¿Qué es lo mejor que tiene la literatura y la lectura? Al menos, para mi, una de las mejores cosas que tiene la literatura junto con la lectura es la capacidad que se brinda al lector de descubrir a nuevos autores como es mi caso con J.R.Barat. No había leído nada de este autor hasta que no me animé a leer "La extraordinaria historia de Jaime I el Conquistador. La soledad del rey (1213-1251)". Comentar que la novela que hoy reseño en el blog es la primera parte de la bilogía protagonizada por Jaime I, conocido por ser el conquistador del Reino de Valencia y Mallorca entre otros.
Tengo que decir que antes de leer esta novela tenía una idea muy ligera de quien fue este rey y que, cuando he terminado la lectura del libro, he podido profundizar un poco más en la figura de Jaime I el Conquistador y os tengo que decir que no tiene nada que envidiar a "Juegos de Tronos".
"La extraordinaria historia de Jaime I el Conquistador. La soledad del
rey (1213-1251)" nos muestra la vida del monarca que conquistó el reino
de Valencia, Mallorca y varios lugares más pero nos lo muestra desde su
infancia hasta que se consolida en el poder, un camino para nada fácil.
¿Qué hay en la vida de cualquier persona que sea fácil? Creo que no hay
nada fácil. Siempre hay que ir con el esfuerzo como bandera porque, en
cierta manera, nadie te regala nada. Por tanto, Jaime I tuvo que pelear
hasta sus últimas fuerzas por cumplir todos sus objetivos.
En cierta medida, la vida de Jaime I el Conquistador fue una existencia bastante apasionante. Es por este motivo por el que os animo a dejaros atrapar por esta historia vibrante.
FICHA TÉCNICA:
Nº PÁGINAS: 460 Páginas.
AUTOR: J.R.Barat
EDITORIAL: Algaida Editores.
ENCUADERNACIÓN: Tapa Blanda.
TEMÁTICA: Novela Histórica.
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2023
ISBN: 9788491898221
NOTA: 8/10
SINOPSIS:
Algunos de sus
contemporáneos lo llamaron Jacobo el Afortunado, un título que retrata
la prodigalidad con que lo dispensó la providencia, pero la historia,
que termina recogiendo tanto las proezas como las miserias humanas, ha
preferido recordarlo con el nombre de Jaime el Conquistador.
Ambos apelativos delatan la personalidad de un hombre extraordinario. A
pesar de las múltiples adversidades que jalonaron su vida, en los
momentos decisivos Jaime fue siempre un personaje favorecido por la
fortuna. Poetas, juglares y trovadores celebraron sus conquistas
militares y sus lances amorosos, que fueron muchos y muy notables.
Los relatos que han
llegado hasta nosotros coinciden en los puntos esenciales: Jaime fue un
hombre amado por sus súbditos, envidiado por nobles y caballeros y
temido por sus enemigos; pero todos, sin excepción, lo respetaron. Fue
también un ser humano de enormes contrastes, como suelen serlo los
grandes personajes de la historia. Su carácter templario, forjado en la
austeridad, chocaba con la pasión que ponía en cada una de las empresas
que acometía. Por lo demás, su orgullo y su beligerancia no empañaron
nunca su alto sentido de la justicia, su extremada honestidad y su
proverbial benevolencia.
El viento de los años
transcurridos no ha podido borrar sus huellas. Las huellas de un hombre
en cuya trayectoria se entrecruzan la realidad y la leyenda.
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