Hoy
es viernes. En la tarde de hoy "viajamos" a la localidad murciana de
Cieza para mantener una agradadble conversación con el autor de novelas
como "Monambo" (Editorial MurciaLibro). Este autor es Pedro Diego Gil López nacido el 4 de abril de 1961 en Cieza.
Dicho
esto, dejemos que Pedro se presente a los lectores de SuperLectorAlfa y
dé respuesta a cada una de las cuestiones formuladas en
SuperLectorAlfa. Empezamos en 3,2,1,....
- Para la gente que no te
conozca, ¿quién es Pedro Diego Gil López?
Una persona de acción que tiene un trabajo solitario, donde puede pensar,
de ahí que surja en él la necesidad de escribir, más que de hablar, de narrar,
en vez de contar lo que ve, lo que oye, lo que imagina. Alguien que intenta
encontrar esas aristas del conocimiento que se ocultan en la naturaleza de las
cosas, que intenta depositar sus ideas en las formas que reconoce, para poder
explicar su percepción de la vida.
- Un escritor, ¿nace o se va haciendo a medida que pasa el tiempo?
Para existir hay que nacer. Un escritor, como tantas otras facetas humanas,
se va haciendo, unas veces fácilmente, otras de forma abrupta, pero creo que, casi
siempre, con esa lenta maduración que al final hace que se desarrolle el
potencial suficiente, capaz de alentar un creador literario. Tiene que surgir
esa voluntad, esa necesidad, una lógica empírica que aglutine los conocimientos
adquiridos por el escritor.
- ¿Has sentido siempre simpatía hacia las letras?
La verdad es que sí, aunque no fuese muy consciente de ello. Desde muy
temprano la palabra escrita ha despertado en mí los sueños. Al principio de
todo, los comics con su correlación de imágenes y diálogos, cargados de
onomatopeyas. Pero, muy pronto, los textos escolares de la asignatura de lengua
y algunas obras literarias infantiles fueron metiéndome en este mundo
fascinante.
- ¿En qué momento dijiste de empezar a escribir para que la gente te
pudiera leer?
Creo que cuando uno empieza a escribir no es muy consciente de que la
gente llegue a leerte, ese es mi caso, no obstante, cuando logras crear una
obra consistente, como por ejemplo puede ser una novela, al finalizarla, tal
vez, lo que más deseas es que alguien la pueda leerla. Respondiendo a tu
pregunta, no es que empezara a escribir para que la gente pudiera leerme, más
bien fue al revés, después de crear una obra uno se pregunta: ¿Por qué no
dejársela a alguien que la lea? Te respondes a ti mismo que sí, que eso es lo
mejor que puedes hacer, y a partir de esa decisión, tu implicación crece y se
desborda, unas veces angustiándote y otras alzándote a ese pedestal del ego del
que es tan fácil caer.
- ¿Hay algún libro que te haya marcado?
No me ha marcado ningún libro y a la vez me han marcado, prácticamente,
todos los que he leído. Y casi todos los que voy leyendo dejan en mí su huella.
- ¿Quién o quiénes son tus referentes literarios?
Hermann Hesse |
Es muy difícil decir cual son los referentes literarios de alguien que
escribe. Yo creo que se van pasando ciclos, y que la lectura de una obra no se
siente igual a una edad que a otra, ni con unos conocimientos dados, si estos
no paran de crecer y evolucionar, como creo que sucede siempre. Yo me empecé
mis raticos de lectura con las novelas de Julio Verne y Emilio Salgari, poco a
poco, con los clásicos de siglo de Oro español, Cervantes, Quevedo, Lope de
Vega. Leyendo poemas sueltos de Miguel Hernández, Alberti, José Hierro. Hasta
que más tarde leí autores americanos: Cortázar y García Márquez. Recuerdo ahora
las obras de Hermann Hesse: El lobo estepario, Viaje al Oriente, Shiddartha, En
el balneario. Por ejemplo: Eugenia Grandet de Honorato de Balzac, Sonata de
Primavera de Valle-Inclán, Los pazos de Ulloa de Emilia Pardo Bazán. Y los escritores
españoles recientes como Camilo José Cela con su obra La familia de Pascual
Duarte o Jesús Fernández Santos con Extramuros. Y los escritores actuales como
Juan Marse y su obra Últimas tardes con Teresa, Carlos Ruiz Zafón y la Sombra
del viento, Javier Sierra o Arturo Pérez-Reverte
con sus amplios catálogos de obras. Y todos los que se me han olvidado.
- Hasta el momento, ¿cuántos libros escritos por ti han visto la luz?
¿Tienes alguno en el fondo del cajón esperando el momento más idóneo para que
vea la luz?
He publicado dos novelas y dos
relatos en antologías sobre la violencia de género y la economía.
- Empecemos hablando de “El pergamino de Shamat”. ¿Qué se puede encontrar
el lector en este libro?
Una novela historia de primera magnitud, como las estrellas, capaz de
transportarnos al final del siglo XV, cuando el reino de Murcia era frontera
con el reino musulmán de la Granada Nazarí. Y a unos personajes que luchan por
sobrevivir y liberarse del cautiverio, dando de sí una aventura constante y una
historia de amor sorprendente que hilvana la trama con un hilo de oro.
- En la novela aparece un juego o deporte de estrategia llamado ajedrez.
Esto me lleva a preguntarte: ¿te gusta el ajedrez?
No solo me gusta, lo practico a menudo y ha formado también parte de mi
vida. Soy Monitor de ajedrez y he dado clases a chavales, tratando de
inculcarles la táctica, la estrategia y los valores de este juego que a la vez
es un deporte mental.
- ¿Qué tiene en especial el pergamino que es el objetivo supremo del ejército
que ataca la villa de Murcia?
Es un secreto que encierra la novela y que va desvelándose al final. El
pergamino es el detonante de la novela, lo que hace que todo suceda, afectando
tan decisivamente a los personajes que aparecen.
- ¿Cómo es la vida del joven Diego, protagonista de la novela?
Al principio, de joven, tiene una vida placentera, rica en emociones, donde
adquirir conocimientos es lo primordial para él, y donde surge el amor y la
fantasía. Pero todo cambia cuando es conducido como cautivo a Granada. Allí, madurará
a golpe de látigo, conocerá el sufrimiento y la humillación de la esclavitud.
Pero, con el tiempo, alcanza los mayores placeres y esa felicidad que todo ser
humano ansía.
- Pasamos ahora a “Monambo”. ¿Cómo surge esta novela?
Tal vez Monambo haya surgido de la empatía con esos africanos que aparecen en la televisión y luego vemos por las calles de manteros. También por la necesidad de saber lo que ocurre en África, conocer como es su gente, descubrir su geografía, sus paisajes, su música, con todos los olores y los sabores, con todo el asombroso colorido y toda la fuerza que transmite.
- El título de “Monambo”, ¿era el que tenías en mente desde un principio o le tuviste que cambiar el nombre en alguna ocasión?
Si, y no sé por qué, la magia de escribir, la sugestión, cosas que recuerdas y no sabes cómo las tienes metidas en la cabeza. Pero si, surgió y me gustó, deformar ese título de la mítica película de los años dorados de Hollywood, “Mogambo”.
- La mayor parte del libro transcurre en África. ¿Por qué África?
Es cómo lo de la última frontera, está ahí, nosotros la tenemos muy cercana, pero es un lugar basto, enorme, donde hay un sinfín de países, zonas climáticas diferentes, paisajes variadísimos, culturas diversas, y a la vez una riqueza humana insospechada, que solo vemos a través de esas noticias dramáticas que nos llegan, o bien de muerte y destrucción, de cataclismos y guerras atroces, o del acoso constante de miles y miles de personas al asalto de las vallas de Ceuta y Melilla, y hasta el incesante trasiego de endebles embarcaciones con gente tan indefensa arriesgándose al poder del mar.
Hoy en día a través de internet
se puede pedir lo que quieras, mis dos obras (Monambo y El pergamino de Shamat)
Se pueden adquirir fácilmente por esta vía, directamente a través de las
páginas de la Editorial Murcia Libro, o por Amazon. Además de poder
encontrarlas en papel, en formato libro. El pergamino de Shamat también se pude
encontrar en Amazon en ebook Kindle. Y si alguien cercano quiere algún
ejemplar, lo puede obtener dedicado a su persona.
Tal vez Monambo haya surgido de la empatía con esos africanos que aparecen en la televisión y luego vemos por las calles de manteros. También por la necesidad de saber lo que ocurre en África, conocer como es su gente, descubrir su geografía, sus paisajes, su música, con todos los olores y los sabores, con todo el asombroso colorido y toda la fuerza que transmite.
- El título de “Monambo”, ¿era el que tenías en mente desde un principio o le tuviste que cambiar el nombre en alguna ocasión?
Si, y no sé por qué, la magia de escribir, la sugestión, cosas que recuerdas y no sabes cómo las tienes metidas en la cabeza. Pero si, surgió y me gustó, deformar ese título de la mítica película de los años dorados de Hollywood, “Mogambo”.
- La mayor parte del libro transcurre en África. ¿Por qué África?
Es cómo lo de la última frontera, está ahí, nosotros la tenemos muy cercana, pero es un lugar basto, enorme, donde hay un sinfín de países, zonas climáticas diferentes, paisajes variadísimos, culturas diversas, y a la vez una riqueza humana insospechada, que solo vemos a través de esas noticias dramáticas que nos llegan, o bien de muerte y destrucción, de cataclismos y guerras atroces, o del acoso constante de miles y miles de personas al asalto de las vallas de Ceuta y Melilla, y hasta el incesante trasiego de endebles embarcaciones con gente tan indefensa arriesgándose al poder del mar.
- El libro de “Monambo” ha sido
editado por la editorial murciana de MurciaLibro. Mi pregunta es, ¿cuánto
tiempo transcurrió desde que mandaste el manuscrito a la editorial hasta que
MurciaLibro vio con buenos ojos publicarte el libro?
No lo recuerdo exactamente,
creo que siete u ocho meses. Fran Serrano es un editor magnifico y pronto tuve
con él una buena sintonía que dio de sí esta fantástica publicación.
- Veo que, por tus libros,
te gusta la historia. Ahora te pregunto, para escribir tus libros de temática
histórica te tienes que documentar. ¿Cómo es esa fase de documentación? ¿Qué
fase te resulta más complicada: la fase de documentación o la escritura?
Ninguna de las dos, disfruto
con ambas, a la vez que escribes surge la necesidad de ir documentándote y la
mejor forma de hacerlo es ir avanzando en lo que quieres plasmar, o sea, una
cosa va unida a la otra, incluso se retroalimentan, elegir, seleccionar, buscar
lo que quieres te hace meterte en la historia de una forma intensa, que de
algún modo te hace vivir una experiencia, que si sabes hacerlo con la empatía
suficiente, puede que sea casi como hacerlo viviendo la realidad, o por lo
menos, aproximarte lo suficiente para poder conducir la narración hasta ese
campo donde todo encaja y progresa hasta donde tú quieres llegar y donde
esperas que los lectores se sumerjan.
- Desde tu punto de vista,
¿cómo está actualmente el sector editorial? ¿Se puede seguir mejorando?
Yo creo que en Murcia ha dado
pasos de gigante, a editoriales y editores que tienen muchas ganas de dar caña,
con la editorial Murcia Libro, por ejemplo, o la Editorial Pluma verde,
Ediciones Dokusou, Tres Columnas, etc.
- Esta pregunta llevaba un
cierto tiempo sin aparecer. Según tu opinión, ¿hacen bien los colegios en
“obligar” a sus estudiantes a leer los libros fijados por el claustro o
deberían de ser los estudiantes quienes propusieran al centro educativo los
libros que más les llame la atención?
Yo creo que las dos formas son
útiles para fomentar la lectura. Depende de la capacidad del profesor para
despertar en sus alumnos las ganas de leer y la pasión por las letras. Además,
es una labor muy importante, porque creo que es ahí donde hay que crear los
buenos lectores, con suficiente capacidad crítica para que a su vez afronten la
vida con ese bagaje cultural que representa la literatura.
- A la hora de escribir,
¿tienes alguna manía?
Muchas veces pongo música.
Pero no, no tengo manías, me dejo llevar, hay veces que tienes más ganas o tras
veces tienes menos. A mí lo que me ocurre es que me pongo en modo poesía o en
modo prosa, según me apetece, según tenga el día, según mi estado de ánimo, según
qué proyectos tenga, etc.
20. ¿En qué momento del día
sueles escribir?
A todas horas, cuando puedo,
quizás por la noche es cuando uno tiene más tiempo.
21. Cuando te surge alguna
idea para algún libro, ¿anotas esa idea en algún lugar o te la guardas en la
cabeza sin necesidad de anotarla en ningún sitio?
Solía guardármelo en la
cabeza, pero me he dado cuenta que es mucho más practico anotarlo, porque la
mente es muy influenciable y algo que has pensado, momentos después, tú mismo
lo cambias sin darte cuenta, lo ves de otra manera, con otra palabras y muchas
veces se pierde la esencia que querías retener.
- ¿Qué ha sido lo mejor que
te ha pasado desde que estás en el mundo literario? ¿Y lo menos bueno?
Lo mejor que me ha ocurrido es
conocer a un montón de escritores y poetas, todos excelentes personas, con las
cuales, muchas veces, hemos intercambiado puntos de vista y hemos compartido nuestras
experiencias y nuestros anhelos. También conocer a los lectores, hablar con
ellos, responder a sus preguntas, a sus gustos y compartir con ellos tus ideas.
Y quizás lo menos bueno sea presentar tus obras, darlas a conocer, la práctica
de esta actividad, para lo que hay que estar bastante preparado y dedicarle
mucho tiempo. ¡Y a mí lo que me gusta es escribir! Pero creo que una cosa esta
muy relacionada con la otra si publicas algo, hay que tener en cuenta que hay
detrás una editorial haciendo un papel muy importante y la forma de
corresponder con ella es estando presente en todas las promociones que sean
menester.
- ¿Qué consejo le darías a
aquellas personas que quieren empezar a escribir sus primeros libros pero que,
por diversos motivos, no terminan de decidirse a dar los primeros pasos?
Que escriban y escriban sin
parar, que comparen lo que están haciendo, que sean los mayores críticos con
ellos mismos, que disfruten siempre con lo que hacen y elijan los temas que más
les gusten y que más los llenen de las mejores emociones.
- Para finalizar la
entrevista, la gente que la haya leído y que esté interesada en adquirir algún
ejemplar de tus libros, ¿de qué modo lo pueden hacer?
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