domingo, 30 de junio de 2019

RESEÑA DE "JUSTO" DE CARLOS BASSAS DEL REY


En este justo instante me dispongo a hablaros de la novela "Justo", una de las seis finalistas al III Premio de Novela Cartagena Negra. "Justo" ha sido la primera novela de Carlos Bassas del Rey que he leído y tengo que decir que me ha gustado descubrir su escritura y el ritmo que utiliza para mover a cada uno de sus personajes.
La novela empieza con una frase que me ha llamado la atención y es esta: "Cada día me despierto más temprano" y si el protagonista dice que cada día se levanta más temprano, ¿cuándo duerme?, ¿cómo descansa?, ¿no llegará un tiempo en el que no duerma? y más cuestiones son las que me vinieron a la cabeza cuando leí esta frase. 
La novela está redactada en primera persona en donde el protagonista, Justo de nombre, nos cuenta su día a día. Nos presenta a su gente: familia, amigos como el Milongas. El protagonista se mueve para conseguir un fin que no voy a contar cuál es porque quiero mantener el suspense y quiero, en la medida de lo posible, que os pique la curiosidad y que leáis "Justo", una novela que se lee de una manera muy amena, ya que Carlos no se va por las ramas como sucede en algunas novelas. Una de las numerosas ventajas que, desde mi humilde punto de vista, tiene "Justo" es que es una novela que va al grano sin rodeos, lo que hace que la novela sea más adictiva y que haga que el lector no pueda dejar de saber lo que sucede en cada una de las páginas de esta novela corta, corta porque no llega ni a las 200 páginas.
En "Justo" también hay hueco para la nostalgia, para los recuerdos, unos recuerdos que en el caso de Justo le llevan, en más de una ocasión, a la tierna época de la infancia.


FICHA TÉCNICA:

Nº PÁGINAS: 190 Páginas.
AUTOR: Carlos Bassas del Rey.
EDITORIAL: Alrevés.
ENCUADERNACIÓN: Tapa blanda.
ISBN: 9788417077235


SINOPSIS:

La verdadera justicia debe ser fría, implacable, desapasionada. Y para aplicarla, Dios decidió que cada generación contara con treinta y seis Justos, los tzadik, hombres anónimos que mantienen el equilibrio entre el Bien y el Mal sobre la faz de la Tierra. Justo Ledesma es uno de ellos. Un viejo irascible que discurre por las calles de un barrio, el de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, que ya no es el suyo; de una ciudad, Barcelona, que dejó de serlo hace tiempo. Un hombre cansado que, consciente de que su fin está cerca, decide saldar cuentas con su pasado; con un pasado que regresa de forma inesperada cincuenta años después.
Escrito en una primera persona de estilo directo y peculiar, Justo esconde un triple relato: el de una vida dedicada a una misión sagrada, el de una venganza y el de la nostalgia por un tiempo cada vez más lejano, por unas calles cada vez más ajenas, por una ciudad moribunda que se desangra víctima de sus propios deseos, de sus propios errores.

sábado, 29 de junio de 2019

ENTREVISTA A MÓNICA ROUANET


Buenos días amante de las letras y de la literatura. En la mañana de hoy sábado tenemos el placer de hablar con la autora de la novela "Despiértame cuando acabe septiembre" entre otras, Mónica Rouanet
Mónica nació en Altea (Alicante) y en la actualidad reside en Madrid. Estudió Filosofía y Letras. Está especializada en Pedagogía por la Universidad Pontificia de Comillas. Más tarde cursó estudios de Psicología en la UNED. También atiende a personas en riesgo y dificultad social.

Después de esta introducción ha llegado el momento de que Mónica ponga voz a las respuestas de cada una de las cuestiones formuladas por SuperLectorAlfa. Empezamos en 3,2,1,...


- Una escritora, ¿nace o se va haciendo a medida que va pasando el tiempo? 

Pues… me gusta pensar que hay un poco de todo. Creo que la gente que escribe lo hace porque disfruta con ello. Es como si naciera con la necesidad de mostrar las historias que se crean en su cabeza, como si no pudiera pasar sin hacerlo. A medida que va pasando el tiempo van perfeccionando su técnica. Aprenden a ESCRIBIR. Algunos logran hacerlo bien (o muy bien) y otros seguimos aprendiendo.


- ¿Siempre has sentido simpatía hacia las letras? 

Sí, siempre, Aprendí a leer muy pronto y crecí en una casa donde todos leían mucho.


