miércoles, 14 de junio de 2023

PEDRO ARANDA: "El mundo literario me ha tratado durante este tiempo igual que yo a él. Con una maravillosa y máxima indiferencia mutua. Por suerte, hay blogs como el tuyo que todavía apuestan sin ánimo de lucro por dar voz a escritores que ni siquiera en su propio edificio saben que han escrito algo, por más que vayan a las reuniones de vecinos con camisetas con la portada del libro."

 

Vuelve a visitar los "estudios centrales" de SuperLectorAlfa un escritor que tiene mucho que contarnos y que tiene un recorrido muy prometedor en el mundo de la literatura. Hoy, miércoles 14 de junio de 2023, regresa Pedro Aranda a presentarnos una nueva novela que hará pasar unos muy buenos ratos de lectura al lector. La novela se titula "Casi Chicago" (LibrosIndie, 2023). 
Pedro Aranda nació en Cartagena (Murcia) y hasta el momento tiene dos novelas publicadas: "El ruido que nos separa" (LibrosIndie, 2019) y "Casi Chicago" (LibrosIndie, 2023). Y esto es lo que nos cuenta acerca de "Casi Chicago":


PREGUNTA. Es la segunda vez que estás en SuperLectorAlfa. La vez anterior fue para hablar acerca de tu primera novela publicada por Libros Indie, “El ruido que nos separa”. Ahora nos presentas “Casi Chicago”. En primer lugar, ¿cómo estás? ¿Te ha tratado bien el mundo literario desde la publicación de “El ruido que nos separa” hasta la publicación de tu segunda novela?

RESPUESTA. Ay, el mundo literario… La verdad es que hubo un momento, sobre todo al principio de publicar mi primera novela, que quise asomarme a él, pero enseguida vi que no era para mí. A ver, no quiero sonar descortés ni desagradecido, ni nada por el estilo, pero cuando eres consciente (y eso se nota casi desde el primer día) de que para publicar en esas editoriales que todos conocemos, y/o aspirar a ganar un concurso, y/o salir en un medio de comunicación de tirada nacional tienes que ir de la mano de un agente literario, y/o pagar una cierta cantidad de dinero en promoción, o si no, no te leen o no te dan su espacio, y que para acceder a un agente literario tienes que tener no sé cuántos seguidores o encajar en un determinado perfil, pues definitivamente, es algo que no me interesa en absoluto.

Así que, contestándote, el mundo literario me ha tratado durante este tiempo igual que yo a él. Con una maravillosa y máxima indiferencia mutua. Por suerte, hay blogs como el tuyo que todavía apuestan sin ánimo de lucro por dar voz a escritores que ni siquiera en su propio edificio saben que han escrito algo, por más que vayan a las reuniones de vecinos con camisetas con la portada del libro.

Ah, que se me olvidaba responder a tu primera pregunta… Estoy bien y muy optimista. Gracias.

 

P: ¿Cómo surge “Casi Chicago” y por qué el cambio de registro de una novela a otra? Porque las dos novelas son radicalmente diferentes.

R: Surge en pleno confinamiento, y después de haber vivido la mayor parte de los dos años previos fuera de país. Y como no soy yo muy de hacer amigos, pero, por otro lado, tomo mucho café y no puedo quedarme en casa, todas esas noches saliendo solo por según qué zonas del centro de Europa resultaron en una serie de experiencias que, sinceramente, algunas de ellas hubiera preferido no haber vivido, o al menos, no de esa manera. Y cuando me puse a escribir la novela, al principio tenía un matiz mucho más serio del que quedó, pero conforme iba releyendo, me iba dando cuenta en lo disparatadas que eran la mayor parte de las historias que me habían ocurrido, así que le fui dando un toque más humorístico al asunto, siendo que el trasfondo de todo es la soledad que rodea al protagonista, que no es un asunto menor.

En cuanto al estilo diferente de esta novela respecto a la anterior, es que quería alejarme del género negro por un tiempo. Ya desde que tenía El ruido que nos separa casi acabado, sabía que quería hacer un spin-off de uno de los protagonistas, y que cuando lo escribiera, volvería a esa forma de narrar que tanto llamó la atención, y lo llevaría a un nivel incluso más radical, así que con Casi Chicago opté por darme una tregua y plantear una estructura, si quieres, más convencional, siendo que me costó muchísimo más que la forma en espiral de la primera.

 

P: Quienes todavía no han leído “Casi Chicago”, por los motivos que sean, ¿con qué se van a encontrar en la novela?

R: Hay gente para todo, ¿verdad? Sus razones tendrán, pero contestándote (a ti -que sé que la has leído- y a esos pocos que sin embargo no lo hayan hecho todavía), te diré que he tratado de darle la vuelta a la clásica historia de amor que vemos de vez en cuando en la calle, algo más a menudo en la televisión, y sobre todo en redes sociales. Digamos que le he quitado el romanticismo para darle más realismo, ya sabes, celos, inseguridades y todo eso que, al menos yo he vivido. El protagonista es un tipo gris, que pasa de puntillas en este mundo hasta que se nos enamora. Y a partir de ahí, trata de adaptarse lo mejor que sabe (que no es mucho) a ese nuevo escenario en el que se ha visto de repente formando parte. Pero tanto la manera en la que ha conocido a la chica como todo lo que ocurre conforme va surgiendo esa relación es, cuanto menos, poco convencional.

Hay quien ha dicho que es una historia psicodélica y surrealista. No sé muy bien si es algo positivo o no, pero posiblemente sea el resultado de la capa de barniz que le he metido a las historias para ocultar lo cotidianas que en realidad son.

 

P: ¿Cómo está siendo la aceptación de la nueva novela entre los lectores que ya la han leído?

R: Por lo que leo en las reseñas, para empezar, ha sorprendido que me haya alejado de ese estilo que comentábamos en una pregunta anterior, pero por otro, es tal la cantidad de despropósitos que rodean la vida del protagonista y que parecen ir desapareciendo (o aumentando, según se mire) conforme Molly y él se van conociendo, que creo que el lector se engancha a la trama para ver en qué queda todo, mientras no sabe si reírse o llorar con Randy.

 

P: Hablemos de Randy Sullivan. ¿Quién es Randy? ¿Con qué característica de este personaje te quedarías?

R: Randy Sullivan es un tipo que, siendo que la vida le ha dado buenas cartas (tiene un buen trabajo, cobra bien, etcétera) no sabe jugar con ellas. Es muy inseguro, todo lo que puede dar miedo a él le da miedo (los aviones, por ejemplo), no tiene muchos amigos, y su vida se reduce a ir a trabajar y ver series de televisión en casa. Y es esa soledad la que, de alguna manera, está llamando la atención del lector, no tanto porque se vea identificado en ella (o al menos no totalmente), si no por desesperarse al ver su falta de reacción, y por preguntarse, por qué no, si acaso esa falta de reacción de Randy no es propia también de todos nosotros. Hace poco, de hecho, una lectora me decía que cuando acabó el libro se quedó unos días pensando en cuánto de Randy había en ella, y que quitando toda la salsa que hay en las historias, podía tratarse de algo que nos podría ocurrir perfectamente a cualquiera de nosotros.

 

P: De todos los personajes que aparecen en “Casi Chicago”, ¿cuál te ha parecido más fácil de crear? ¿Y el más complicado? ¿Has llegado a odiar a algún personaje de los creados para “Casi Chicago”?

R: Más que un personaje, un capítulo me pareció complicadísimo encontrar la voz. Yo no sé cuántas veces llegué a escribirlo y reescribirlo, y luego reescribir lo ya reescrito. Se trata, casi al comienzo del libro, cuando Randy se nos enamora. Claro, yo quería darle un toque sucio a la novela, con personajes faltos de humanidad y sentimientos (algo que estoy acostumbrado a ver), pero tenía que demostrar que incluso esos tipos que no se ilusionan con nada, son capaces de ilusionarse por todo. Y no era capaz de encontrarle el tono al capítulo. A veces me pasaba de frenada y lo escribía demasiado romántico, y otras veces me iba al lado extremo, por lo que entonces no quedaba claro que se había enamorado hasta las trancas el pobrecito. Al final quedó algo intermedio que creo que transmite bien el mensaje, aunque posiblemente, si dentro de veinte o treinta años leo la novela (no he leído ni una sola página ni de mi primer libro ni de éste una vez publicado) posiblemente cambiaría ciertas cosas.

En relación al personaje más fácil de crear… te diría que el del matón que va a saldar una deuda pendiente pero no puede controlar irse de vientre, y tiene que estar parando la paliza constantemente. Creo que es la única vez en mi vida, junto con la escena del Señor Primavera en el jacuzzi en El ruido que nos separa, que me lo he pasado bien escribiendo.

En cuanto a personajes que me cayeran mal… el compañero de piso de Randy digamos que no sería mi amigo. Y el doctor Spooner tampoco.

 

P: ¿Cómo creas a tus personajes: haces fichas, pones pos-sit…?

