martes, 29 de septiembre de 2020

JUAN FRANCISCO FERRÁNDIZ: "Cuando escribo, no pierdo de vista al lector pues mi intención es arrastrarlo a la época y lugar que visitamos en la novela. Trato de hacerlo lo mejor que puedo".

 

Hoy tenemos el inmenso placer de tener con nosotros en SuperLectorAlfa al escritor Juan Francisco Ferrándiz, autor de la novela "La tierra maldita" (Grijalbo, 2018), entre otras.
Nuestro invitado de hoy nació en Cocentaina (Alicante) en 1971. Es Licenciado en Derecho y ejerce como abogado en la ciudad de Valencia. Cabe destacar que también es el director del programa radiofónico Una nit al Castell sobre historia, tradiciones, enigmas y leyendas valencianas, programa que se emite en varias emisoras gracias a la Xarxa d´Emissores Municipals Valencianes.  
Al principio de la presentación de Juan Francisco Ferrándiz destacaba su novela "La tierra maldita" que vio la luz en 2018 con Grijalbo pero, aparte de esta novela, el invitado de hoy también ha escrito "Las horas oscuras" (Grijalbo, 2012) y "La llama de la sabiduría" (Grijalbo, 2015). 
 
Después de esta introducción ha llegado el momento de que Juan Francisco Ferrándiz ponga voz a las respuestas dadas a cada una de las cuestiones que desde SuperLectorAlfa se le formulan. Empezamos en 3,2,1,...
 
 

- Esta pregunta se la formulo a todo el mundo a que entrevisto. Para ti, ¿qué es la literatura?

La literatura para mí es un universo paralelo que nació hace milenios cuando después de una cacería fracasada, la tribu, en torno al fuego, comenzó a imaginar si las cosas hubieran sucedido de otra manera ese día. Ese esfuerzo colectivo por imaginar una ficción nos abrió la puerta a fabular, a contar y a relatar otras vidas, historias, sucesos… Leer un libro es estar sentado ante el fuego y escuchar al chamán narrar algo…

 

- ¿Has sentido desde siempre esa simpatía que se le tiene a la literatura?

De niño era aficionado a los cómics (Tintín, Jabato, Mortadelo y Filemón…) y muchos los cogía de la biblioteca municipal de mi pueblo (Cocentaina). A los trece años la bibliotecaria me ofreció leer la saga de Sandokán de Emilio Salgari y me quedé enganchado, pero resulta que el cuarto volumen lo había sacado alguien y no lo devolvía. Mientras esperaba, la bibliotecaria comenzó a proponerme otros títulos, de temáticas variadas… Así empezó todo

Todavía sigo esperando al desaprensivo que no devolvió el cuarto libro de Sandokán, pero mientras tanto sigo leyendo otros libros…

 

- ¿En qué momento dijiste de empezar a escribir tus propios libros para que la gente te pudiera leer?

Aunque de muy joven era el que contaba las historias de miedo en las acampadas, fue cuando me incorporé al mercado laboral. La materia jurídico-económica es muy árida y creo que fue el primer fin de semana tras comenzar a trabajar cuando comencé a hacer las primeras pruebas para narrar alguna historia.

De esa manera encontré un modo de equilibrar la mente y poco a poco brotaron ideas y proyectos que me llevarían por una senda totalmente insospechada.

 

- ¿Hay algún libro que te haya marcado a lo largo de tu trayectoria?

Muchos. Del principio podría destacarte Drácula o El nombre de la rosa, y de los últimos te hablaría de El bosque oscuro de Cixin Liu, la segunda parte de El problema de los tres cuerpos, una trilogía de ciencia ficción que pronto dará mucho que hablar.

 

- ¿Quién o quiénes son tus referentes literarios?


Mis gustos literarios son muy variados, de hecho suelo cambiar con frecuencia de nero, sin embargo siempre regreso a un género muy específico que son los relatos de terror gótico y de principios del siglo XX, Poe, Bécquer, Stevenson, Blackwood, Lovecraft, Stoker, Doyle...

 

- Eres Licenciado en Derecho y ejerces como abogado en Valencia. ¿Qué es más fácil: escribir o ejercer como abogado?

Ambas facetas a mí personalmente me resultan difíciles y comprometedoras. Tanto los jueces como los lectores son severos y exigentes. El género histórico atrae a lectores de muchas inclinaciones y normalmente llegan con mucho leído a sus espaldas, lo que eleva el reto de ofrecer una historia atractiva y que esté muy bien documentada, pues así debe ser.

Cuando escribo, no pierdo de vista al lector pues mi intención es arrastrarlo a la época y lugar que visitamos en la novela. Trato de hacerlo lo mejor que puedo.

 

- ¿Alguna vez has utilizado, cambiando los nombres y fechas, datos de tu trabajo como abogado o, por el contrario, cuando escribes intentas que tus tramas no tengan nada que ver con tu trabajo profesional?

No suelo tomar a personas concretas como personajes, pero sí observo las filias y fobias de la gente; trato de intuir las fuerzas internas que mueven a cada uno y que suelen ser primarias (ambición, deseo, envidia). Todas las personas que uno va conociendo de un modo u otro ayudan a componer personajes, pero ninguno de éstos es nadie en concreto.

Eso es lo que dijo yo, sin embargo los lectores más próximos a mí sí especulan sobre la identidad verdadera de tal o cuál personaje, lo que me lleva a pensar que tal vez lo haga de manera inconsciente. Escribir tiene su parte misteriosa.

 

- Ha llegado el momento de hablar de “Las horas oscuras”. ¿Cómo se gesta esta novela?


Una parte de mi biblioteca particular se compone de obras clásicas: Platón, Heródoto, Lactancio, Cicerón… Desde mucho tiempo atrás me resultaba sorprendente que alguien como yo, sin linaje y perdido en el interior de la provincia de Alicante, tuviera en su haber obras escritas miles de años atrás y en lejanos lugares. ¿Cómo lograron preservarse y transmitirse? Tras esa pregunta yo intuía misterio y el esfuerzo de muchos, sobre todo en épocas oscuras y violentas como la alta edad media. Así se gestó esta historia.

 

- Creo, y si me equivoco me corriges, que “Las horas oscuras” fue la novela con la que hiciste tu debut literario allá por 2012, ¿cómo fue esa sensación de ver tu nombre plasmado, por vez primera, en la portada de un libro?

En realidad en 2003 publiqué Secretum Templi, una novela histórica escrita en valenciano que hoy es difícil de encontrar pues la editorial cerró hace años. Tuvo muy buena acogida a pesar de la escasa difusión y eso me animó a seguir adelante. Las horas oscuras fue mi debut en la editorial Grijalbo y la oportunidad de saltar al panorama nacional. Esta novela me ha brindado varios de los momentos más felices de mi vida.

Ver tu libro expuesto en las librerías es una sensación de enorme felicidad pero curiosamente te das cuenta de que sólo es el principio, pues no sabes si los lectores lo escogerán o acabará en la oscuridad de un almacén. Tampoco garantiza que las siguientes obras vean a luz. En mi caso cada proyecto es un reto.

 

- El lector que se decida leer “Las horas oscuras”, ¿con qué tipo de novela se puede encontrar?

Nos encontramos en el año mil después de Cristo y es una historia de aventuras envuelta en el halo misterioso de un monasterio en ruinas, en las brumosas tierras de Irlanda. El lugar no es casual pues fue en esa isla donde se conservaron muchos textos clásicos (al igual que en la Córdoba). La razón era que la iglesia celta era más tolerante con las obras paganas que la de Roma.  

Nos aproximamos tanto a la lucha por preservar el conocimiento antiguo como a las creencias y temores de la época. Por otro lado, en todas mis novelas hay un componente femenino importante y en este caso lo aporta una joven llamada Dana que nos abre las puertas al mundo celta.

 

- En la novela podemos viajar a Irlanda y podemos conocer a Brian de Liébana. ¿Qué destacarías de este personaje?

Brian es un joven monje benedictino que actúa comprometido con una difícil causa; preservar textos clásicos que tras la desaparición de la biblioteca de Alejandría y las ciudades, están siendo destruidos. Existe además una oscura comunidad que pretende adueñarse de esos viejos legajos y códices. El conocimiento es libertad y evolución frente a la ignorancia y el fanatismo, por eso siempre ha transitado por el filo entre la luz y la oscuridad.

Brian y sus hermanos monjes buscan un refugio seguro para su tesoro y así comienza la aventura, pero en realidad esta historia es de personajes y el misterio que se cierne sobre el monasterio revelará las sombras del pasado del protagonista y supondrá su despertar a nuevos sentimientos como el amor.

 

- Narras la época en la que se construyó el monasterio de San Columbano en Irlanda. Mi pregunta es: ¿sigue en pie este monasterio o es un monasterio que desapareció como tantos de ellos a lo largo de la historia?

El monasterio de la novela es ficticio y se sitúa en la costa oeste frente a los acantilados de Moher, sin embargo se inspira en el de Glendalough que es uno de los monasterios irlandeses medievales mejor conservados, además la arqueología nos muestra otros cenobios situados sobre túmulos.

Aún hoy resulta mágico viajar por la isla Esmeralda y encontrar las ruinas de esos lugares de piedra oscura, donde se conservó parte del saber antiguo que reapareció con el Renacimiento, unos siglos más tarde.   

 

- Pasamos ahora a “La llama de la sabiduría”, novela que se publicó en 2015. ¿Cómo nace esta segunda novela?

En un viaje a Madrid vi unos carteles que anunciaban una exposición en el museo Thyssen titulada Heroínas e hice un hueco para visitarla. Versaba sobre la concepción de la mujer y la feminidad a través de la historia, la mitología, la estética, etc. sin embargo en aquellas pinturas a mi me pareció ver un mensaje oculto… Al mirar el conjunto era como si la situación de la mujer no hubiera sido lineal a lo largo del tiempo.

¿Cómo era posible que después de todo lo que mostraban aquellas pinturas la humanidad hubiera llegado al punto de preguntarse si las mujeres tenían alma?

Esa cuestión hizo que me zambullera en una ardua labor de documentación e investigación para mí iniciática. Las conclusiones se incorporaron a esa novela como parte de la lucha de la protagonista por desafiar las rígidas normas de su época.



- El título que tiene, ¿era el que tenías en mente desde el principio o le tuviste que cambiar el nombre en alguna ocasión?

El título original era El canto de sibila, pero la editorial propuso La llama de la sabiduría que representaba mejor el espíritu de la novela y el secreto que encierra. Me pareció muy bien y así se quedó. 

 

- En esta novela nos trasladas a Valencia en el Siglo XV. ¿Cómo era la vida en Valencia por aquella época?

Escogí el siglo XV pues fue un momento en el que las mujeres perdieron muchos derechos que habían gozado aún en la edad media. En el siglo X hallamos documentos de mujeres vendiendo tierras, sin embargo en el siglo XV ya requerían la autorización de un varón. Era un momento de sombras y sin embargo lucieron llamas como Christine de Pizan o Anastasia Spatafora. Cuando llegaron las sufragistas en el siglo XIX no empezaron de cero, otras mujeres siglos atrás lucharon por preservar la dignidad y el valor de lo femenino.

Valencia representa la metrópolis en su sentido arquetípico, fue en esos años la ciudad más próspera del Mediterráneo, un lugar de encuentro de gentes y de ideas. Me parecía una ciudad atractiva como escenario de novela. Su riqueza patrimonial e historia son sorprendentes y poco conocidas.

 

- En aquella época se trataba a las mujeres como seres de segunda, por decirlo de alguna manera. ¿Por qué se trataba a la mujer de este modo por aquella época?

¿Tiene alma las mujeres? Así comienza esta novela. Lo importante no es responder a la pregunta sino reflexionar sobre cómo pudo llegar a formularse en aquel siglo.

La situación de la mujer no ha sido igual en todas las épocas. Ha habido altibajos y la historia y la mitología nos revelan cómo se logró someterlas. El patriarcado sólo es un conjunto de arquetipos arraigados en nuestra psique que fueron sembrados hace siglos y, por lo tanto, pueden sustituirse por otros basados en el respeto. El resto son prejuicios y clichés. Más que cuestión de leyes, juzgados, etc, la única manera de lograr una igualdad respetuosa es la educación. 

 

- Pasamos ahora a “La tierra maldita”, novela con la que disfruté muchísimo leyéndola. ¿Cómo nace la idea principal de la novela?


Yo estaba zambullido en otra historia cuando en una búsqueda causal leí un extraña palabra con cierto reflujos fantásticos: Gotia. Así se llamaba en los siglos IX y X una extensa región al sur de Francia que llegaba hasta la Marca Hispánica (la frontera del imperio carolingio con Al-Ándalus).

Desde ese momento no pude hacer otra cosa que buscar más sobre la tierra de frontera que fue Barcelona y su territorio durante aquella época. A medida que leía más sobre esa parte poco conocida de la historia se iba desplegando la trama en mi mente. Fue una descarga incontrolable. Tuve qué escoger qué relato contar en un territorio de frontera que podía albergar miles. 

 

- Para esta novela nos invitas a hacer otro viaje, esta vez a Barcelona del Siglo IX. El lector que prefiera leer esta novela y descubrir como era la Barcelona del siglo IX, ¿con qué ciudad se puede encontrar?

Barcelona fue conquistada a Al-Ándalus por el hijo de Carlomagno en el año 801, pero a pesar de los intentos fue imposible desplazar más la frontera hacia el sur. Barcelona quedó justo en el borde de una tierra de nadie. Las ciudades alrededor fueron pronto destruidas y la ciudad condal sólo resistió por sus formidables murallas romanas. A eso hay que sumar destructivos ataques cada siete u ocho años, las rencillas y conspiraciones entre nobles, la despoblación la miseria… En definitiva, Barcelona era una ciudad de unos 1.500 habitantes, condenada a desaparecer, sin embargo resistió y con los siglos llegó a ser una próspera urbe, ¿cómo lo logró? Esta es parte de la historia…

 

- En esta ocasión tenemos el placer de conocer a un joven obispo llamado Frodoí. ¿Qué destacarías de este personaje?

Frodoí es un personaje histórico. Era un obispo franco que por alguna oscura razón fue destinado a la peligrosa Marca Hispánica, de hecho se sabe que su antecesor murió asesinado. Frodoí lo cambió todo y le dio una oportunidad a Barcelona. Sus logros forman parte de la trama de la novela pero por encima de los hechos concretos, lo que me llamó la atención en la documentación fue ver que ante el poderoso rey de Francia Carlos el Calvo, solía salirse con la suya. Un signo más de su carisma y astucia.  

 

- De las tres novelas, ¿con cuál te sentiste más cómodo escribiéndola y cuál te supuso un mayor esfuerzo?

Las horas oscuras me llevó mucho tiempo por otras ocupaciones, de hecho a veces entre una sesión de escritura y otra pasaban semanas. La llama de la sabiduría fue en la que más tiempo invertí investigando y documentándome. Por último La tierra maldita tardó en aparecer en mi mente pero, como he contado, cuando apareció la palabra Gotia, todo se desencadenó con rapidez.

Cada historia, como cada persona, nace y es fruto de circunstancias diferentes. Para mí es una faceta mágica y fascinante de esta tarea.

 

- ¿Qué fase te gusta más: la de documentación o la de escritura?

Cada una tiene su atractivo y sus pegas. La labor de documentación se asemeja a investigar y no dejas de sorprenderte. Una de las cosas más interesantes es cómo cambia la mirada de los lugares o los hechos históricos cuando quieres que formen parte de una trama. Una calle, un lugar, se convierte en un espacio mágico. Suelo ir cuantas veces puedo a los lugares donde se desarrollan las escenas y las recreo con la imaginación. Para mí es una gozada.

No obstante es la escritura lo que define este oficio. Para mí es una especie de trance y a veces no soy consciente de haber escrito tal párrafo o diálogo. Estoy seguro de que no sólo me ocurre a mí. Creo que cualquier acto creativo supone un viaje hacia el interior o hacia el exterior, según se mire. 

 

- ¿Estás trabajando actualmente en algún nuevo proyecto literario?

Sí, de hecho estoy ya en la fase de editing con mi editora, y si no pasa nada, el año que viene verá la luz una nueva historia. Me encantaría tener la oportunidad de hablaros de ella cuando esté disponible.



 - ¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren empezar a escribir sus primeros libros pero que, por diversos motivos, no terminan de dar el paso de enfrentarse a la hoja en blanco?

Si es por pereza no tengo nada que decir, si es por inseguridad o respeto ahí va mi consejo, que sirve para escribir y para otras muchas facetas. Los que no somos genios pero tenemos ideas y algo de técnica, también podemos escribir y llegar bastante lejos, muy lejos incluso. ¿Cómo? Con una sencilla herramienta: La revisión…

Mi teoría es que cualquier novela está a “n” revisiones del Nobel de Literatura. Tal vez se necesitarían miles de repasos, varias vidas para hacerlos, pero es así. Lo importante es la certeza de que cada vez que se revisa una obra es mejor. Revisando hasta la extenuación se pueden conseguir resultados brillantes. Primero hay que escribir y luego revisar una vez, otra, otra, otra, otra… Ya verás… (la imagen del escritor que tecleaba FIN y sacaba el folio de la máquina es falsa).

 

- Para terminar la entrevista, la gente que la haya leído y que quiera adquirir algún ejemplar de tus novelas, ¿de qué modo lo pueden hacer?

Salvo Secretum Templi, las otras tres novelas han sido publicadas por Grijalbo, del grupo Penguin Random House, en formato Trade y de bolsillo, por tanto cualquier librería las tiene a su disposición. También están en ebook en plataformas como megustaleer, Amazón y Casadellibro. Espero que las disfrutéis si os animáis.

 

Muchas gracias y desde SuperLectorAlfa te deseo lo mejor de cara al futuro. Espero y deseo que sigas escribiendo más novelas para enriquecer la literatura y, en un plano más general, la cultura actual. Ha sido un auténtico placer tenerte en el blog. 
Muchas gracias a vosotros pero antes quería disculparme con el blog pues esta entrevista debía estar contestada hace varias semanas, pero problemas de salud (por suerte solucionados) han retrasado el momento. Perdonadme. Os deseo gratas lecturas y muchos éxitos para este blog dedicado a promover la cultura y la emoción, pues la literatura engloba ambas cosas. Un fuerte abrazo y mi más sincera enhorabuena. Hasta pronto.

 


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