- ¿En qué momento dijiste de empezar a escribir para que la gente te pudiera leer?

 Supongo que todos escribimos al principio para nosotros mismos, aunque yo empecé a enseñar pronto mis textos a la gente más cercana. Jajaja, recuerdo escribir en el colegio un libro a ocho manos con tres compañeras. Se llamaba Campamento 87 y, cuando me llegaba el turno, llenaba páginas y páginas de historias.


- ¿Hay algún libro que te haya marcado a lo largo de tu trayectoria? 

Mentiría si dijera que solo ha sido uno. Recuerdo libros de mi infancia como Las dos Carlotas, de Erich Kastner, y otros siendo algo más mayor, sobre los doce, como Edad Prohibida, de Torcuato Luca de Tena o El camino, de Miguel Delibes. Después encontré a Gabriel García Márquez, a Herman Hesse, a Eduardo Mendoza, a…


Tom Spambauer.
- ¿Quién o quiénes son tus referentes literarios? 

Me gusta leer diferentes géneros y diferentes autores pero, si tengo que marcar a algún autor o autores como referente diría que, además de los nombrados en la respuesta anterior, me quedo con Tom Spambauer y Chuck Palahniuk. Jaja, aunque igual mañana te añado algunos más.


- Hasta el momento, ¿cuántos libros has escrito y publicado? ¿Tienes alguno en el fondo del cajón esperando el momento oportuno? 

Tengo tres libros publicados, otro terminado que acabo de enviar a editorial, y otro recién empezado. Y sí, alguno descansa en el fondo del disco duro de mi ordenador, pero sin posibilidad de rescate. Son de esa época de la que hablábamos antes en la que escribes sin tener demasiada idea de cómo hacerlo.


- Empecemos hablando de “El camino de las luciérnagas” de la Editorial La Fea Burguesía. ¿Con qué se puede encontrar el lector en “El camino de las luciérnagas”?

El camino de las luciérnagas muestra la historia de un grupo de personas en dos momentos diferentes de sus vidas: durante la adolescencia, donde ocultan un terrible secreto, y durante la edad adulta, momento en el que se vuelven a encontrar en extrañas circunstancias y retoman las intrigas del pasado.


- ¿Qué destacarías de Tano, el protagonista de esta novela? 

Tano es un poco como todo el mundo. Es muy fácil identificarse con él, con sus dudas, sus miedos, sus pensamientos… Es un personaje al que tengo mucho cariño.


- El título de esta novela, ¿era el que tenías en mente desde un principio o le tuviste que cambiar el nombre en alguna ocasión? 

El nombre surgió antes que la historia y siempre fue el mismo. Apareció un verano en el que por las noches paseaba por un camino repleto de lucecitas de luciérnagas.


- Pasamos ahora a “Donde las calles no tienen nombre” de Roca Editorial. ¿Con qué se puede encontrar el lector en esta novela? 

Esta novela habla de la vida de una mujer joven que, hasta que decide coger el toro por los cuernos, ha estado bajo el yugo de una madre controladora, machista y castrante. Una vez logra apartarse de ella comienza a descubrir que su familia, tan modélica a ojos ajenos, oculta misterios muy turbios.


- ¿Qué destacarías de María González, la protagonista de esta novela?

En un principio, María aparece como una mujer frágil, pero pronto vemos que no lo es. Una cosa es lo que somos y otra muy diferente lo que nos han hecho creer que somos. El lector la acompaña en un viaje interior rodeado de oscuros secretos.


- En “Donde las calles no tienen nombre” nos encontramos con las mentiras y el ocultamiento de cosas. ¿Por qué crees que, en ocasiones, las mentiras enganchan a las personas? 

No son las mentiras en sí, son los secretos que esconden esas mentiras. Todos somos curiosos y, aunque nos de miedo lo que podamos descubrir, siempre tiramos un poquito más del hilo que nos descubre la realidad.


- Y ahora llegamos a “Despiértame cuando acabe septiembre”. ¿Con qué se puede encontrar el lector en esta novela? 

En esta novela, Amparo, la protagonista, deja su vida en un pequeño pueblo de la Albufera valenciana para embarcarse en la búsqueda de su hijo desaparecido en el sur de Inglaterra.



- ¿Qué destacarías de Amparo, la protagonista de esta novela? 

Su coraje. A pesar de que ella no lo sabe, Amparo es una mujer muy valiente.


