Tengo que reconocer que siempre me gusta
leer novelas que transcurren en lugares que conozco y en lugares por
donde me muevo. Siempre me gusta indagar sobre el sitio en el que estoy,
empaparme de la historia que guarda el sitio y "El arpista" es una de
estas novelas que me permiten conocer la historia del lugar en el que me
muevo, especialmente en verano.
"El
arpista" de David Galindo y Cosechanegra Ediciones transcurre en La Manga del Mar
Menor durante los años 60 cuando no había ni la mitad de cosas que
podemos encontrar hoy en día en La Manga, localidad que triplica su
población durante los meses de calor.
A
nivel personal, tengo que decir que me ha costado un poco más de lo
habitual entrar en la dinámica de la novela pero que una vez que he
entrado, he notado como si fuera un truco de magia que los personajes me
han llevado en volandas por La Manga de los años 60 y me han permitido
formar parte del grupo de trabajadores del hotel que investigan la
desaparición de unos clientes un tanto especiales que llegan al sitio,
dejan sus cosas en las habitaciones y después desaparecen sin dejar
rastro.
Lo que más me ha
gustado ha sido la nota de originalidad que le pone David Galindo a la
trama al ser los propios trabajadores del hotel quienes se ponen a
investigar estas desapariciones en lugar de ser la policía, la Guardia
Civil, etc.
Aparte de la
trama y de la investigación, el autor también nos invita a reflexionar
sobre aspectos que normalmente no tenemos en cuenta.
FICHA TÉCNICA:
Nº PÁGINAS: 310 Páginas.
AUTOR: David Galindo.
EDITORIAL: Cosechanegra Ediciones.
ENCUADERNACIÓN: Tapa Blanda.
TEMÁTICA: Novela de Misterio.
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2023.
ISBN: 978-84-126865-5-5.
NOTA: 7.5/10
SINOPSIS:
El Arpista acompaña las investigaciones, por parte de un grupo de
trabajadores de un hotel de La Manga del Mar Menor a finales de la
década de los 60, de una serie de ausencias misteriosas de clientes y de
lo que idean para desentrañar los enigmas que se van sucediendo en el
lugar. En un orbe desnudo y por fundar, en un paraíso donde no rigen aún
las leyes que todo lo codifican y enturbian, confín de la tierra donde
todo es viejo y nuevo a un tiempo. Entre ellos destaca un antiguo niño
prodigio, un virtuoso del arpa, ya crecido, y con cuya voz se irá
refiriendo la historia.
Es una novela de desapariciones, de deserciones y de agonía de mundos que se saben heridos de muerte y ante los que sólo cabe la docilidad, un talante en el que todos están bien entrenados, o la ficción, vereda caprichosa que prefieren explorar y con la que se solazan en los tiempos muertos para escapar de la rutina y del miedo. Paralelamente es una crónica de conflictos internos, de magia, dioses antiguos y música, de payasos muertos y de conspiraciones internacionales que tal vez les alcancen con sus tentáculos. De inocencia y catástrofes. Escrita en ocasiones con prosa nebulosa, a veces honesta, urgente, melosa, pero siempre radiante e intensa que pretende arrullar y agarrarnos por las solapas sin la más mínima consideración en el juego cándido en el que se ve el lector involucrado.
Es una novela de desapariciones, de deserciones y de agonía de mundos que se saben heridos de muerte y ante los que sólo cabe la docilidad, un talante en el que todos están bien entrenados, o la ficción, vereda caprichosa que prefieren explorar y con la que se solazan en los tiempos muertos para escapar de la rutina y del miedo. Paralelamente es una crónica de conflictos internos, de magia, dioses antiguos y música, de payasos muertos y de conspiraciones internacionales que tal vez les alcancen con sus tentáculos. De inocencia y catástrofes. Escrita en ocasiones con prosa nebulosa, a veces honesta, urgente, melosa, pero siempre radiante e intensa que pretende arrullar y agarrarnos por las solapas sin la más mínima consideración en el juego cándido en el que se ve el lector involucrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario