domingo, 28 de septiembre de 2025

787: ENJAMBRE. GONZALO P. GOIKO

 

Los pueblos, esos conjuntos de personas que se conocen entre ellas, están últimamente en peligro de extinción. Empiezan a carecer de ciertos servicios como el tener alguna sucursal bancaria, alguna consulta médica, etc., y este hecho hace necesario la existencia de libros como "Enjambre" que rinda homenaje al entorno rural.

La novela me ha gustado, aunque no tanto como otras. Admito que me costó encontrar un punto de conexión con los personajes: durante buena parte de la historia me parecieron planos, al menos para lo que suelo leer. Sin embargo, a medida que la acción planteada por Gonzalo P. Goiko avanza, los personajes muestran una evolución que logra enganchar más. Puede que mi impresión no coincida con la vuestra, pero, al fin y al cabo, esto no deja de ser una opinión personal.

La trama me ha entretenido, aunque no consiguió atraparme por completo. Eso sí: el final me ha parecido magnífico, porque en Enjambre nada es lo que parece y la sorpresa está asegurada.

"Enjambre" es una historia de venganza, de celos, de mentiras y verdades ocultas por miedo a la respuesta de los afectados. Juan, un muchacho tranquilo y trabajador, decide averiguar por su cuenta quién ha sido el asesino de su amigo cuando todo el mundo que le rodea mantiene que ha sido un suicidio. 
 
 
FICHA TÉCNICA:
 
Nº PÁGINAS: 310 Páginas.
AUTOR: Gonzalo P. Goiko.
EDITORIAL: Aliar Ediciones.
ENCUADERNACIÓN: Tapa Blanda.
TEMÁTICA: Novela Negra (Rural Noir)
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2024.
ISBN: 978-84-10374-73-7
NOTA: 7.5/10
 
 
 
SINOPSIS:
 

Juan, un joven ganadero de la remota comarca asturiana de Los Oscos, descubre de manera fortuita el cadáver de su amigo Ramiro colgando de la rama de un castaño. Aunque pueda parecer un suicidio, está convencido de que su vecino no tenía ningún motivo para quitarse la vida. Y las pruebas le dan la razón.

Desde ese instante comienza a buscar sin descanso respuestas que lo conduzcan a averiguar la identidad del asesino, con un doble motivo. Por un lado, porque está acostumbrado a la desidia de las autoridades respecto a lo que acontece en aquella zona perdida. Teme, y con fundamento, que el asesinato de su amigo pase a engrosar la lista de casos sin resolver. Y por otro, porque la teniente que lleva el caso se ha empeñado en colgarle el muerto.

De esa manera descubre que Ramiro, que trabaja para una ONG ecologista que lucha por mejorar las condiciones de vida de los osos, se ha labrado numerosos enemigos en el ejercicio de sus tareas. Gentes despiadadas que no dudan en infringir las leyes sin importarles las consecuencias.

Su búsqueda lo conducirá, además, a desenterrar viejas historias que fueron el origen de las rencillas entre dos familias del valle. La suya y la de Ramiro. Y no le va a gustar nada lo que está a punto de descubrir. Su viaje en pos de la verdad lo transportará a los tiempos de la Guerra Civil, cuando un grupo de maquis se escondió en aquellos montes para intentar salvar sus vidas ante el avance de los sublevados.

 


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