Buenos días. Hoy no es un viernes cualquiera. No es un viernes más porque empezamos en SuperLectorAlfa una nueva temporada de entrevistas y lo hacemos con un escritor que hasta la pasada edición de la Feria del Libro Modernista de Cartagena no conocía en persona. Estoy hablando del escritor Tomás Vicente Martínez Campillo. Tomás nació en la localidad alicantina de San Miguel de Salinas en 1957. Tomás se caracteriza por ser escritor de poesía, novela y relatos. En el año 2007 empieza su trayectoria literaria con "El Sitio" una novela sobre la corrupción urbanística. Posteriormente, en 2011 escribe un poemario en apoyo de una joven retenida contra su voluntad en el Sáhara titulado "Melankoria" (Costa Literaria Ediciones). En el año 2013 vuelve a escribir novela y publica una novela que versa sobre una historia familiar en el marco de la Guerra Civil y que lleva por título "Esta será mi bandera" (Círculo Rojo). En el 2017 vuelve a escribir una nueva novela ambientada en el Siglo XX en las continúas luchas sociales en defensa del río Segura y de la huerta. Esta novela lleva el título de "Segura" (Malbec Ediciones). Más adelante, decide escribir relatos y en 2018 publica dos libros de relatos: "Abonico. Relatos de la represión susurrada" (Editorial Pluma Verde) y "15 Agujeros" (Malbec Ediciones).
Después de esta introducción llega el momento esperado. Llega el momento de charlar con Tomás Vicente. Empezamos en 3,2,1,....
En primer lugar, darte las
gracias por aceptar esta entrevista para el blog literario SuperLectorAlfa, un
blog que nació para difundir la literatura y dar a conocer a los autores a más
gente.
Gracias a SuperLectorAlfa por ofrecerme un hueco en este blog para
compartir con los lectores del mismo mis inquietudes literarias.
- Un escritor, ¿nace o se hace?
Esa es la eterna pregunta, con muchas respuestas y otros tantos interrogantes. Escribir tiene una parte
creativa, necesaria e imprescindible, y unas técnicas que es necesario
aprender. Creo que todas las personas nacemos con una curiosidad innata, con
capacidad creativa (unas más que otras, es cierto), aunque a medida que vamos
creciendo, los condicionantes personales, familiares y sociales hacen que se
desarrolle más o menos. En mi caso, esa creatividad siempre ha estado presente
y manifestándose de diferentes formas, hasta que se encauzó hacia la creación literaria.
No obstante, esa creatividad debe ser cultivada para obtener los mejores
resultados. Además, es necesario aprender las técnicas que mejoren esa primera
intuición, como en cualquier oficio.
- ¿Te gustaba leer de pequeño o en tu juventud la lectura era algo que te
aburría?
Leer ha sido y es una de mis principales aficiones, de mis pasiones,
desde que tengo recuerdo. En mi casa había pocos libros (el dinero no daba para
eso), pero mis padres cuando podían hacían el esfuerzo para que entrara algún
libro en casa (mi padre leía todo lo que caía en sus manos). Todavía conservo
aquellos pocos libros, de la editorial Rodegar, de Barcelona: Ben Hur, El
último mohicano, Los últimos días de Pompeya, o
novelas de la colección «Brigadas Especiales» de esa misma editorial.
Libros que llegaban por correo. Y cómo no las inolvidables novelas del Oeste,
del prolífico Marcial Lafuente Estefanía. Desde mi adolescencia, con algunos
ahorros de los trabajos de verano comencé a comprar mis propios libros,
colecciones incluso, de periodicidad semanal. Más tarde, junto a mi mujer
comprábamos a distancia cada mes en Círculo de Lectores, deseosos de que
llegaran por correo. Y perder la noción del tiempo en las librerías, de libro
en libro, ante la difícil decisión de llevarme uno u otro. Me gustaban (me
gustan) casi todos.
- ¿Te animó alguien a adentrarte en el mundo literario?
A escribir no. Fue una necesidad, un desahogo, una manera de liberarme
de una pesada carga social que me asfixiaba. A publicar sí, mi familia, y lo
hice para que me dejaran tranquilo, la cosa había llegado a un punto en que mi
hijo de vez en cuando pasaba por delante de mí exhibiendo un folio con la
palabra «publica». Ahora agradezco su insistencia.
- ¿En qué momento dijiste de empezar a escribir para que la gente te
pudiera leer?
Siempre he escrito, aunque de forma discontinua y no literatura
precisamente. Y no escribo para que la gente me lea. Me explico. Cuando escribo
lo hago pensando en mí, en la necesidad que tengo de contar una historia que me
ha ido ocupando la cabeza, en la necesidad de crear ese mundo, esos personajes,
esos hechos, las emociones y sentimientos. Solo cuando está acabado el relato,
la novela o el poema es cuando pienso en si otras personas podrán disfrutar con
lo que yo he creado, al igual que yo he disfrutado haciéndolo. Como antes he
dicho, mi primera novela, El Sitio, comencé a escribirla sin plantearme
escribir una novela, tan solo quería volcar sobre el papel (sobre la pantalla
del ordenador) mi frustración ante la sinrazón del desaforado crecimiento
urbanístico que no atendía a más razón que la especulación y el dinero, y que
se llevaba por delante cultura, historia, y espacios naturales. Cuando llevaba
doscientas páginas comencé a tomar conciencia de lo que estaba haciendo.
Alberto Vázquez Figueroa |
- ¿Quién o quiénes son tus referentes literarios?
Muy variados. He leído a muchos autores de casi todas las épocas, sobre
todo novela, aunque también ensayos, poesía... Gabriel García Márquez es uno de
mis favoritos. No obstante, creo que escribo gracias a las novelas de Alberto
Vázquez Figueroa: su forma de contar, las aventura que te hacer vivir... Así se
lo dije en una conferencia suya a la que asistí: «Gracias, Alberto, por
escribir; por leerte creo que escribo yo». De todas formas, aun de manera
inconsciente he ido absorbiendo de cada lectura, de cada autor, y todo eso se
ha ido mezclando, disolviendo, impregnado lo que escribo, haciéndolo mío,
resultando difícil identificar la fuente original de la que una vez bebí.
- Hasta el momento, ¿cuántos libros has escrito?
Publicados van siete: tres novelas (El Sitio, Esta será mi bandera y
Segura), dos libros de relatos (15 agujeros y Abonico), un
poemario (Melankoría) y un libro de historia local (Aquí están las
pruebas). En diciembre saldrá publicado un segundo poemario: Envido.
En el cajón están a la espera una novela del Oeste, dos libros de relatos y
otro de fantasía. Y otros dos en fase de creación.
- Empecemos cogiendo “El Sitio”. ¿Cómo surge la idea del libro?
Como ya he comentado antes, la idea del libro surge cuando llevo la
mitad escrito. Durante la década de los noventa y principio de dos mil estuve
trabajando muy directamente en la elaboración del Plan General de Ordenación
Urbana de mi pueblo, San Miguel de Salinas, y pude comprobar cómo los sólidos
argumentos en favor de un desarrollo equilibrado y respetuoso con el medio se
estrellaban contra el muro del desarrollismo a corto plazo, de la especulación,
y no solo en mi localidad sino en todas partes. Esa locura me saturó y la
manera de liberarme fue comenzar a contar todo ese desastre desde la ficción.
- ¿Con qué se puede encontrar el lector en “El sitio”?
Con una novela que atrapa desde las primeras páginas. Con intriga, con
una realidad social compleja que se diseña en despachos, con gente dispuesta a
hacer valer la cordura. El Sitio es un espacio natural codiciado por un
promotor urbanístico sin escrúpulos al que apoya un alcalde deshonesto. Dos
concejales y Espino, un grupo secreto de
acción directa, tratarán de impedir su urbanización. Por otra parte, en La Bisbal de l’Empordà, un bodeguero, exiliado
chileno, compra un ordenador en el que le aparecen unas extrañas líneas de
texto. Él y sus amigos les seguirán la pista hasta El Sitio. Pero el principal
obstáculo para llevar adelante los planes urbanísticos en esa finca viene de
donde menos se lo esperan sus valedores: el arquitecto municipal, que tras las
vacaciones de verano se ve incapaz de realizar el informe necesario. Ha
conocido a una monitora de deporte aventura y sus certezas existenciales se
están tambaleando peligrosamente. Hasta el punto de poner su vida en riesgo. La
joven tendrá que remover su propio pasado para ayudarle.
- En la novela tratas temas como la honestidad y la corrupción. Según tu
punto de vista, ¿por qué hay gente que prefiere la corrupción antes que la
honestidad? ¿Qué habría que hacer para que nunca hubiera corrupción?
Los seres humanos nos necesitamos unos a otros para sobrevivir, por eso
desde nuestros orígenes hemos vivido en colectividades, en sociedad. Aunque
siempre ha habido, y habrá, personas que antepongan sus intereses personales a
los colectivos buscando su propio provecho aun a costa de sus congéneres y del
medio natural. Dinero y poder son los motivos. Esto siempre va a estar ahí, y
la única manera de luchar contra la corrupción es establecer suficientes
mecanismos de control por parte de los poderes del Estado para minimizarla.
Sobre todo acabar con la impunidad en la que se instalan los corruptos, y para
eso es necesario un cambio de mentalidad en la sociedad. Una tarea, por otra
parte sumamente difícil. Estamos a años luz de los países europeos más
desarrollados. Rinconete y Cortadillo, con traje y corbata, siguen campando por
este país, y mucha gente admirándolos y votándolos.
- Ahora pasamos a tu novela “Esta será mi bandera”. El lector, ¿qué se
puede encontrar con “Esta será mi bandera”?
Esta será mi bandera es la voluntad de un hombre por remover la pesada
losa de silencio con la que el miedo de la posguerra enterró la historia
familiar. Es anudar, por encima de un paréntesis de 70 años, los dos extremos
de una historia de amor, sacrificio, heroísmo y sufrimiento. Es, también, el
intento de un pequeño grupo de hombres por cambiar el curso de la guerra y de
la Historia aun a costa de sus vidas.
El protagonista solo sabe que un tío suyo murió
en la Guerra Civil. Un día descubre entre viejos papeles una carta que lo
intriga, y emprenderá una búsqueda que lo llevará a conocer las dolorosas
consecuencias de ser un vencido, y a vivir el riesgo que conlleva querer saber
la verdad.
Intriga y aventura desde el presente hasta los
años de guerra y exilio posterior. Desfilarán los principales hitos (o mitos)
que han quedado en el imaginario colectivo: el oro de la República, las
Brigadas Internacionales, Los Niños de la Noche, La Batalla del Ebro, El viaje
del Sinaia hasta México. A decir de los lectores, una historia trepidante.
- ¿Qué fue lo más difícil a la hora de escribir “Esta será mi bandera”?
Lo más difícil fue adentrarme en los entresijos de esa época tan dura
como lo fue la guerra civil española y la posguerra de represión y exilio. Me
di cuenta de que más allá de los tópicos, sabía muy poco de los hechos, de sus
causas y consecuencias, lo que me obligó a muchas horas de estudio,
entrevistas, viajes para visitar escenarios y mucha reflexión para comprender.
- Pasamos ahora “Segura”. ¿Cómo surge la idea de escribir esta novela?
Pues curiosamente, con el movimiento 15M. Cuando vi la transversalidad
que se dio cita en la Puerta del Sol y en otras plazas de toda España, me di
cuenta de que, salvando contenidos y distancias, eso lo había vivido yo en la
Vega Baja del Segura a finales de los años noventa del siglo XX en el seno de
un movimiento ciudadano asambleario, horizontal, muy potente, en defensa del
río y de la huerta, donde a la hora de tomar decisiones valía igual el voto de
un alcalde que el del más pequeño de los campesinos. Me pareció que una
experiencia tan interesante debía contarla como escenario de una novela.
- ¿Con qué se puede encontrar el lector en la novela “Segura”?
Con intriga, traiciones,
venganzas, muertes sospechosas, historias de amor, y ese marco histórico como
telón de fondo a las tramas y subtramas a las que los personajes, reales y de
ficción, van dando vida. A través de ellos conoceremos qué problemas padecía el
Segura, quiénes eran los responsables, qué hizo la gente, qué soluciones se
consiguieron.
La novela comienza en los
primeros días de 1998. Elías, un joven vagabundo, que muere en vida soportando
sobre su conciencia una terrible culpa, llega a Rojales, donde también bajan
muertas las aguas del Segura. En los hombres y mujeres que luchan por salvar el
río, Elías encontrará poderosas razones para engancharse de nuevo a la vida.
Pero nada es fácil cuando la mentira, la traición, la venganza, la corrupción y
la injusticia están de por medio.
Las movilizaciones en defensa del río,
protagonizadas por Cauce Arriba, Segura Limpio, Pro Río y los hombres y mujeres
ribereños del Segura a finales de los años noventa, son el marco histórico en
el que transcurre esta apasionante historia de amor y lucha, de compromiso y
solidaridad, de lealtad y entrega. Aunque defender aquello que se ama, aquello en
lo que se cree, puede poner en riesgo la propia vida.
- ¿Qué se podría hacer para evitar la contaminación reinante en el río?
Conseguir que la Confederación Hidrográfica del Segura hiciera su
trabajo de prevención, vigilancia y sanción. Aunque el principal problema que
soporta el río, especialmente en su tramo bajo, es la sustracción de sus aguas
para dotar a los nuevos regadíos del agronegocio, buena parte de ellos
desarrollados al margen de la legalidad, poniendo en una difícil situación al
regadío tradicional que ve cómo le llega poca agua y de mala calidad.
- Pasamos ahora a hablar de “Abonico”. ¿Con qué tipo de relatos se puede
encontrar el lector?
Abonico es una colección de catorce relatos inspirados en hechos y
personas reales sobre la represión de posguerra, esa represión más sutil, del
día a día, del insulto, la humillación, el hambre, el miedo. Son relatos duros,
tratados con sensibilidad, en los que se reconstruye, desde la ficción
literaria, la atmósfera, el sentimiento, las emociones de las víctimas
protagonistas de estos relatos.
- ¿Qué es “Abonico”? ¿Cómo surge la idea de “Abonico”?
Abonico es un localismo, ya
casi en desuso, que significa hablar en un susurro, en voz muy baja. Un título
que resume la manera en que vivieron muchas personas durante décadas, hablando
abonico, resistiendo abonico, con el miedo sobre sus cabezas.
La idea de este libro de
relatos surgió durante la realización de entrevistas a familiares de personas
represaliadas durante la posguerra para la preparación de un libro de historia
local. Las anécdotas que me contaban, en no pocos casos eran inconexas,
desubicadas temporalmente, dotadas de más sentimiento que contenido; por eso
decidí convertirlas en relatos de ficción para poder conectarlas y adecuarlas
al contexto histórico, con el objetivo de ofrecer una muestra de esa represión
más cotidiana, menos espectacular pero muy efectiva. Una aportación más al
conocimiento de una época oscura que hay que leer para poder pasar página.
- ¿Cuánto tiempo te llevó a escribir “Abonico”?
Los relatos que componen Abonico los he ido escribiendo a lo largo de
cuatro años, según iban apareciendo en las entrevistas las historias, los hechos,
las anécdotas que recordaba la memoria oral.
- Ahora pasamos a tu otro libro de relatos y que en la pasada edición de la Feria del Libro Modernista de Cartagena lo pude adquirir. Estoy hablando de “15 Agujeros”. ¿Con qué se puede encontrar el lector?
Con piratas, brujas, hadas, misterios, leyendas que cobran vida,
batallas, tesoros escondidos. 15 agujeros son quince relatos surgidos de
viajes, la mayoría vacacionales, que he realizado con mi familia. Nos
convertimos en protagonistas de historias extraordinarias que nos ocurren
cuando se agujerea la realidad para que entre la magia y la fantasía. Ávila,
Zugarramurdi, Bejís, Cuenca, Gandesa, Valdavido, Villoslada de Cameros... son
lugares en los que se desarrollan las historias que cuento. Relatos frescos,
intrigantes, que además de hacer que el lector pase un buen rato le pueden
sugerir lugares en los que pasar unos días de vacaciones siguiendo las
peripecias del autor y su familia.
- ¿Era el título que tenías en mente desde el principio o le tuviste que
cambiar el nombre en alguna ocasión?
Los quince relatos han ido surgiendo de verano en verano a lo largo de
más de una década. No había título desde el principio pues ni siquiera había
idea de hacer un libro con ellos. Con doce ya escritos, en el verano de 2015
decidí viajar a Zugarramirdi, Zilbeti y Belchite para inspirarme y escribir un
relato de cada lugar, hasta completar los quince. Fue ahí cuando surgió el
título.
- ¿De quién fue la idea de hacer la portada de “15 Agujeros” con las
mirillas que podemos encontrar en las puertas de las casas?
Del equipo de diseño con el que trabaja la editorial Malbec. Y desde
luego, creo que ha sido todo un acierto.
- Has escrito varios libros ya. Esto me lleva a preguntarte, ¿qué buscas
en los lectores?
Que pasen un buen rato, que disfruten leyendo como yo escribiendo, que
se queden con ganas de más, e incitarles a reflexionar sobre problemas de
nuestro tiempo.
- Según tu punto de vista, ¿cómo está el sector editorial? ¿Puede mejorar
más todavía?
Creo que ha habido una
«democratización» de la edición. Algo que hasta hace unos años estaba en manos
de unas pocas grandes editoriales ha pasado a diversificarse de una manera
espectacular. Eso es posible porque las tecnologías de impresión han avanzado
mucho y porque cada vez hay más gente que escribe y quiere ver publicado su
libro. Así, también se ha «democratizado» la escritura (y la literatura), de
tal manera que podemos leer buenas historias que de otra forma nunca habrían
visto la luz. El riesgo es que también se publiquen obras de poca calidad
literaria. Aunque el hecho de escribir un libro ya es toda una hazaña para el
autor.
Creo que las pequeñas
editoriales hacen lo que pueden, es muy difícil abrirse camino en un mercado
dominado por unas pocas grandes y muy saturado de obras. El lector y las
librerías de proximidad deben ser mimados. Así como buscar para las obras
diseños estéticos exigentes, creativos. Y primar la calidad literaria de las
obras.
Por otra parte, al igual
que los autores no podemos quedarnos en casa a esperar que nuestras obras
lleguen a los lectores, también las pequeñas editoriales tienen que bregar sin
descanso para encontrar escaparates donde difundirlas. Esto es un trabajo de equipo.
- ¿Qué ha sido lo mejor que te ha pasado desde que estás en el mundo
literarios? ¿Y lo menos bueno?
Lo mejor ha sido y es conocer a mucha gente del sector, especialmente a
personas que sueñan y escriben, gente muy interesante y diversa. Viajar, tanto
para visitar escenarios como para acudir a eventos. Y tomarme una caña allá
donde voy, siempre en buena compañía. ¿Lo menos bueno? Mi objetivo es disfrutar
con todo esto, así que lo miro por el lado colorido. Si acaso, el gasto que
suponer llenar el depósito del coche para ir de aquí para allá.
- ¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren empezar a
escribir sus propios libros pero que, por diversos motivos, no se deciden a dar
el paso?
Que comiencen a teclear o a garabatear sin pensar en el resultado final,
que vuelquen sus emociones, sus preocupaciones, sus anhelos, sus retos y sus
logros, en el formato que deseen, pero que escriban. Sirve de terapia, de hobby,
de vicio, y organiza el pensamiento. En escuelas e institutos, la escritura creativa
debería ser una materia más.
- Para terminar la entrevista, la gente que la haya leído y que quiera
conseguir algún ejemplar de tus libros, ¿de qué modo lo pueden hacer?
Los primeros están agotados. Segura y 15 agujeros (Malbec
ediciones) y Abonico (Editorial Pluma Verde), supongo que se pueden
pedir a librerías, o ponerse en contacto con la editorial o con el
distribuidor: Taller de Prensa.
Muchas gracias de nuevo y desde SuperLectorAlfa te deseo lo mejor de
cara al futuro. Ha sido un placer.
Muchas gracias a SuperLectorAlfa por la tarea de difusión de los autores
de proximidad y de sus obras.
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