viernes, 24 de febrero de 2017






Hoy es viernes, sinónimo de entrevista. En esta ocasión contamos con la presencia de Ernesto Escobar.
Ernesto nació en la región centroccidental de Venezuela. A parte de escritor, Ernesto es periodista, diseñador gráfico y artista plástico.
Esta entrevista supone mi segunda entrevista internacional.
Depués de esta breve introducción, vayamos a la entrevista. 

 Muchas gracias por aceptar la entrevista.
Gracias por la entrevista, le he contestado con mucha ilusión, espero que le guste.

1. Hasta el momento, ¿cuántos libros ha escrito?

Resp. Hasta ahora he escrito cuatro libros, el primero al que he titulado “Crónicas cínicas”, que son una serie de relatos que calificaría de “transliterarios” pues en su momento fueron parte de mi ejercicio periodístico que poco a poco fue desdibujando la frontera entre la literatura y la información, añadiéndole briznas de opinión y de mi propia cosmovisión, aquellos relatos fueron mutando, convirtiéndose en algo más que no sabía qué iba a ser y que resultó en este texto que —viéndolo en retrospectiva— es cínico porque su naturaleza literaria fue vehículo para romper la terrible censura impuesta por el régimen Venezolano y poder comunicar, más allá de la noticia circunstancial, los elementos de fondo que provocaron la crisis humanitaria que hoy sufre mi país.

El segundo libro es una novela a la que le he guindado el título de “Domingo de resurrección” y es una historia sobre el lado oscuro de la humanidad, las traiciones, la violencia, la venganza, y de cómo las banderas —que en este caso son políticas pero pueden ser religiosas, étnicas y un largo etcétera— pueden convertirse en una excusa para sacar a flote lo peor de la raza humana. Ya está terminada, si es que se puede decir alguna vez que realmente un libro lo está, sin embargo, aún no lo he publicado porque de alguna manera siento que podría convertirse en semilla para otras historias, así que, por el momento, está añejándose un poco.
El tercero y el cuarto libro, ya están en etapa de corrección, próximos a publicarse, y se trata de dos poemarios que he estado escribiendo durante los últimos tres años y que, espero, tengan buena acogida entre mis queridos lectores que, solo en la red social twitter, son más de ocho mil.

2. ¿Cuánto tiempo le lleva escribir cada libro?

Resp. Pues no hay un canon para ello, los libros siguen su propio ritmo, creo que un escritor o quien desee iniciarse en la redacción literaria debe tener disciplina para escribir cada día así no tenga ganas y para desechar todo aquello que no es útil —lo cual es mucho más difícil que lo primero—, pero ello no garantiza que tendrás un libro en noventa días o en un año, solo que lo terminarás. Si te impones una cantidad de tiempo para un libro y además que ese libro tendrá equis cantidad de páginas, terminarás escribiendo por escribir, por llenar la cuota diaria, y sí, al final tendrás en tus manos un libro pero te estarías mintiendo a ti mismo pues esas cuartillas tendrán una historia contada a prisa, vacía, sin alma.


3. Un escritor, ¿se hace o nace?

Resp. Evidentemente no se nace siendo escritor aunque venga uno con la habilidad para hilvanar las palabras y embellecer las ideas, habrá gente que tenga el talento y que jamás ha pensado que su vida está frente a un teclado, el escritor se hace, se construye y se nutre del ambiente y de su propio sueño, el escritor quiere ser escritor y se dibuja a sí mismo como tal y, además, se edifica a sí mismo, busca los recursos, lee a otros escritores, come y bebe de los frutos de su idioma. Se elabora pedazo a pedazo, palabra a palabra, historia a historia.


4. ¿Quién es su referente en el mundo literario?

Resp. Sencillamente no podría tener uno solo, la literatura es tan extensa que uno se va consiguiendo maestros en cada libro, sin duda existe una lista de escritores consagrados cuyos trabajos han sido merecidamente reconocidos universalmente como obras de referencia y uno, luego de leerlos y releerlos se hace la suya, y en mi caso por la narrativa: Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Mario Vargas Llosa, John Maxwell Coetzee, José Saramago, Ana María Matute, Ernesto Sábato y William Faulkner, y por la poesía: Charles Baudelaire, Edgar Allan Poe y Alejandra Pizarnik.

5. ¿De dónde le viene su pasión por la literatura?

