Hoy viernes, día 4 de octubre, tenemos la visita Marta Robles a quien tuve el placer de conocer y charlar sobre "La mala suerte" en Cartagena Negra.
Marta es licenciada en Ciencias de la Información, rama periodismo por la UCM. Periodista y escritora, lleva treinta años ejerciendo su profesión en todo tipo de medios. Empezó su carrera profesional en la Revista Tiempo y desde entonces ha colaborado en distintas publicaciones como Panorama, Man, Woman, Elle, Carácter, Wapa, XL Semanal, el Magazine de la Vanguardia, Grazia, La Gaceta de Salamanca o La Razón, entre otras.
En cuanto a la televisión se refiere, Marta ha trabajado en Canal 10 desde Londres, en TVE (Magazine de Castilla La Mancha, Esta es mi historia, Amigas y Conocidas, Hora Punta, La mañana de la 1), Tele 5 (Informativos), Antena 3 (Hermida y cía, Las tertulias de Hermida, A toda página, Las noticias de las 9, Noticias del Canal Internacional, Que memoria la mía, Contraportada, El tiempo pasa, Corazón, Espejo Público) y Telemadrid (El ruedo, A todo Madrid, Verano en El Escorial, Telenoticias fin de semana, Gran Vía de Madrid, Madrid a la última, Ahora Marta y Está pasando).
En radio ha dirigido y presentado programas en Radio Intercontinental (Caliente y Frío), Cadena Ser (De la noche a la mañana, El serial, Si amanece nos vamos y A vivir que son dos días), Onda Cero (A toda Radio) y EFE Radio (Entre Comillas) además de colaborar en Punto Radio, con Ana García Lozano o Es Radio con Luis Herrero.
En cuanto al mundo literario, Marta Robles es autora de varios libros de no ficción con "El mundo en mis manos" (1991), "La dama del PSOE" (1992), "Los elegidos de la fortuna" (1999), "El catálogo del Parque Oceanográfico de Valencia" (2003), "Madrid me Marta" (2011), "Usted primero" (2015) y "Haz lo que temas" (2016) y también de ficción como "Las Once Caras de la María Lisboa" (2001), "Diario de una cuarentona embarazada" (2008), "Don Juan" (2009), "Luisa y los Espejos" (2013) - con el que ganó el premio Fernando Lara de Novela-, "Obscena" (2016), "A menos de cinco centímetros" (2017) (finalista en el Silverio Cañada de novela negra de Gijón) y "HNegra" (2017) o "La mala suerte" (2018) (Premio especial Aragón Negro y finalista en Cartagena Negra). Acaba de recibir el premio Castellón Letras del Mediterráneo, por su nueva novela "La chica que no supiste amar", que se publicará el próximo enero. Además dirige y prologa la colección Sin Ficción, para la editorial Al revés, donde se han publicado los títulos "29 balas y una nota de amor", de Alfonso Egea, "Cazaré al monstruo por ti", de Manu Marlasca, "Los ratones de Dios", de Luis Rendueles y "Desmontando el crimen perfecto", de Mayka Navarro.
Actualmente, colabora en La Razón, La Gaceta de Salamanca, y en televisión en Espejo Público, en La mañana de la 1 y en Está pasando, en Telemadrid. También participa regularmente en mesas redondas, realiza presentaciones e imparte conferencias.
Entre sus numerosos premios cabe destacar el TP de oro (1995), dos antenas de oro (2000 y 2010), dos de plata (1995 y 2006), el woman de Oro (1995) o el Premio Nacional de Comunicaciones (2005), además del Fernando Lara de novela (2013) o el premio PR a la periodista más querida de Madrid (2006), el Premio especial del Festival Aragón Negro a "La mejor de los nuestros" (2019) o el Premio Letras del Mediterráneo en la categoría de Narrativa (2019).
En la actualidad vive en Madrid con su familia.
Como se puede ver, la trayectoria, tanto profesional como literaria de Marta Robles está llena de éxitos y desde SuperLectorAlfa deseo que sean muchos éxitos más en el futuro.
