- ¿Cómo nace “Manual de una mantis religiosa”?
Manual de una mantis religiosa nace de la necesidad que yo tenía de contar, o de alguna manera visibilizar, el silencio al que han sido sometidas muchas mujeres en la historia de la literatura y el pensamiento para darles voz. Y esto lo hago a través de Carmela, uno de los personajes principales, una mujer que ha sufrido un trauma, que se desvelará a lo largo de la historia, con la que caminaremos en su dolor como víctima y en la de otras mujeres.
Por otra parte, quería escribir una novela negra con un punto de vista muy femenino donde los roles fueran diferentes, donde se subvierte el orden establecido en cierto modo, donde se contaran cosas que tal vez pocas veces se cuentan. Por ejemplo, qué siente una mujer cuando es observada de un modo lascivo por un hombre desconocido en una parada del metro o qué siente una mujer cuando ve esos anuncios que hablan de depilación y belleza y la invitan constantemente a denigrarse.
- ¿Era el título que tenías en mente desde un principio o le tuviste que cambiar el nombre en alguna ocasión?
Fue el título que le puse desde el principio, pero me costó elegirlo porque quería que fuese algo muy simbólico y a la vez que hablara un poco de lo que uno puede encontrar en el interior de la novela. No es un manual al uso, evidentemente, pero sí contiene pinceladas de pensamientos de mujeres que lucharon por una libertad, pero en un contexto de novela negra. En ese sentido sí podría decirse que es manual para saber un poco más acerca de la genealogía de las mujeres. Y con respecto al nombre del insecto, mantis religiosa, es evidente una vez que se lee el libro a qué hace referencia, pero también es un adjetivo que en el imaginario social siempre se ha utilizado de una manera peyorativa hacia las mujeres, por eso quería incluirlo en el título, un poco como una ironía.
- En “Manual de una mantis religiosa” nos invitas a los lectores a viajar a Madrid en donde se produce un brutal asesinato en plena época de mucho calor. ¿Por qué decides que la trama transcurra en Madrid?
Porque Madrid es una ciudad que conozco, viví allí casi tres años, y me parece un lugar enorme donde el anonimato puede ser más creíble que en una pequeña ciudad. Creo que en las ciudades grandes hay un submundo que no se ve, pero que está ahí y me parece interesante literariamente hablando, porque se visibilizan esos mundos que nunca son nombrados o lo son de manera negativa. Siempre se ven las grandes ciudades como cúmulo de comercio, de cines, de teatros, pero nunca como lugares donde mucha gente tiene que buscarse la vida y no siempre lo consigue.
Que conste que Madrid me gusta, es una ciudad bonita llena de oportunidades, pero también puede ser lo contrario. Es una ciudad llena de contrastes y en cierto modo de deshumanización, por eso los poemas de Lorca me parecían muy adecuados. Y por cierto, hace un calor tremendo en verano, eso también quería plásmalo en esta novela.
- Quien se decida a leer “Manual de una mantis religiosa” podrá conocer a Olivia y Oliveros, quienes se encargan del caso de asesinato. ¿Qué destacarías de ambos personajes?
Sí podrán conocerlos, pero no del todo, no se dejan, je je, son muy especiales. Esta es la primera novela de una saga, veremos cómo van evolucionando los personajes e irán dejándose conocer un poco más.
Olivia es una policía joven, con vocación, que proviene de una familia muy desestructurada y que por lo tanto va a imprimir en ella ciertas fobias, por ejemplo, el amor o el matrimonio, no cree en ellos y por eso sus decisiones irán en consecuencia con esto… o tal vez no, eso lo iremos viendo. Pero es una mujer fuerte, con las cosas claras, con un gran compromiso con su trabajo y por lo tanto se tomará muy en serio la investigación.
Oliveros es un cincuentón divorciado, con una tendencia enorme a la bebida y las mujeres, siempre a la última pregunta, pero que en el fondo es un incomprendido. Pero no es un tío muy simpático, a ratos puede caer mal. Tiene mucha experiencia en su trabajo, por lo tanto, tiene mucho instinto, pero no está pasando por su mejor momento. En las siguientes entregas veremos que coge fuerza este personaje.
Hay más personajes en la historia, que, aunque son secundarios tienen su importancia. Eso también lo irá viendo el lector.
- Hay quien dice que sus personajes se le rebelan y van por lugares insospechados haciendo, en muchos casos, cambiar toda la trama de la novela. En “Manual de una mantis religiosa, ¿te ha pasado algo parecido o, desde el principio, tenías claro por dónde iban a ir los personajes?
Sí, tenía claro qué quería contar, por eso no me han desviado de la trama, pero sí en cierto modo han evolucionado un poco a su manera, llevando algunos diálogos a su terreno. En ese sentido sí que son un poco unamunianos, pero de momento la voz cantante en la trama la he llevado yo.
- ¿Cualquier ciudad puede ser escenario para una novela negra o, según tu punto de vista, para que una ciudad sea escenario de novela negra debe reunir algunas características que la diferencie de otras ciudades?
Yo creo que una ciudad, un lugar, puede ser un personaje más de una novela, que es mucho más que un escenario, y puede incluso no existir más que en esa ficción. Creo que tiene que poseer cierta ánima en la historia y eso es difícil de conseguir. Como escenario de novela negra se dice, según los cánones, que tiene que ser un escenario urbano, pero yo creo que podría ser cualquier escenario, depende del escritor el darle ese tinte negro o policíaco o verosímil para la historia. Espero que Madrid en esta novela sea un escenario que atrape al lector en la historia o al menos que lo vislumbre en cierta manera.
- ¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto literario?
Sí, siempre estoy haciendo algo, es mi manera de vivir y de estar en el mundo, leer y maquinar historias. Ahora tengo un proyecto más difícil, un reto, una novela policíaca ambientada a primeros de siglo…veremos cómo sale.
- Como lectora, ¿qué ha sido de lo último que has leído?
Galdós, me estoy pegando una panzada de Galdós… La de Bringas, Fortunata y Jacinta, Misericordia, es un autor imprescindible para conocer nuestra historia literaria y social.
- ¿Cómo has afrontado el confinamiento por el que hemos tenido que pasar cuando estaba en vigor el estado de alarma por el coronavirus? Porque ha habido más de un autor que ha estado comentado que durante ese tiempo no podía ni escribir ni leer e incluso, yo mismo que soy muy lector, hubo un tiempo que hasta que me costó más de la cuenta ponerme a leer.
Sí, yo seguí leyendo y escribiendo, pero es verdad que la atención no era la misma, hemos sufrido todo el mundo un shock y no se vive igual, por lo tanto, no se lee igual ni se escribe igual. Esperemos que todo esto sea historia dentro de unos meses.
- Para finalizar la entrevista, la gente que la haya leído y que esté interesada en adquirir algún ejemplar de “Manual de una mantis religiosa”, ¿de qué modo lo pueden adquirir?
Pueden comprarlo en la página web de la editorial Milenio y en cualquier librería.
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