Resp. Ahora que lo preguntas, yo creo que esto confirma de alguna manera lo que decía en relación a que el escritor se hace y es que en casa siempre hubo el hábito de leer y de escribir y eso marcó el punto de partida pues el ambiente me conminó a hacerlo por imitación y luego por gusto. Por otra parte, desde chicho me gustó contar historias, inventarlas y vivirlas, y fue de esa manera, muy lúdica y en los años en que mi edad se contaba con los dedos de las manos, que me convertí en cura, en astronauta y quién sabe qué otros oficios, cada uno con una historia subyacente que rompía el patrón de lo que se esperaba del rol interpretado, componiendo así los primeros virajes y nudos de las historias que se desarrollaban en los recesos escolares, eran —creo yo— los primeros visos de una mente joven tratando de explorar las posibilidades de cada personaje.

6.  Las historias que escribe, ¿son historias reales o, por el contrario, historias inventadas?

Resp. Ambas, con el tiempo descubrí que cuando alguien toma un libro, va al teatro o enciende la televisión para ver una película, el lector o espectador hace un pacto tácito con el escritor de la historia, uno en el que el primero accede a creer que es cierta aquella historia y que ese sujeto llamado el “Rey Arquimedio de Pamplinas”, que en el libro no es más que un montón de palabras que lo describen y en los medios audiovisuales se materializa con una capa que un día fue una sábana y una corona de plástico, en verdad es un monarca, y eso nos da el poder de contar cosas fantásticas e inverosímiles, pero no es posible abusar de tal potestad y sobrevivir, mis historias siempre tienen un componente de realidad que puede estar en los personajes o en la trama misma, por lo que al final son un relato ficticio que tiene partículas de verdad que la hacen creíble y más aún, la hacen humana.

7. ¿Cuál es el primer libro que leyó?

Resp. Muchísimos libros han pasado por mis manos desde que comencé a leer y todavía conservo en mi memoria y en mi biblioteca el primero que, a conciencia y con ganas de devorarlo, tomé en una mañana de verano, El fantasma de Canterville, del escritor británico Oscar Wilde, una obra que sigue siendo una de mis favoritas.


8. Cuando era pequeño, ¿le gustaba leer o, por el contrario, le disgustaba?


Resp.  Hubo tiempos en que sí me gustaba y otros en que no pues, como todo chico que crece en una casa cuyo altar más venerado es una biblioteca, al principio lo hacía para imitar el comportamiento de los adultos, era algo casi mecánico, luego llegó la edad escolar y con ella los deberes académicos que terminaron por desencantarme de la magia de los libros pues se convirtieron en una obligación, y posteriormente vino la edad de oro en que la lectura comenzó a ser una fuente inagotable de historias y de mundos fantásticos al alcance de la mano. 

9.  ¿Está trabajando actualmente en algún libro?

Resp. Estoy escribiendo mucho, relatos, poesía, textos que quedan en una especie de orfandad hasta que consiguen pareja y luego familia, así nacen los libros, de párrafo a párrafo, van adquiriendo forma, se van nutriendo de ideas y de otras historias, y alternamente estoy trabajando en otra novela que hasta ahora comienza a tomar forma y que lleva más de un año dándome vueltas en la cabeza, madurándose, encontrando ella misma sus personajes y su desenlace. 

10. Un escritor, ¿se toma vacaciones o tiene que estar siempre escribiendo sus historias?

Resp.  Vacaciones es un término desconocido para el escritor porque la literatura te sigue a todas partes, no porque esta sea una especie de obstinación maníaca sino porque es una opción de vida, puede ser que uno se tome unos días en que decida no escribir para reponerse luego de una temporada ardua, este oficio es muy desgastante a nivel físico, mental y emocional, pero no es una vacación propiamente dicha pues el escritor que ama su trabajo siempre está urdiendo sus historias aunque no sea con sus dedos puestos sobre las teclas. 
 
11. ¿Qué le dirías a los que empiezan a escribir ahora?

Resp. Les doy tres consejos que creo que les serán útiles: el primero de ellos es que lean mucho, y cuando digo mucho es en verdad mucho, no se puede ser buen escritor si antes no se es buen lector, el segundo es que sean disciplinados en el oficio, el escritor escribe mucho y desecha más, y el tercero es que escriban para contar historias, lo demás (la publicación, las marquesinas, las regalías, los contratos y toda la pompa que le vemos a los grandes escritores), vendrá después, o terminarán siendo un tipejo como los que escriben libros de autoayuda, que venden millones de libros para decirle a sus lectores cosas del tipo “el café con leche es como el café negro, pero con leche”.











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