Hay personajes a los que se les coge una cierta simpatía y, desde mi humilde punto de vista, Toño y Sergio son dos claros ejemplos de estos personajes a los que se les coge esta simpatía a la que me refiero. Comentar que Toño y Sergio aparecieron en una novela anterior titulada "La muerte visita Águilas", que fue la obra prima del escritor aguileño Juan Francisco Díaz Navarro. Hoy os quiero hablar de la segunda novela de Juan Francisco, a quién le pude conocer en persona y "sacarlo de la virtualidad" en la pasada Feria del Libro de Cartagena, "La conexión italiana". Como comento, esta es su segunda novela publicada y la primera que publica con la editorial cartagenera Malbec.
El lector que opte por leer "La conexión italiana" y si, anteriormente, ha leído "La muerte visita Águilas" comprobará que hay una clara evolución en la narrativa de Juan Francisco a mejor y una clara mejoría en el planteamiento de la trama. Comentar, también, que las dos novelas no tienen nada que ver y que, por lo tanto, se pueden leer en el orden que cada lector quiera puesto que son novelas autoconclusivas, aunque compartan algunos personajes como es el caso de Toño y Sergio.
Pero la pregunta sería: ¿qué hay en "La conexión italiana"? Y la respuesta sería mucha acción, mucho suspense que no deja al lector ni un minuto de descanso, una investigación que sale de los límites de la Región de Murcia (lugar en el que sucede gran parte de los hechos que se narran en la novela), especialmente de los límites de la ciudad costera de Águilas y que nos lleva a Livorno, en Italia, en donde se produce un robo a un banco de renombre en Italia y en el que la mafia italiana tenía gran parte de su capital depositados en las distintas cajas de seguridad del banco, robo que tiene su repercusión en la época actual.
La trama comienza cuando aparece brutalmente asesinado el dueño de una pizzería italiana que se situaba en Águilas. La investigación la tienen que llevar Toño y Sergio por imperativo de sus superiores pero, sin pretenderlo, se topan cara a cara con la mafia italiana y juntos emprenden una batalla sin cuartel para saber quien puede más si la policía o la mafia, dicha batalla se traducirá en diversos cadáveres que van apareciendo en Águilas, una ciudad en la que casi nunca pasa nada hasta que pasa.
Siéntense, pónganse cómodos y disfruten con "La conexión italiana" porque quien conecte con las redes de Juan Francisco Díaz Navarro no podrá salir. Lo digo por experiencia. Juan Francisco es, sin duda alguna, un autor que ha llegado por y para el beneficio de las letras de la Región de Murcia porque de esta parte de España, que es la Región de Murcia también salen grandiosos autores que se convierten en grandes amigos.
FICHA TÉCNICA:
Nº PÁGINAS: 261 Páginas.
AUTOR: Juan Francisco Díaz Navarro.
EDITORIAL: Malbec.
ENCUADERNACIÓN: Tapa Blanda.
TEMÁTICA: Novela Negra.
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2022
ISBN: 978-84-125274-5-2
NOTA: 7.5/10
SINOPSIS:
Águilas, salvajemente torturado, remueve viejas heridas del pasado,
cuando sale a la luz que se trata uno de los atracadores que participó
el mayor robo de un banco en Italia hace más de veinte años, cuando se
llevó junto a sus compinches un cuantioso botín de dinero en efectivo y
documentos que implicaban a la Mafia y a la Cosa Nostra.
Toño y Sergio, dos policías de la ciudad mediterránea, tendrán que
enfrentarse a numerosas preguntas sin resolver. ¿Puede ser la Mafia la
que ha cometido el crimen?, ¿Serán sus antiguos compañeros? Mientras
ellos están empeñados en resolver el asesinato, alguien no dudará en
matar a quien haga falta por conseguir lo que busca…
«Lector, prepárate para adentrarte en un thriller policíaco de alta
tensión y de emociones capaces de traspasar las páginas del ejemplar que
tienes entre manos a través de una trama que nace en un pasado que
trasciende el presente y que marcará el futuro inmediato de sus
personajes, como la vida misma.» «LA CONEXIÓN ITALIANA, segunda novela de
Juan Francisco Díaz Navarro, nos lleva por caminos de curvas
constantes, de baches inauditos que nos proporcionan trompicones
extraordinarios, saltos extravagantes y nos azuza a seguir dirigiendo
nuestro vehículo con más velocidad si cabe. Y no podremos parar, aunque
como os obvio, llegaremos a nuestra meta.»
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