- La trama de la novela transcurre entre la Albufera y el sur de Inglaterra. ¿Por qué Inglaterra? 

Jajaja, ¿y por qué no?


- Siguiendo un poco el juego al título de “Despiértame cuando acabe septiembre”, te pregunto: ¿cuál es el mes del año que más te gusta? 

Mayo, me encanta mayo.


- De todos los géneros literarios existentes, ¿cuál es tu preferido? ¿Por qué?

Me quedo con la novela, aunque de vez en cuando leo ensayo y poesía. Porque me permite viajar, conocer lugares diferentes, nuevos personajes, vivir sus historias, participar en ellas…


- Como lectora, ¿lees de todo o solamente lees novelas que tengan que ver con el género literario de novela negra y policiaca? 

No, no, precisamente leo poca novela negra, aunque ahora que lo preguntas, últimamente estoy leyendo algo más de este género. Me gusta la ficción, la autoficción, la novela fantástica, las distopías, históricas… en realidad, cuando una historia es buena y está bien escrita, el género narrativo es lo de menos.


- Haciendo un repaso a “El camino de las luciérnagas”, “Donde las calles no tienen nombre” y “Despiértame cuando acabe septiembre”, ¿con qué novela te has sentido más cómoda escribirla y cuál te supuso un mayor esfuerzo? 

Sin duda la tercera es la que más me ha costado escribir. Durante el proceso surgieron algunos cambios en mi vida personal que me hicieron perder la esencia de la historia un par de veces. Además, el tema de fondo de la novela es bastante duro y eso también añadió dificultad. Por el contrario, la que menos tiempo me llevó fue El camino de las luciérnagas. Me divertí mucho escribiéndola.


- A la hora de escribir, ¿tienes alguna manía? 

No, creo que no.


- ¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren empezar a escribir sus primeros libros pero que, por diversos motivos, todavía no se deciden a dar el paso? 

Que se pongan a ello, que se sienten delante del papel y comiencen con lo que sea porque, poco a poco, la historia irá saliendo. Cuando hayan perdido ese primer miedo, cuando sean capaces de escribir algo, ellos mismos se darán cuenta de si necesitan organización y estructura previa o si son escritores de los que escriben sin guión. Ah, y que lean, que lean mucho. Sin leer es imposible escribir.


- Para finalizar la entrevista, la gente que la haya leído y qué quiera adquirir algún ejemplar de alguna de tus novelas, ¿de qué modo lo pueden hacer?

 Pues… la última, Despiértame cuando acabe septiembre, está en todas las librerías. Las demás se pueden encontrar fácilmente en Amazon, o solicitarlas en cualquier librería. Sé que quedan ejemplares en algunas tiendas, es cuestión de buscar.

Muchas gracias de nuevo y desde SuperLectorAlfa desearte lo mejor de cara al futuro. Ha sido un placer tenerte en el blog.   
Muchísimas gracias a ti, el placer, sin duda, ha sido mío.

lunes, 24 de junio de 2019

RESEÑA DE RUMORES DE TINTA AL ALBA DE LYDIA GUERRERO ARNALTE


Andalucía, tierra de grandes personas. Andalucía, un bello lugar y en tiempo de bandoleros, un lugar con clase. 
Hoy lunes os voy a hablar de una novela Malbec, una novela que me engatusó desde la primera página hasta el final. 
"Rumores de tinta al alba" de la escritora Lydia Guerrero Arnalte nos encontramos con un hombre que está dispuesto a abrir un nuevo periódico en Córdoba y para ello desea con todas sus fuerzas entrevistarse con el famoso bandolero "Tempranillo". Este personaje responde al nombre de Francisco Montés
Pues bien, este buen hombre, cuando llega al pueblo de Zambra se ve obligado, inesperadamente, a cambiar sus prioridades al conocer a una mujer, de nombre Alba Ríos, de la que se enamora hasta las trancas. Y hasta que no consigue su objetivo de conquistar a la chica no se queda satisfecho. Hay una cosa que me ha llamado la atención y es que, Alba Ríos, quien vive en un molino junto con su hermano Manuel Ríos, también se queda impresionada con el porte de Francisco Montés desde el primer momento en el que las miradas de ambos se detienen. Cuando la confianza entre Francisco y Alba va ganando terreno, el lector es capaz de saber todas las penurias por las que han pasado tanto Alba como Francisco en el pasado.
Llegado un momento, Francisco le propone a Alba a ir a Córdoba para trabajar en el negocio que quiere abrir el propio Francisco en esta ciudad andaluza. Al principio, Alba muestra un cierto recelo al dejar Zambra y su trabajo en el molino pero al final, después de un suceso que acontece cerca de ella se ve obligada a irse a vivir a Córdoba con  su hermano y Francisco.
La lectura que saco de esta novela es que el pasado siempre está ahí esperando que le ganemos para que no nos atormente y otro punto de vista que saco después de la lectura de esta novela es que hay que disfrutar del presente sabiendo cuál es nuestro pasado y sabiendo, al mismo modo, de donde venimos.


