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| Fotografía cortesía de Leticia M. Zárate |
Hola, Kiko. Antes de nada, me gustaría enviar un saludo a los lectores de tu blog.
Aras de venganza comienza a formarse a partir de un mapa que descubrí de manera casual. Era un mapa antiguo de La Rioja y en él destacaban varias ubicaciones con un nexo común. Esta relación hizo saltar la chispa de la trama.
- En la novela nos encontramos con Luis Acevedo. ¿Qué destacarías de él?
Cuando arranca Aras de venganza, nos encontramos con un tipo hundido. El pasado le ha hecho aferrarse a una botella de whisky para poder continuar viviendo, pese a ello, mantiene su integridad.
- El protagonista tiene un problema. Esto me lleva a preguntarte, desde tu punto de vista, ¿es fácil reponerse, para cualquier persona, a un problema similar como el que tiene Luis en la novela?
Los fantasmas con los que Luis tiene que luchar se presentan en pocas ocasiones, gracias a Dios.
Sin embargo, vivimos unos momentos que nos están poniendo a prueba, tanto física como mental. En función de cómo nos enfrentemos a lo que la vida nos depara podremos superarlo o no. No hay una receta mágica que sirva para todo el mundo. Pero sí creo que dentro de cada uno de nosotros existe esa sabiduría propia que es capaz de distinguir lo que nos conviene y lo que no. Para escuchar esa voz interna es necesario olvidar los modelos preestablecidos y adentrarnos en la espontaneidad de la singularidad.
- En la novela aparece un monasterio, el Monasterio de la Estrella de San Asensio. ¿Quién habitaba dicho monasterio? ¿Sigue abierto? ¿Recomiendas visitarlo?
Actualmente, hay un colegio regentado por los hermanos de La Salle. Hasta el inicio de la pandemia era posible visitarlo. Parte de la estructura que se conserva data del siglo XV. Recomiendo a todo el mundo que quiera descubrir un rincón mágico de nuestra tierra que se desplace hasta allí en cuanto sea posible. Así como al resto de escenarios que aparecen en la novela. La Rioja ofrece enoturismo, cultura, patrimonio, deporte, aventura, gastronomía y sobre todo el que nos visite se va a encontrar con el carácter afable de los riojanos.
- Los personajes de “Aras de venganza”, ¿fueron en todo momento por los lugares que querías o, por el contrario, se te rebelaron y fueron, de cierta forma, por libre?
Cuando empiezo una aventura no tengo definido el cien por cien de los personajes ni de la trama. La intuyo, eso sí. Pero voy dejando que crezcan conforme voy escribiendo. De hecho, en un principio, la comisaria Ana Sánchez no iba a ser el personaje principal, pero creo que va tomando fuerza a través de la novela para acabar llevando el peso de la historia. También hay otro personaje, que conforme iba escribiendo, me procuró un giro importante de la historia.
No pasaron más de dos semanas. Acabé Aras de venganza en diciembre de 2018, la presenté a un concurso en la que estuvo retenida unos meses. A su fallo firmé con una editorial que, lamentablemente, no pudo superar la pandemia.
Ricard Pérez se enteró de que yo estaba sin editorial, había leído Buzali y creo que eso me abrió las puertas de Célebre.
- El título de la novela, ¿lo pusiste al principio o una vez que ya tenías la novela acabada?
Se lo debo a Juan, mi marido. Se le ocurrió a él cuando la novela ya estaba en marcha. Los títulos siempre surgen, en mi caso, con el libro acabado o casi.
- Durante este año tan convulso que estamos viviendo y que estamos a punto de darle carpetazo, ¿qué ha sido lo que más has echado de menos? Porque ha sido un año en el que se han tenido que cancelar un montón de eventos culturales.
El contacto con los lectores. Recargan mis pilas como escritora. Además no concibo una novela sin un lector al otro lado. Me parece la sinergia perfecta. El escritor crea la novela, los personajes, la trama…, el lector es el encargado de mantenerla con vida.
- ¿Qué futuro le auguras al sector cultural en general, y al sector del libro en particular, una vez que hayamos conseguido eliminar la pandemia?
No sé lo que ocurrirá, sí lo que deseo, una vida muy larga. Durante el confinamiento, han sido muchas las personas que han encontrado en los libros una tabla de salvación. Ojalá se convierta en una constate de sus vidas. La cultura es fundamental para forjar una sociedad con identidad y carácter, así que espero que las instituciones gubernamentales apuesten por ella.
- ¿Tienes algún nuevo proyecto literario, ya sea a corto, medio o largo plazo, en mente?
Sí. Siempre hay un nuevo proyecto a la vista. De hecho, tengo una novela terminada. Estoy dándole los últimos retoque y ya tengo una nueva idea rondando por la cabeza.
Escribir se ha convertido en una parte fundamental de mí, no me imagino la vida sin una historia entre manos.
- Como lectora, ¿qué ha sido de lo último que has leído?
Estoy leyendo La clave está en Rebeca, de Ken Follet.
Tengo bastantes lecturas pendientes y me da rabia. No tengo tiempo para leer tanto como antes. Aunque consigo organizarme para encontrar un rato a diario en el que poder disfrutar de un libro.
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