En cuanto a la televisión se refiere, Marta ha trabajado en Canal 10 desde Londres, en TVE (Magazine de Castilla La Mancha, Esta es mi historia, Amigas y Conocidas, Hora Punta, La mañana de la 1), Tele 5 (Informativos), Antena 3 (Hermida y cía, Las tertulias de Hermida, A toda página, Las noticias de las 9, Noticias del Canal Internacional, Que memoria la mía, Contraportada, El tiempo pasa, Corazón, Espejo Público) y Telemadrid (El ruedo, A todo Madrid, Verano en El Escorial, Telenoticias fin de semana, Gran Vía de Madrid, Madrid a la última, Ahora Marta y Está pasando).
En radio ha dirigido y presentado programas en Radio Intercontinental (Caliente y Frío), Cadena Ser (De la noche a la mañana, El serial, Si amanece nos vamos y A vivir que son dos días), Onda Cero (A toda Radio) y EFE Radio (Entre Comillas) además de colaborar en Punto Radio, con Ana García Lozano o Es Radio con Luis Herrero.
En cuanto al mundo literario, Marta Robles es autora de varios libros de no ficción con "El mundo en mis manos" (1991), "La dama del PSOE" (1992), "Los elegidos de la fortuna" (1999), "El catálogo del Parque Oceanográfico de Valencia" (2003), "Madrid me Marta" (2011), "Usted primero" (2015) y "Haz lo que temas" (2016) y también de ficción como "Las Once Caras de la María Lisboa" (2001), "Diario de una cuarentona embarazada" (2008), "Don Juan" (2009), "Luisa y los Espejos" (2013) - con el que ganó el premio Fernando Lara de Novela-, "Obscena" (2016), "A menos de cinco centímetros" (2017) (finalista en el Silverio Cañada de novela negra de Gijón) y "HNegra" (2017) o "La mala suerte" (2018) (Premio especial Aragón Negro y finalista en Cartagena Negra). Acaba de recibir el premio Castellón Letras del Mediterráneo, por su nueva novela "La chica que no supiste amar", que se publicará el próximo enero. Además dirige y prologa la colección Sin Ficción, para la editorial Al revés, donde se han publicado los títulos "29 balas y una nota de amor", de Alfonso Egea, "Cazaré al monstruo por ti", de Manu Marlasca, "Los ratones de Dios", de Luis Rendueles y "Desmontando el crimen perfecto", de Mayka Navarro.
Actualmente, colabora en La Razón, La Gaceta de Salamanca, y en televisión en Espejo Público, en La mañana de la 1 y en Está pasando, en Telemadrid. También participa regularmente en mesas redondas, realiza presentaciones e imparte conferencias.
Entre sus numerosos premios cabe destacar el TP de oro (1995), dos antenas de oro (2000 y 2010), dos de plata (1995 y 2006), el woman de Oro (1995) o el Premio Nacional de Comunicaciones (2005), además del Fernando Lara de novela (2013) o el premio PR a la periodista más querida de Madrid (2006), el Premio especial del Festival Aragón Negro a "La mejor de los nuestros" (2019) o el Premio Letras del Mediterráneo en la categoría de Narrativa (2019).
En la actualidad vive en Madrid con su familia.
Como se puede ver, la trayectoria, tanto profesional como literaria de Marta Robles está llena de éxitos y desde SuperLectorAlfa deseo que sean muchos éxitos más en el futuro.
Dicho esto ha llegado el momento esperado. Llegó el momento de que Marta ponga voz a cada respuesta dada a las cuestiones formuladas por SuperLectorAlfa. Comenzamos en 3,2,1,...
- Eres periodista y escritora.
¿Qué es más complicado: escribir o contar lo que sucede en la sociedad?
Las dos cosas son contar, que
es lo que, en definitiva, es mi vida. La línea que separa mis dos actividades
es la realidad. En el periodismo todo tiene que ser real mientras que en la
escritura solo ha de ser verosímil. Ambas tienen su complicación y, siendo
distintas, confluyen en muchos aspectos: exigen lectura, documentación, rigor y
compromiso. No entiendo el periodismo ni la escritura sin leer, documentarse,
ser riguroso y comprometido.
- El mayor obstáculo que se
puede encontrar un periodista, según tu opinión, ¿cuál puede ser?
Los obstáculos más difíciles
de superar siempre están en uno mismo. La falta de curiosidad es el peor de
todos para una persona que quiere
dedicarse al periodismo. Una persona que no esté alerta ante la vida, que no
escuche, observe y vibre con lo que sucede a su alrededor, tenga o no que ver
con ella, difícilmente podrá ser periodista. Para ser buen periodista, además,
hay que querer cambiar el mundo. Sin esa pretensión el periodismo solo es un
oficio más.
Marta Robles en Cartagena Negra. |
- Viniste a Cartagena Negra en
septiembre. ¿Qué supone para una ciudad contar con un festival como el de
Cartagena Negra?
Cartagena puede estar muy
satisfecha de ser una ciudad con un festival lleno de entusiasmo, del que
emociona formar parte. Yo creo que un festival literario es un plus para
cualquier ciudad, pero en una como Cartagena, donde se respira cultura por los
poros, es imprescindible. Para mí ha sido una experiencia maravillosa
participar en este festival, encontrarme con colegas y lectores y sentir el
pulso cultural de una ciudad tan interesante.
- ¿Hay algún libro que te haya
marcado a lo largo de tu trayectoria como escritora?
Me han marcado muchísimos
libros y, por suerte, lo siguen haciendo. Como te decía al principio de esta
entrevista no entiendo ninguna de mis dos actividades sin la lectura. Y tampoco
la vida. Leer es mi prioridad. Y quien me lee a mí, lo sabe, porque mis libros
están llenos de otros libros, de experiencias literarias, de lo que me ha
aportado a mí la lectura. Un libro que marcó un antes y un después para mí es “Caligula”,
de Albert Camus. Creo recordar que lo leí con 18 años. Y fue cuando entendí que
cualquiera de nosotros puede pasar de ser tierno y bondadoso a ser cruel y
despiadado, de un día para otro. Marca el carácter, pero más aún las
circunstancias. Creo que por eso me interesa tanto el género negro.
- ¿Quién o quiénes son tus
referentes literarios?
Carlos Zanón. |
Tendría que hacer una inmensa
lista porque son muchos los escritores que han marcado mi vida personal y la
profesional. Por señalar algunos apuntaré a
García Márquez, que fue el primer escritor con el que lloré de emoción,
Bryce Echenique, con el que también lloré, pero de risa, Pérez-Reverte, de
quien admiro muy especialmente la precisión extraordinaria en la documentación
y su capacidad para transformar cualquier nimiedad en aventura y Carlos Zanón,
que me parece nuestro mejor escritor contemporáneo. Pero vamos yo he leído y
leo de todo, novela, ensayo, historia, poesía… Poesía, por cierto, todos los
días de mi vida, cuando me levanto. Creo que me ayuda a sobrevivir a mis
estados de ánimo siempre cambiantes, y, desde luego, como el resto de mis lecturas, me
ayuda a escribir.
- Hablemos de “Luisa y los
espejos”, novela con la que ganaste el Premio Fernando Lara 2013. ¿Cómo surge
la idea de escribir esta novela?
Yo llevaba publicando libros
de no ficción desde el año 1991 y de ficción, desde el 2001. Es decir, casi
desde mis inicios (entré en prácticas en el 87 en la revista Tiempo), compaginé
el periodismo y la literatura; pero hasta 2001 no empecé a escribir ficción. Y
siempre le tuve tanto respeto a la creación literaria que no pensé en comenzar
en ella hasta que no hubiera una historia que me encontrara a mí. Yo no ando
buscando historias que contar y preguntándome si les gustaran a los lectores o
no. Yo escribo lo que necesito contar. La marquesa Luisa Casati se coló en mi
vida, de pronto, y me pilló por sorpresa. Fue una mujer extraordinaria, una de
las mayores musas y mecenas de la historia, con un talento innato para
descubrir el arte y una sensibilidad inigualable para potenciarlo. Una fuerza
de la naturaleza que exprimió la vida hasta el último aliento, amante de
D’Annunzio (y de otros muchos intelectuales y artistas) e inspiradora del arte,
la música, la moda y la literatura desde su tiempo hasta nuestros días. Cuando
yo me topé con Luisa Casati, su recuerdo vivía horas bajas. Por alguna razón
que desconozco, la marquesa, había
desaparecido de todas partes, incluso de la misma Venecia que compartió con los
más grandes intelectuales y artistas de su tiempo. Pero sobre todo, era
absolutamente desconocida en España. A partir de que se publicara “Luisa y los
espejos” no solo Google se llenó de Luisa Casati, sino que se publicaron
infinidad de artículos en todos los medios de comunicación sobre ella en
nuestro país y hasta se hizo una exposición en Venecia en el Palazzo Fortuny.
Sinceramente, creo que contribuí a recuperarla con mi novela. Ella siempre
decía que quería ser “una obra de arte viviente” y creo que lo consiguió
incluso después de muerta. Desde el día que me encontré con Luisa Casati hasta
hoy ella ha formado parte de mi vida. Por su extravagancia, su locura y sobre
todo por esa fragilidad que no se le suele perdonar a las personas que lo
tienen todo. Ella decía “ser diferente es estar sola. Por eso estoy sola”. Era
una mujer diferente y única. Creo que mi novela le hubiera gustado.
- ¿Con qué se puede encontrar
el lector en “Luisa y los espejos”?
En “Luisa y los espejos” hay dos
historias paralelas de dos mujeres, una
que se desarrolla a finales del XIX y principios del XX, en un mundo donde era
imprescindible vivir deprisa y donde cabían algunas locuras y extravagancias,
que en otros momentos hubieran sido impensables, y otra que transcurre en
nuestro tiempo y en la que la segunda Luisa (la de ficción) casi resucita y
vuelve a vivir gracias a la figura de la primera. Por una parte se va a encontrar con una mujer
riquísima -la más rica, junto a su hermana de la Italia de su época-,
obsesionada por el arte en todos sus manifestaciones y con una personalidad que
fascinaba a todos los artistas que se acercaban a ella y les incitaba a crear.
Una mujer rodeada de animales salvajes –desde los guepardos que paseaba con
collares de turquesas y diamantes por la Plaza de San Marcos hasta su boa,
Anaxagarus, con la que viajaba por toda Europa, pasando por los pavos reales a
los que mandaba dar de comer constantemente durante sus fiestas para que
mantuvieran el plumaje desplegado-, y de toda suerte de personalidades
artísticas e intelectuales. La misma mujer que se atrevió a saltarse las normas
establecidas, que fue la primera divorciada de su tiempo y quien hasta el mismo
día de su muerte -en la más absoluta miseria-, siguió arreglándose como si la
vida fuera una obra de teatro y tuviera que salir a escena y poniéndose unas
gotas de venenosa belladona en sus fabulosos e inmensos ojos verdes para
proporcionarles el brillo que, según ella, adquieren después de una relación
amorosa. Frente a ella está Luisa Aldazabal una mujer de ahora que, por diversas
circunstancias y tragedias acabó llevando la vida que no le correspondía o, al
menos, la que ella no quería vivir, hasta que, tras despertarse de un coma y encontrarse por
casualidad con Luisa Casati decidió seguir su estela y atreverse a vivir de
otra manera.
- En la novela, la
protagonista es Luisa Aldazábal. ¿Qué destacarías de ella?
Para mí era muy complicado
enfrentar a un personaje de ficción al real de Luisa Casati. La marquesa fue un
ser tan magnífico e incomparable que resultaba muy difícil que pudiera estar,
digamos, a su altura. Así que lo que hice fue dotar a la Luisa inventada de
algo que la real no tenía y la convertí en artista. Luisa Aldazábal es pintora
y la Casati, aunque es cierto que hizo unos collages espléndidos –que nunca
quiso mostrar más que a los cercanos y desde luego jamás pensó en vender- era
musa y mecenas, pero no artista. La marquesa,en la novela, consigue despertar a la artista que se quedó
atrapada y dormida en una vida convencional. Fue todo un reto escribir esta
historia y recrear escenas de la vida extraordinaria de la Casati. O mejor
dicho de mi propia Casati. Había muy poco escrito sobre ella, así que yo
recopilé los testimonios de cientos de artistas que contaron sus propias
experiencias con la marquesa en sus memorias y luego la construí a mi medida.
Las dos Luisas, la real y la ficticia formarán siempre parte de mi vida y creo
que también de todo aquel que lea la novela.
- Pasamos ahora a “A menos de
cinco centímetros”. El titulo de esta novela editada por Espasa, ¿era el que
tenías en mente desde un principio o le tuviste que cambiar el nombre en alguna
ocasión?
Hay novelas que nacen con
título, otras que lo encuentran a la mitad del viaje y algunas que hasta el
final no saben cómo se llamarán. “A
menos de cinco centímetros” nació con ese título. Y creo que es un título muy
sugerente, del que me siento especialmente orgullosa. Un buen título es la
mitad de un libro. Y este lo es. O eso creo.
- “A menos de cinco centímetros”
es tu primera novela negra. ¿Por qué decides escribir novela negra?
Yo escribo relatos negros
desde niña, desde que me encontré con Poe. Mi generación comenzó a leer con lo
que ahora se conoce como “domestic noir”, es decir, con historias de
investigadores no profesionales. En mi caso esos investigadores eran Los cinco
o los siete, de Enyd Blyton. La pasión por el enigma primero y luego por el
negro más absoluto ha sido siempre una constante en mí. A los 13 años empecé a escribir relatos
negrísimos en el colegio, que les dejaban a mis monjas horrorizadas... Desde
entonces, siempre pensé que algún día me lanzaría al género negro. De hecho, en el final de Luisa y los espejos
hay un punto de thriller pasional que tiene que ver con lo negro y lo
fantástico. Y ya en alguno de mis primeros relatos de ficción, en “Las once caras de María Lisboa” había un
punto de negritud. Me decidí a zambullirme del todo en el noir cuando la
historia de “A menos de cinco centímetros” me encontró a mí. Aunque antes me
estrené con un relato negro, titulado “Un sabor muy familiara”. Mientras estaba
escribiendo “A menos de cinco centímetros” y meses antes de que se publicara
–tuve que retrasar un poco su publicación, porque entre medias me había
comprometido a sacar otro libro de no ficción con Planeta, titulado “Haz lo que
temas”- me pidieron que escribiera un relato “porno criminal” para una
antología coordinada por Juan Ramón Biedma. Yo acepté y me “atreví” a compartir espacio en “Obscena”
con escritores de la talla de Zanón, Somoza o Marías. , bueno, tuve la suerte de que mi relato fuera
especialmente celebrado, y eso me facilitó mi entrada en el género negro con “A
menos de cinco centímetros”.
- Esta novela es la primera
protagonizada por Roures. ¿Cómo es la vida de Roures en “A menos de cinco
centímetros”?
Roures es un ex corresponsal
de guerra metido a detective de infidelidades –asuntos de bragueta, que dicen
en el argot-, que en la primera escena de “A menos de cinco centímetros” se
encuentra en un pequeño pisito de Malasaña rodeado por sus cajas de mudanza y
atormentado por sus recuerdos, porque le acaba de abandonar su mujer. Es un
tipo acostumbrado a vivir situaciones difíciles, que no juzga e intenta
comprender, porque tiene a su vez muchas cosas de las que arrepentirse. Roures
se pasea por esta novela tratando de indagar un asesinato múltiple mientras
persigue a un escritor infiel –sospechoso principal- y su nueva conquista y
posible víctima, que es la mujer de una personaje todo poderoso del mundo de la
comunicación en España. La vida de Roures en esta historia se debate entre ese
caso, los recuerdos de las guerras en las que trabajó, sus reflexiones
personales de cuanto ocurre, el amor, la pasión, el sexo, la literatura, la
música y las contradicciones.
- A Roures, ¿se le puede
considerar como aquella ave fénix que resurge de sus cenizas?
Yo más bien diría que es un
superviviente. Sin darle tanta solemnidad. Es un superviviente de las guerras,
del amor y el desamor, de las decepciones, de la vida y de sí mismo. Y creo que
es un personaje interesante por su mirada, sus códigos y sobre todo, por la
lealtad que le caracteriza.
- Seguimos ahora con la novela
“La mala suerte”, novela con la que fuiste finalista del III Premio de Novela
Cartagena Negra, la segunda entrega de Roures. ¿Hay una evolución de Roures en
esta novela con respecto a la anterior?
“A menos de cinco centímetros”
fue finalista del premio Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón, y “La
mala suerte” obtuvo primero el premio
especial del Festival Aragón Negro, y después fue finalista de Cartagena Negra,
como dices. Y todo ello gracias a Roures, que va creciendo en cada aventura y
conquistando a los lectores. Es un personaje del que estoy muy orgullosa. Un
tipo de fiar, con el que yo –y creo que mucha gente- me iría al fin del mundo.
Creo que ha crecido, claro que sí. Y que los lectores ya lo han hecho suyo.
- Cuando una persona
desaparece y pasa un buen tiempo en el que no se tiene ninguna prueba o en el
que no se tiene señales de vida, ¿qué es más fácil: seguir investigando hasta
dar con la persona desaparecida o caer en el desánimo y detener, por lo que
sea, la búsqueda?
Depende desde dónde se mire.
Desde los familiares y allegados, si se trata de un desaparición mediática, lo
más difícil soportar los focos 24 horas al día y mostrar no solo el escaparate,
sino también la trastienda con todas esas cosas que todos guardamos y no
queremos que se vean, y aguantar , además del dolor y la incertidumbre de la
pérdida, que se les señale como sospechosos mientras dura la investigación. Aun
así, suelen preferir la exposición, para que la investigación no acabe dormida
y el caso no cerrado –no se cierran- pero sí, casi olvidado. En cuanto a los
investigadores, no suelen caer en el desánimo; lo que sucede es que hay
investigaciones que, a veces, se quedan en una vía muerta y siempre hay nuevos
casos de los que ocuparse. De todos modos, la desaparición de una chica de 18
años de la que no se sabe nada dos años después, que es cuando la madre recurre
a los servicios del detective Roures, es solo el comienzo de esta historia. En
ella se repasan muchos asuntos relacionados con los pequeños malos tratos, los
problemas de la adolescencia o los engaños familiares, hasta llegar a su
verdadera intención literaria, que reside en dos preguntas: Qué estamos
dispuestos a hacer para conseguir ser padres o madre y si ser padre o madre es
un acto de generosidad o un acto de egoísmo.
- Cuando leí “La mala suerte”,
vi que, en efecto, la mala suerte es un personaje más de la novela. ¿Crees que,
verdaderamente, existe la mala suerte o es el destino quien dicta todo lo que
nos pasa?
Yo creo que la mala suerte es
no tener oportunidades. Si las tienes las puedes aprovechar o no, pero si no
las tienes, no hay opción. Hace muchos años escribí un ensayo titulado “Los
elegidos de la fortuna. Historias de empresarios”, en el que recogía la figura
de 19 de nuestros más destacados empresarios contemporáneos y contaba como
habían llegado a conseguir el éxito. Me sorprendió al hablar con ellos que
todos coincidían en que para lograrlo era imprescindible una buena idea, el
talento, el esfuerzo, la capacidad de riesgo…¡y que la suerte no te diera la
espalda! Todos conocemos a personas que hacen todo cuanto está en su mano, pero
a las que las fortuna no les sonríe y otras que con un chasquear de dedos
parecen hacer magia porque están señalados por ella. La mala suerte,
desgraciadamente existe. Pero, insisto, la peor de todas las malas suertes es
la de no tener oportunidades.
- Aparte de escritora y
periodista, también llevas la sección de Sin Ficción, que depende de la Editorial
Alrevés. ¿Cómo nace Sin Ficción?
Logo de Sin Ficción. |
Bueno, no es no es una
sección, sino una colección que yo dirijo y prologo y que yo misma le propuse a
la editorial Al revés. Hay un paso previo a la propia colección. Yo llevaba
mucho tiempo empujando a mi amiga Mabel Lozano a que escribiera sobre su
magnífico trabajo relacionado con la trata de mujeres y niñas, del que ya
dejaba constancia en el cine, como la espléndida directora de documentales que
es; pero cuando me contó que un
proxeneta había contactado con ella para contarle su historia de cabo a rabo me
empeñé mucho más en que la plasmara en un libro que, sin duda, iba a ser único. Le conté
a Gregory Dolz la historia, llevé a Mabel a su editorial y tuve la suerte de
poder acompañarla en ese viaje en calidad
de editora. Sul libro tuvo tanto éxito y la historia interesó tanto, que se me
ocurrió proponerle a la editorial una colección con libros sobre casos reales,
que no incluyeran ni una coma de ficción, pero que estuvieran escritos con la
estructura de una novela negra. El reto
estaba en elegir bien los casos y sobre todo a quién los escribiera, que solo
podían ser grandes profesionales, que lo supieran absolutamente todo de lo que
iban a contar ,y que tuvieran acceso a los sumarios e incluso a los protagonistas.
Solo de ese modo se podía asegurar que, de verdad, serían historias sin
ficción.
- ¿Cuántas obras componen
hasta la fecha la colección de Sin Ficción?
Hasta el momento han salido
tres libros, “29 balas y una nota de amor”, de Alfonso Egea, “Cazaré al
monstruo por ti”, de Manuel Marlasca y “Los ratones de Dios” de Luis Rendueles.
El 15 de octubre sale el próximo “Desmontando el crimen perfecto”, de Mayka
Navarro. Los cuatro libros son
excepcionales y están firmados por los mejores. Estoy enormemente orgullosa de
esta colección y de mis autores, que no solo tienen todas las fuentes y toda la
información y son rigurosos al milímetro, sino que, además, escriben de maravilla.
- ¿Estás trabajando en algún
nuevo proyecto literario tanto propio como de Sin Ficción?
El día 26 de septiembre recibí
el premio Letras del Mediterráneo en Castellón y presenté la cubierta y el
título de mi nueva novela negra (protagonizada también por el detective
Roures), que se publicará en enero de 2020. Una historia que yo creo que va a
remover muchas conciencias y va a generar mucho debate. En cuanto a Sin
ficción, estamos preparando los siguientes títulos. Hoy mismo he fichado a un
nuevo autor para que escriba sobre un caso fascinante y esta tarde me toca leer
lo que llevan escrito otros dos, que serán quienes firmen los siguientes
números de la colección. Tenemos unas historias y un plantel inigualables.
- ¿Qué consejo le darías a
aquellas personas que quieren empezar a escribir sus primeras historias pero
que, por diversos motivos, no terminan de decidirse a dar el paso?
El primer consejo es que lean
muchísimo y sin cesar. No se puede pretender escribir sin leer. Y el siguiente
es que se dejen llevar. Si realmente sienten la necesidad de escribir,
escribirán. Sin remedio. Si no, tampoco pasa nada: no todo el mundo tiene que
ser escritor.
- Para finalizar la
entrevista, la gente que la haya leído y que esté interesada en adquirir algún
ejemplar de tus novelas, ¿cómo lo pueden hacer?
Mis libros están en muchas
librerías físicas (que por suerte si no los tienen en ese momento, también
pueden encargarlos a la editorial, cuando los lectores los demandan) y si no, los
pueden comprar por Internet en El corte Inglés, La casa del libro, Amazon…
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