FICHA TÉCNICA:

Nº PÁGINAS: 252 Páginas.
AUTORA: Lydia Guerrero Arnalte.
EDITORIAL: Malbec.
ENCUADERNACIÓN: Tapa blanda.
ISBN: 9788494485749


SINOPSIS:

Francisco Montés, escritor a punto de abrir su propio periódico en Córdoba, siguiendo ciertos rumores, emprende su viaje en busca del célebre bandolero el «Tempranillo», que se encuentra escondido en la sierra de Lucena. Su objetivo: localizar la partida de forajidos y convivir con ellos para escribir el artículo de portada de El Noticiero.
Al llegar al pueblo de Zambra encontrará, inesperadamente, algo más que una oportunidad especial para su futuro profesional. Conocerá a Alba Ríos que le obligará a cambiar las, hasta entonces, muy bien planeadas prioridades de su vida.
La joven, acostumbrada a vivir en su pequeño pueblo y a la vida tranquila que le brinda su humilde trabajo de panadera, queda irremediablemente enamorada del escritor a primera vista. A pesar de su aparente sencillez, la joven esconde una inteligencia y un talento especial.
Su pasado no es tampoco tan anodino como parece y está muy vinculado a la ciudad de Córdoba.
¿Sabrá Francisco Montés ver más allá de las apariencias?

domingo, 23 de junio de 2019

RESEÑA DE NO ES TIEMPO DE PEROS DE DAVID JIMÉNEZ "EL TITO"


Todavía "No es tiempo de peros" pero si es tiempo de las despedidas. David Jiménez "El Tito" concluye de una forma magistral la trilogía protagonizada por Marcial y Zoe y que dio inicio con "Muertes de sobremesa" e "Inspector Solo".
En esta tercera novela vemos que la ciudad portuaria y trimilenaria Cartagena es un personaje más. Esto es un aspecto que me gusta siempre cuando leo un libro. Me gusta que aparezcan lugares por donde he pisado alguna vez.
En "No es tiempo de peros" vemos una serie de cambios muy significativos, o al menos así lo veo yo. Para empezar, nos topamos con un Marcial que ya no está dentro del cuerpo de policía porque está "disfrutando" de una excedencia en el trabajo. Por otro lado, nos encontramos a una Zoe más "marcializada" ya que, desde la desaparición de Miralles, su pareja, hace que Zoe se vuelva un poco arisca y, al mismo tiempo, hace que se salte alguna que otra norma.
La vida que tiene Marcial es una vida bastante tranquila. Siempre lo vemos cerca de Sola. Ya que he sacado a colación el nombre de la galga de Marcial tengo que decirle a David que hay en la novela una situación por la que pasan tanto Sola como Marcial que no me ha gustado demasiado. Diría yo que me entristeció esa situación cuando la estaba leyendo. (Situación que tendréis que averiguar leyendo la novela). 
Hay un aspecto que me ha llamado mucho la atención y es el comportamiento de los policías que trabajan en los Asuntos Internos del cuerpo. Me ha llamado la atención porque estos policías deben estar muy pendiente de lo que pasa y que si se distraen pierden todo. 
Volviendo a Marcial y a Zoe. Lo que hace que los dos vuelvan a "trabajar" juntos es la búsqueda y captura del Cazador.
Si me tengo que quedar con algo de la novela me quedo con la situación por la que pasa Sola y Marcial, antes referida, y con el final no porque se cierra la trilogía, yo quería que Marcial siguira dando guerra. Digo que me quedo con el final porque es un final inesperado e impactante. Y ya sabéis, si queréis averiguar este final inesperado e impactante, os tenéis que leer "No es tiempo de peros", el broche de oro a una trilogía cartagenera. 


FICHA TÉCNICA:

Nº PÁGINAS: 413 Páginas.
AUTOR: David Jiménez "El Tito".
EDITORIAL: Versátil.
ENCUADERNACIÓN: Tapa blanda.
ISBN: 9788417451318


SINOPSIS:

Ella ya no es esa policía tímida que no se atrevía a mirarlo a la cara.
Él ya ni siquiera es policía.
Ambos han pagado un peaje demasiado alto por trabajar al margen de la ley. Ahora lo único que los une es una causa común: encontrar al Cazador.
Pero compartir un objetivo no los convierte en compañeros, solo en socios; unos socios que tendrán que lidiar con una relación amor-odio basada en engaños.
Para Zoe, Marcial es el mejor medio para descubrir al verdadero culpable de la muerte de su novio. Para Marcial, Zoe es la única compañía humana que no le resulta insoportable.
La búsqueda del Cazador los une en un nuevo caso, pero esta vez nada será igual. Marcial ya no tiene una placa que le impida desafiar las normas, y Zoe simplemente ha dejado de cumplirlas. Ambos iniciarán un descenso a los suburbios de Cartagena en la investigación de una trama de blanqueo de capitales que salpicará de sangre los cimientos de la ciudad.

miércoles, 19 de junio de 2019

ENTREVISTA A ALBERT VILLANUEVA


En la mañana de hoy miércoles, SuperLectorAlfa "viaja" a Gavá para mantener una agradable conversación con el autor de la novela "Por hacer a tu muerte compañía" (Ed. Círculo Rojo). Hoy tenemos el placer de hablar con Albert Villanueva
Albert nació en Gavá cuando Gavá era un pueblo (más adelante nos narrará la evolución de Gavá hasta nuestros días). Es profesor  de Secundaria y lector compulsivo. Como nos dirá a lo largo y ancho de la entrevista, Albert mantiene que debemos tener dos vidas: una de ellas destinada solamente para leer o releer. Estudió en la Universidad de Barcelona y "Por hacer a tu muerte compañía" es su primera novela. En 2017 escribió un ensayo titulado "Yo no quiero ir a esta escuela"

Y después de esta introducción ha llegado el momento esperado. Ha llegado el momento de que Albert ponga voz a las respuestas a cada una de las cuestiones formuladas por SuperLectorAlfa. Comenzamos en 3,2,1,...



- Eres de Gavá. ¿Cómo era el Gavá de tu infancia? ¿Ha cambiado mucho Gavá?

Gavà, hace cincuenta años, era un pueblo que empezaba a ser ciudad… Eran los años sesenta y todos los pueblos de alrededor de Barcelona crecían con la inmigración.
Yo nací en un barrio de las afueras de Gavà, un barrio que crecía con casas levantadas a base de horas extras y de muchas estrecheces. Unas casas por cuyas ventanas escapa el olor a cocido mezclado con las canciones de Juanito Valderrama y Manolo Escobar… Un barrio de calles sin asfaltar, sin coches y repletas de chiquillos que hacían de aquellos terrenos su lugar de juegos, de experiencias, de vida. Un barrio donde los vecinos se conocían y se ayudaban, donde los niños jugaban todo el día hasta que una madre, la de cualquiera, salía a la ventana y nos llamaba a comer…El barrio de una época en la que Netflix era sacar una silla a la calle a tomar el fresco…
Ahora Gavà es una ciudad con las comodidades y desventajas de cualquier otra… Yo sigo viviendo en el mismo barrio, pero en estas calles ya no hay niños jugando, el terreno está dominado por los automóviles, las ventanas y las puertas están cerradas y los vecinos son unos desconocidos…


- ¿Has sentido siempre esa simpatía que se le tiene a las letras y al mundo literario o has tenido épocas en las que estabas lejos de las letras?

Siempre he sido “de letras”. Desde los inicios del BUP me atrajo el estudio de la Literatura… Recuerdo que mis madre debió pensar que era un bicho raro cuando un aniversario le pedí que me comprara un libro que había visto en un escaparate y que se titulaba “Historia de la Literatura”.
A partir de entonces me convertí en lector compulsivo. Y empecé a escribir algunos textos que guardaba sólo para mí. En 3º de BUP gané el premio de redacción del Instituto, pero, sobre todo, seguí leyendo.


- ¿Hay algún libro que te ha marcado en tu trayectoria?

Recuerdo el libro que realmente me enganchó a la lectura. Supongo que había leído otros anteriormente, pero fue “Diez negritos”, de Agatha Christie, el que realmente me hizo comprender la magia que podía esconderse entre las páginas de un libro. Aquél consiguió que, por primera vez, no saliera la tarde de un sábado a jugar a la calle… Aquella tarde me quedé encerrado en la habitación leyendo y, a partir de entonces, vendrían muchas tardes más…
Desde aquel día he leído muchísimo y de géneros muy diversos. Muchos autores me han marcado como lector. Me parece pretencioso decir que alguno de ellos me ha marcado como escritor… Imagino que cada uno de ellos me ha ido dejando un poso que, inconscientemente, debe aparecer en mi prosa.


- ¿Quién o quiénes son tus referentes literarios?

Francisco González Ledesma, referente de Albert.
La lista sería interminable… Entre mis preferidos estarían, seguro, Eduardo Mendoza, Manuel Vázquez Montalbán, Andreu Martín y Henning Mankell. Pero no podría olvidarme de Juan Madrid, Lorenzo Silva, Alicia Giménez Bartlett y Vicente Álvarez.
Pero por encima de todos está Francisco González Ledesma. Para mí, el escritor español más grande de la segunda mitad del siglo XX. Autor poco conocido, como pasa muchas veces, en nuestro país, pero que en Francia era toda una institución. El autor que todo el mundo debería leer alguna vez…


- En la solapa de tu novela “Por hacer a tu muerte compañía” viene mencionado que mantienes que cada persona debe tener dos vidas, de las que una se debería dedicar a leer, ¿por qué crees que cada persona debería tener dos vidas y utilizar una de ellas para leer?

Deberíamos tener una vida para leer… y para releer, pues hay autores que merecen ser releídos cada cierto tiempo… Eso me pasa a mí con Ledesma… Cada relectura es un disfrute mayor, un nuevo descubrimiento.
La vida nos ofrece innumerables maravillas y alicientes, pero para mí no hay ninguno mejor que meterse en la piel de unos personajes que me hacen vivir otras vidas, otras historias, otras vivencias…
En esta época en que estamos abducidos por las series de televisión, yo defiendo la función de los libros. En esta época audiovisual, yo abogo por los libros. En esta época donde priva la inmediatez, yo estoy de parte de la relajación que me ofrece una novela.


- En 2017 publicaste un ensayo llamado “Yo no quiero ir a esta escuela” en el que reflexionas sobre el sistema educativo actual. Ahora yo te pregunto: desde tu punto de vista, ¿cómo es el sistema educativo actual? ¿Qué se podría hacer para tener un sistema educativo mejor?

La escuela actual se parece mucho a la escuela en la que estudié yo. ¡Y han pasado casi cuarenta años desde que salí del Instituto! Y lo más grave es que ni la sociedad es la misma ni los niños son iguales que entonces…
La escuela actual, en muchos casos, no da respuesta a las necesidades de los alumnos… La escuela debería preparar a los alumnos para poder enfrentarse a los retos del siglo XXI. Y esos retos son muy diferentes a los que teníamos nosotros cuando éramos críos.
En la escuela actual, el profesor debería dar un paso al lado y dar todo el protagonismo al alumno. Es el alumno el verdadero protagonista. El profesor debe ser un guía, una ayuda… No el ser que todo lo sabe…
Yo, que creo mucho en las palabras, considero que la escuela debería cambiar la definición con la que aparece en el diccionario: centro de enseñanza. ¡No! La escuela no debe ser un centro de enseñanza, sino un centro de aprendizaje… Sólo con el cambio de esa palabra, cambia todo. Si es un centro de enseñanza, el protagonista es el profesor. En un centro de aprendizaje, el alumno pasa a estar en el foco y a ser el eje sobre el que gira todo.


- Volviendo a la novela “Por hacer a tu muerte compañía”, se ve que la música está muy unida a tu vida. ¿Con qué tipo de música disfrutas más? 

La música llegó a mí durante mi adolescencia. Debía tener catorce o quince años cuando descubrí el rock… ¡Hasta entonces, sólo escuchaba a Nino Bravo! Pero durante un verano conocí a unos cuantos grupos que cambiaron mi existencia. Siempre digo que en aquel momento me hice mayor…
El rock de los setenta, la época dorada de la historia de la música, es la banda sonora de mi vida… Neil Young, Lou Reed, Pink Floyd, Yes, Dylan, Clapton… Tantos y tantos grupos con los que relaciono episodios y momentos de mi vida… Pero por encima de todos ellos: Jethro Tull, la banda que ha puesto música a mi vida desde los quince años… Y que la sigue poniendo, ya que soy el presidente del club de fans español…


- El título “Por hacer a tu muerte compañía”, ¿era el que tenías en mente desde un principio o le tuviste que cambiar el nombre en alguna ocasión?

La novela nació con un título provisional que no me gustaba… Pero no soportaba abrir el Word y que aparecieran ya las primeras líneas de la novela… Así que decidí ponerle al documento una página a modo de portada con un título en el centro. Pero ese título no me convencía.
Una vez acabada la escritura y después de meses de corrección, junto con mi esposa Núria comenzamos la búsqueda del título definitivo. Hicimos una lista, poníamos uno y lo dejábamos reposar durante una semana. Pero ese tampoco nos convencía y probábamos con otro… ¡Pero no había manera!
La novela estaba a punto de ser enviada a impresión cuando recordé un poema de mi poeta de cabecera: Miguel Hernández. Fue entonces cuando me salvó la Elegía que Hernández escribió cuando se enteró de la muerte de Lorca. En aquel poema aparecen esos versos de “por hacer a tu muerte compañía”. Y entonces vi claro que ese era el título que estaba buscando, pues la protagonista de mi novela se da cuenta de que ella ha vuelto a su ciudad para hacer compañía a la muerte de su abuelo.
A partir de ese momento, y a contrarreloj, tuve que hacer algunos pequeños cambios en el texto para que quedara claro y justificado el uso de ese título… Pero después de semanas de angustia buscando el título, me llenaba de satisfacción cerrar el círculo con uno de los autores de mi vida.


- En la novela nos encontramos con la protagonista, Julia Rovira de nombre. ¿Qué destacarías de ella? ¿Y de Martí Rovira, el abuelo de Julia que también tiene un peso muy importante en la novela?

Julia y Martí, nieta y abuelo, personajes que se complementan y se retroalimentan…
Julia vuelve a Gavà veinte años después, arrastrando una existencia de desaciertos y con muchos agujeros en su alma. 45 años y se siente incompleta, vacía, insatisfecha. La vuelta a sus orígenes, a su pasado, a sus recuerdos, es la última oportunidad que se da a sí misma.
Martí, un joven de los convulsos años veinte, un anarquista con convicciones e ideales que, a veces por principios y a veces por necesidad, deberá tomar decisiones duras.
En la novela quería mostrar cómo la investigación que llevará a cabo Julia y que le hará descubrir un abuelo muy diferente al que le habían explicado, le ayudará a reconstruirse. Mientras asistimos al hundimiento ético y moral de Martí, descubrimos cómo Julia renace. Como si de dos vasos comunicantes se tratara, Julia se alimenta del pasado de su abuelo para, al final de la novela, sentir que ha rellenado todos sus vacíos y por fin es la mujer completa que anhelaba.


- En la novela, tratas de relatar la historia de Gavá en tres épocas distintas. La primera de ellas, retratas al Gavá de los años veinte y treinta; la segunda, la Barcelona de los movimientos anarquistas; y una tercera época que es la de tu infancia y juventud. ¿Cómo era la vida de la gente que vivía en el Gavá de los años veinte y treinta?

Gavà en aquellos años era un pueblecito pequeño y pobre. A penas dos mil habitantes dedicados a la agricultura y cargados de penurias. Pero en esa época llega al pueblo Artur Costa, un potentado barcelonés que construye su casa de veraneo.
Costa construirá el American Lake, lo que él quería convertir en el Montecarlo catalán. Un parque lúdico de 35.000 m2 con hotel, casino, restaurantes, un lago con barcas y una isla con avestruces en el centro, un bosque surcado por arroyos, un tren que recorría todo el perímetro… Una cosa impensable en aquella época y más en un pueblo como Gavà…
También es la época en que se establecen en el pueblo las primeras indústias, entre las que destacará la fábrica Roca de sanitarios.
Todo ese pasado, toda esa época, quería que tuviera un peso importante en la novela.


- “Por hacer a tu muerte compañía” es una novela en la que el pasado y los recuerdos cobran gran importancia. ¿Crees que es bueno “viajar”, en cierta medida, al pasado?

Considero que no es que sea bueno “viajar” al pasado, sino que es algo totalmente necesario. Tal como dice Raimon en una de sus imperecederas canciones: “quien pierde los orígenes, pierde la identidad”.
Nuestros recuerdos y nuestros pasados son eso, nuestros… Forman parte de nosotros y nos ayudan a conformar nuestro ser. Por eso creo que es importante volver a ellos de tanto en tanto. No para ser críticos con el pasado, sino para aprender de él… Como dice el padre de Julia al final de la novela: «Con sus sombras y sus luces, el abuelo fue producto de un tiempo y de unas circunstancias...y nosotros no seríamos justos si lo valorásemos desde nuestro cómodo presente.»


- ¿Qué buscas en los lectores con “Por hacer a tu muerte compañía”?

La época de la Barcelona anarquista de los años veinte y treinta me parece fascinante. Una época donde obreros jovencísimos se jugaron la libertad y en muchos caos la vida para conseguir mejoras laborales de las que nos hemos beneficiado nosotros. Muchos deben pensar que las ciertos derechos ya venían de serie… Pero no, se consiguieron con huelgas y manifestaciones que fueron brutalmente combatidas por el gobierno en connivencia con la patronal.
Barcelona era conocida en aquella época como la “Rosa de fuego” y sus calles quedaron teñidas con la sangre de casi mil asesinados por los pistoleros del Sindicato Libre. Se realizó un verdadero terrorismo de estado…
Y esa época es muy desconocida para buena parte de la sociedad. Después llegó la Guerra Civil y se lo comió todo… Por eso he querido con mi novela recordar una época tan importante y tan ignorada.


- ¿Tienes algún proyecto literario nuevo en mente?

Tengo en mente y he comenzado a trabajar en tres novelas negras protagonizadas por unos Mossos d’Esquadra y que continuarán teniendo Gavà como territorio reconocible.
Pero de todas maneras, no me gusta etiquetar las obras… Vivimos obsesionados por poner etiquetas a todo… “Por hacer a tu muerte compañía” supongo que se considera una novela histórica porque está centrada en una época concreta de nuestra historia. Pero en el fondo, desde los griegos, desde Shakespeare, todas las historias hablan de lo mismo: de los grandes sentimientos humanos. Mi obra habla de amor, de envidia, de odio… Y mis nuevas novelas seguirán hablando de eso.


- A la hora de escribir, ¿tienes alguna maní o ritual previo?

No hay ritual que valga… Lo único válido es trabajar y ponerle ganas… Hay días más provechosos que otros, pero para escribir hay que ser tenaz y constante. Como dijo aquél: «Que las musas te pillen trabajando.»
Eso sí, para una novela como “Por hacer a tu muerte compañía” es muy importante la documentación histórica… Y a eso dediqué unos cuantos meses… Meses que me hicieron disfrutar muchísimo.


- Como lector, ¿lees de todo o lees obras literarias de algún género literario en concreto?

Desde hace más de veinticinco años soy principalmente lector de novela negra. No me cierro a ningún género y a lo largo del año leo muchos libros que se escapan de ese género. Pero el negro es el género que más me hace disfrutar y el que considero más relevante, pues en el fondo es como la novela social de los años cincuenta… Es la literatura que critica a la sociedad… Lo de menos es el crimen o la investigación. Eso queda para la novela policiaca o detectivesca.
Antes de los veintiocho años leí a los clásicos… Incluso durante la época de la mili me leí buena parte de la literatura sudamericana, cosa que ahora me costaría muchísimo.


- ¿Qué consejo le darías a aquellas que quieren empezar a escribir sus primeros libros pero que, por diversos motivos, no terminan de dar el paso?

Creo que en esta vida, y sobre todo cuando se tiene ya una determinada edad, hay que hacer cosas que te ofrezcan satisfacción personal. Eso es lo que me da a mí escribir. Lo demás…
Yo sólo soy un lector que a veces escribe… No soy nadie para dar consejos… Pero sí estoy convencido que la felicidad únicamente se consigue poniendo pasión en todo lo que haces. Y eso es lo que yo intento. También cuando me planto ante un folio en blanco.


- Para finalizar la entrevista, la gente que no  haya leído y que quiera adquirir algún ejemplar de “Por hacer a tu muerte compañía”, ¿de qué modo lo puede hacer?

La novela salió al mercado a finales del año pasado. Se puede pedir en cualquier librería, que son los reductos que luchan contra la globalización y que debemos cuidar… Aunque, evidentemente, también se puede encontrar en cualquiera de las plataformas habituales.
También se puede solicitar en mi web (www.albertvillanueva.es), donde también se encontrará información complementaria de la novela: fotografías, datos biográficos de los personajes históricos que aparecen, acceso a la banda sonora, etc.