Hay novelas que tardo más de lo normal en leerlas por motivos diversos: no es el mejor momento para leer una determinada novela, no estoy atento a lo que leo y la dejo, o también porque me empecino en otra novela que me apetece más y aparto la que estaba leyendo antes, etcétera. La novela de José Calvo Poyato es una de esas novelas que me han costado un poco más conectar. Un día, paseando por la Biblioteca Municipal Josefina Soria de Cartagena me crucé con "La ruta infinita" y me la llevé a casa para leerla pero, al poco tiempo de tenerla, la devolví a la biblioteca cuando no llevaba ni un tercio leído. Y ahí se quedó hasta hace, más o menos, dos semanas que volví a la biblioteca a llevármela para leerla y, en esta ocasión sí, he terminado encantado con "La ruta infinita", que en 2020 logró el Premio Ciudad de Cartagena que otorga la Semana de la Novela Histórica de Cartagena. Me ha parecido una novela inolvidable, descomunal y una gozada.
El lector de "La ruta infinita" podrá acompañar a Magallanes en la misión que le encarga el rey del momento que no era otro que Carlos I y V de Alemania para encontrar un paso por el que acceder a las Islas de las Especias. Esta misión, que desde un principio supone un quebradero de cabeza para los portugueses (compatriotas de Magallanes) y para los castellanos (tenían envidia de que un portugués llevara la voz cantante en la expedición), supone la más complicada de las misiones llevadas a cabo hasta la fecha. La expedición va cumpliendo los objetivos a pesar de las muchas dificultades a las que se tuvo que enfrentar como son motines en los barcos, enfermedades raras no vistas en ese momento, envidias de unos y otros, fallecimientos debidos a una infinidad de causas, etcétera. Aparece, al mismo tiempo, otro personaje muy importante para la historia por haber sido el primero que completó la Primera Vuelta al Mundo que no es otro que Juan Sebastián Elcano.
Sobre esta temática de la vuelta al mundo había leído varios textos pero ninguno como el que nos presenta José Calvo Poyato. En esta ocasión, aparte de centrarse en el desarrollo de la travesía llevada a cabo por los cinco buques que iniciaron la marcha, el autor también se centra en cómo se planificó dicha travesía. Este hecho me ha servido para comprender el contexto de la época.
Si todavía no habéis leído "La ruta infinita", yo os animo a que la leáis y dejaros atrapar por la primera vuelta al mundo que se llevó a cabo gracias a personas como Magallanes (quien la inició) y Elcano (quien la finalizó).
El 10 de agosto de 1519 partía del sevillano muelle de las Mulas una flota compuesta por cinco naves (la Trinidad, la San Antonio, la Concepción, la Victoria y la Santiago) dirigida por el experimentado navegante portugués Fernando de Magallanes, que había tenido el empeño y la tenacidad de hacer realidad su proyecto para buscar un paso entre el Atlántico y el mar del Sur. Tras permanecer cuarenta días en la desembocadura del Guadalquivir, frente a Sanlúcar de Barrameda, salieron a mar abierta.
Tres años después, solo una de ellas, la Victoria, con el velamen destrozado y una menguada tripulación de dieciocho hombres hambrientos y agotados, llegaba al puerto sevillano ante la atónita mirada de una multitud que se apiñaba en el Arenal y llenaba las riberas del Guadalquivir. Al mando de la nao estaba el vasco Juan Sebastián Elcano. Las calamidades y contratiempos sufridos eran incontables, pero habían encontrado un paso para llegar al mar del Sur, a las islas de las Especias, y dado la primera vuelta al mundo...
Calvo Poyato llevará al lector a Lisboa, donde se están construyendo la Torre de Belém y el monasterio de los Jerónimos, y en la cual Magallanes da forma a sus sospechas. También viajará a Sevilla, una ciudad en la que se siguen con pasión los viajes a las Indias, y a la corte de un jovencísimo Carlos I, donde se multiplican las intrigas cortesanas y los intentos de frustrar la expedición que protagonizará la gran aventura de viajar alrededor de la Tierra a través de mares desconocidos y hacer frente a los peligros en tierra firme. Un hecho tan grandioso como poco conocido, en sus más jugosos detalles y secretos, que merece la pena recordar.
En el Quinto Centenario de una de las más grandes gestas de la historia de la humanidad, con su impecable estilo y habitual rigor histórico, Calvo Poyato nos desvela en La Ruta Infinita la historia de esa aventura que fue algo más que la Primera Vuelta al Mundo.