaje hacia el mundo de las envidias, de las mentiras, de los odios...
Hablando un poco de la estructura comentar que, en cierto modo, cada capítulo está protagonizado por un personaje distinto aunque aparezcan todos los personajes.
También quisiera decir que, para mi punto de vista, el ritmo en la narración empieza un poco lento pero enseguida va cogiendo velocidad de crucero. Prueba de ello es que he tardado tan sólo un día en leerme la novela porque cuando me he querido dar cuenta, ya había llegado al final. Y me ha pasado en muy poquitas ocasiones.
Este es el caso que le han asignado en su estreno como inspector. No parece complicado. Solo debe seguir las pistas desperdigadas por la escena del crimen y atrapar al responsable.
Su compañera está de acuerdo. Es tan sencillo como aplicar el principio de la Navaja de Ockham: “la explicación más simple suele ser la más probable”.
Pero… ¿Y si se encuentra ante la excepción que confirma la regla?
¿Cómo debe actuar si las verdades que creía irrefutables se convierten en hipótesis imposibles?
Quizá solo deba plantearse una pregunta: ¿A quién le sobran motivos para cometer tal atrocidad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario