Granada, una ciudad magnífica que me encantó cuando fui a
visitarla hace dos o tres años, vuelve por tercera vez a ser el
epicentro del crimen.
En
"Los hijos malditos", novela con la que que May R. Ayamonte cierra la
trilogía de Jimena Cruz, se producen varios crímenes a cuál más atroz y
espeluznante que le pone los pelos de punta al lector. En Semana Santa,
en mitad de una procesión muy importante para Granada se produce un
suceso que origina una oleada de odio y más crímenes. Aparece una mujer
muerta en lo alto de la iglesia.
Jimena,
que en principio no quiere meterse a investigar por miedo a que
situaciones de los casos anteriores se vuelvan a repetir, deberá jugar
con sus mejores cartas para llegar al final de la investigación pero no
lo tendrá para nada fácil. A nivel personal, Jimena continua luchando contra sus fantasmas del pasado tratando de hacer cambiar las cosas. No será fácil.
Jimena Cruz desde la primera novela se le coge, al menos para mí es así, mucha simpatía y se convierte realmente en una amiga. Cuando terminé de leer la novela me entró esa sensación que le entra a cualquier persona cuando llega el momento del adiós, el instante de la despedida porque desde la primera novela, "Las niñas salvajes", sentí una conexión muy especial con Jimena Cruz.
Gracias May por regalarnos a los lectores un personaje tan especial como es Jimena Cruz.
FICHA TÉCNICA:
Nº PÁGINAS: 480 Páginas.
AUTORA: May R. Ayamonte.
EDITORIAL: Contraluz.
ENCUADERNACIÓN: Tapa Dura.
TEMÁTICA: Novela Negra.
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2024.
ISBN: 978-84-19822-06-2
NOTA: 8/10
SINOPSIS:
AÑOS 80, UNA VOZ
Un grupo de personas camina a través de un paraje angosto. Nadie se atreve a elevar la vista del sendero ni a pronunciar palabra. Su misión está clara, deben dirigirse al lugar acordado; aquel que habitarán sus cuerpos y arrojará luz sobre sus vidas. Porque allí, donde los espera él, el verbo está a punto de convertirse en carne.2023, UN CUERPO
Los más devotos se agolpan frente a la
iglesia de San Pedro y San Pablo a la espera de que comience la procesión del
Cristo de la Misericordia, una de las más respetadas en Granada. La oscuridad y
el silencio cubren cada espacio de la escena, hasta que las puertas se abren y
el titilar de las velas advierten el inicio del paso, que apenas consigue
avanzar unos metros cuando un grito rompe la quietud de la noche.
Jimena Cruz, quien se encontraba en el
lugar, avanza entre el tumulto. A ese primero le han seguido más, y ahora todos
señalan al cielo al advertir, horrorizados, cómo un cuerpo pende en lo alto del
campanario.
Y EL INICIO DE UNA PESADILLA
Un nuevo descenso a los infiernos
aguarda para Jimena, que deberá dar caza a un asesino mientras lidia con un
extraño manifiesto que ha llegado a la ciudadanía y en el que se advierte del
deseo de ver reducida la Alhambra a cenizas.
Tras Las niñas salvajes
y Las aguas sagradas,
llega el desenlace que miles
de personas estaban esperando.
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