He tardado un cierto tiempo en leer "Enigmas para un rey", la tercera novela de la trilogía protagonizada por Marco Duarte, porque en cierto modo era como si no quisiera abandonar a Marco Duarte, un personaje al que le he cogido simpatía desde que apareció por vez primera en "Tablero Mortal" (Premio Icue Negro 2021) y volvió en "Descenso al abismo". Tres novelas escritas por un gran autor y mejor persona como es Javier Marín.
Para mí, esta trilogía ha sido una de las mejores trilogías que he leído a lo largo de mi vida como lector voraz, y eso que es una trilogía autoeditada. Digo esto de autoeditada porque el otro día, en uno de los grupos de Facebook al que pertenezco, una persona preguntó si leíamos a autores autoeditados y contesté que yo si leía autoeditados porque de vez en cuando encuentro grandes maravillas literarias como es esta trilogía. Pero ahí no queda la cosa. Al cabo del rato me vuelvo a meter en el grupo por pura curiosidad y me encuentro que otra persona desprestigiaba a los autores autoeditados dando a entender que quienes publican con editorial tradicional están a otro nivel. Yo creo que en la literatura no hay niveles. Pienso que un lector de verdad lee libros de todo tipo, da igual si son autoeditados o editados con editorial tradicional. Un lector de verdad lee de todo sin hacer ascos a nadie.
Dicho esto, tenía la necesidad de escribirlo por aquí, entro un poco más en materia. En primer lugar, os aconsejo leer la trilogía en orden porque, al menos en el caso de "Enigmas para un rey", según como termine la novela anterior, empieza la siguiente. Si habéis leído "Descenso al abismo" sabréis que secuestran a una policía, pues bien, esta tercera novela empieza con esta policía en las manos del secuestrador. Posteriormente, y a medida que vamos leyendo, vemos que Marco Duarte lo pasa realmente mal en esta entrega. Es apartado del ejercicio de sus funciones y su lugar lo ocupa Míriam, quien deberá atrapar al asesino junto al resto del equipo si no quieren que la situación se agrave más y mueran más gente tras los actos criminales del asesino, el peor asesino en serie que ha existido nunca en el mundo literario. La investigación en "Enigmas para un rey" se va complicando a marchas forzadas hasta llevar al equipo al borde de la desesperación y del precipicio emocional.
En definitiva, en "Enigmas para un rey" vemos hasta dónde podemos poner la confianza en nuestros amigos y compañeros de trabajo, al mismo tiempo, también nos puede servir para tomar conciencia de cómo respondemos ante la adversidad. Si nos replegamos o si seguimos hacia adelante sin miedo a la tempestad.
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