R: Una tabla de Excel nunca viene mal…

 

P: Algunos autores comentan que sus personajes cobran vida y van por libre siendo casi imposible atarlos en corto. En tu caso, ¿han cobrado vida propia tus personajes y han ido por libre? Y si han ido por libre, ¿hasta que punto les has dejado en “libertad”?

R: Es un poco difícil para mí contestar a esta pregunta, porque las dos novelas las he escrito de una manera distinta, siendo que en ambas no tenía ni la más remota idea de cómo acabaría la historia, sí que había unos mínimos que tenía atados. Y lo gracioso del caso es que dentro de esos mínimos, en El ruido que nos separa estaba el de un personaje que desde el principio tenía claro que iba a morir, y sabía exactamente cómo y en qué momento, pero le cogí cariño y lo salvé.

En Casi Chicago esos mínimos que decía antes se reducían puramente a la historia de Randy y Molly. Ahí sabía perfectamente lo que quería contar en todos los capítulos, pero es que en realidad, el azúcar de la novela no lo ponen ellos, sino todos los personajes secundarios que salen. Y esos volaron por su cuenta. El que más, el paciente del centro psiquiátrico que intenta recordar y olvidar al mismo tiempo a un antiguo amor. Ese episodio, de hecho, es quizás el más controvertido del libro, junto con el de unos tipos que cenan con Randy y Molly en un restaurante a oscuras mientras cuentan que se comieron a sus tortugas. Y, sin embargo para mí, son de mis favoritos.

 

P: La novela “Casi Chicago”, ¿por qué se llama “Casi Chicago”? ¿Era el título que tenías en mente desde un principio o estuviste barajando algún otro nombre?

R: Chicago en el libro representa la meta, una ciudad preciosa de la que se habla a menudo pero que, por los motivos que sea, el protagonista no termina de ir. Y preciosa es también la chica de la que Randy se enamora.

Si me permites una anécdota, del mismo modo que el título de El ruido que nos separa, fue lo último que escribí de la primera novela (de hecho, en el manuscrito que mandé a la editorial se llamaba de otra manera), en este caso fue al contrario. Antes de empezar a escribir el libro ya tenía el título. Quizás porque fuera algo muy real. Quizás porque ella así lo era.


P: Has escrito ya dos novelas. De las dos que has publicado, ¿cuál te ha supuesto una mayor dificultad o complicación?

R: Casi Chicago, sin duda. Primero porque ha removido algo por ahí dentro, segundo porque mantener un hilo argumental coherente durante más de cuatrocientas páginas, y hacerlo de una manera que, como lector, no resultara un tostón, no es sencillo, y tercero porque cada vez me cuesta más encontrar la inspiración, la voluntad y el tiempo para escribir.

 

P: Cuando le enseñamos los números a los más pequeños siempre les enseñamos que hay que contar “1,2,3, …”, esto me lleva a la siguiente cuestión. ¿Estás trabajando ya en una tercera novela o de momento tienes la escritura aparcada para poder dedicarle todo el tiempo del mundo a la promoción de “Casi Chicago”?

R: Debería dedicarle más tiempo a la promoción de lo que estoy haciendo, pero eso me lleva otra vez a la primera pregunta, y a cuestionarme hasta qué punto todo el peso de la promoción debe recaer en el escritor, o debe ser compartido con la editorial.

Pero por no dejarte sin responder, resérvame un poco de tu tiempo en dos o tres años, ¿vale?

 

P: Para finalizar, tanto en los directos de Instagram como en las entrevistas escritas me gusta terminar con alguna recomendación literaria del invitado para los seguidores de SuperLectorAlfa. ¿Qué lectura o lecturas recomendarías para la gente que sigue el blog?

R: Es una pena haber llegado al final de la entrevista. Me lo he pasado muy bien charlando contigo. Es admirable lo que gente como tú hace, que para mí tiene un valor incalculable, como es el hecho de entregar tu tiempo libre a otra persona, y que, en lugar de irte a la playa con el tiempo que ha hecho este fin de semana, estés haciéndome esta entrevista. Dicho lo cual, te recomiendo la colección de relatos de Cheever.
 

Muchas gracias por las respuestas y te emplazo a volver al blog para presentarnos una tercera novela muy pronto. Como siempre, ha sido un placer y mucha suerte de cara al futuro.

Un abrazo para ti también, Kiko.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Una entrevista muy sugerente. Habrá que echar un vistazo a la novela e indagar sobre la editorial, pocas hay que se ocupen de la novela urbana. Saludo.

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