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miércoles, 2 de mayo de 2018

ENTREVISTA A JAVIER TRESCUADRAS


Buenos días amantes de la literatura. ¿Cómo ha ido el puente de mayo? Hoy miércoles tenemos el placer de contar con la presencia de un escritor de la Región de Murcia. Hoy tenemos con nosotros al escritor de la novela "Libélulas en la noche" entre otras. Es decir, hoy nos acompaña Javier Trescuadras.
Javier nació en Murcia un 10 de enero de 1974. Estudió en la Universidad de Murcia y actualmente trabaja en dicha Universidad. En la actualidad reside en Murcia. Ha escrito, como se ha comentado anteriormente, "Libélulas en la noche", "Fenómenos extraños" y "Enciende primero, respira después". El autor estuvo en Cartagena presentando la novela de "Libélulas en la noche" y también estuvo en el VI ELACT (Encuentro Literario de Autores en Cartagena) llevado a cabo en las instalaciones del ISEN.

Después de esta introducción ha llegado el momento de que Javier vaya respondiendo a las cuestiones de SuperLectorAlfa. Comenzamos en 3,2,1,...

- De pequeño, ¿te gustaba leer o el leer era algo que te aburría?
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García Márquez

He leído desde que recuerdo. Libros de caballerías, cómics, relatos infantiles o juveniles… y así hasta que conocí la librería de mi madre, que se nutría principalmente de los gustos de mi abuelo: Capote, García Márquez, Espronceda, Bécquer, Chandler, Luca de Tena, Poe, Cortazar... Ahí comenzó la verdadera pasión que sigue hoy ardiendo en mi interior.

- ¿Quién te inculcó la pasión por la literatura?

Ver a mi madre leer de pequeño, imagino. Aunque no creo que una pasión se inculque, sino que nace de lo más hondo, de tu razón de ser. Tengo hijos que no leen mucho y yo no dejo de hacerlo, y por mucho que me entristezca no puedo hacer más que intentar que vean lo importante que es, aunque eso ya no es pasión si me cuesta que lo hagan. Esto es como el fútbol o la pintura, el teatro o el cine, te gusta o no te gusta.

- ¿En qué momento dijiste de empezar a escribir para que la gente te pudiera leer?

Surgió sin más. Estaba en el trabajo y comenzó en mi cabeza a formarse una idea, una escena donde un personaje hablaba con otro, como si hubieran cobrado vida propia. Llevaba tiempo buscando cómo cubrir un agujero interior con la pintura, la fotografía… pero no era suficiente, no para mí. Así comencé a asistir a talleres y cursos de escritura, y después me lancé a escribir mis primeros relatos.

- ¿Quién o quiénes son tus referentes literarios?

No puedo decidir quién o quiénes al igual que no puedo decantarme por mi película o libro preferido. Llevo leyendo desde los seis años y voy para cuarenta y cinco, ¿referentes? Todos.

- ¿Te acuerdas de cuál fue el primer libro que cayó en tus manos o uno de los primeros?

Una recopilación de Superman. Un amigo de mi padre había estado en Méjico en los setenta y había atesorado infinidad de cómics que en España eran inéditos según él, y que había encuadernado en tapa dura color rojo. Era un tomo que medía un palmo. Así fue como conocí a un perro llamado Kripto y a su dueño, con el que recuerdo momentos increíbles.

- Empezamos hablando de “Fenómenos extraños”, perdona que lo diga, pero, al leer este título me hace recordar al programa de Iker Jiménez “Cuarto Milenio”. ¿Te gusta el misterio o más bien el miedo?

Me gustan ambos y su primo mayor el terror. Si una historia está bien llevada, puede causarte una gran inquietud siendo de misterio o una apatía inmensa siendo de miedo, si no es buena. Todo está en cómo cuentas la historia y cómo el lector empatiza con el protagonista, su conflicto, el entorno…

- Espero que Antonio Parra Sanz me perdone, pero le voy a coger una pregunta que te hizo en la presentación de tu última novela en la Librería Santos Ochoa de Cartagena, ¿tienes miedo? Y si lo tienes, ¿de qué tienes miedo?

El miedo es algo inherente al ser humano, así que por supuesto que lo tengo. Es algo natural y que te hace sentir vivo. En resumen, le tengo miedo a los libros que no dan miedo, al monstruo que vive bajo la cama y es capaz de agarrarte por los pies, le tengo miedo a los fantasmas, a los asesinos en serie, a que desaparezca sin más la persona que quieres, a la muerte, claro que temo a la muerte, pero sobre todo le tengo miedo al camarero que me asegura que mi plato no lleva lactosa, y luego descubro aferrado a la taza del váter que me ha tomado el pelo.

- ¿En cuánto tiempo hiciste “Fenómenos extraños”?

Fenómenos extraños es mi primera obra en solitario y le tengo mucho cariño, pero nunca pensé en “hacerla” como tal, me explico, durante años estuve escribiendo relatos, presentándome a certámenes y consiguiendo, como llegué a conseguir, más de veinte publicaciones, un premio y muchos amigos. Pero al ritmo que presentaba un relato escribía otro, que guardaba por si las moscas. Cuando llegó la hora de publicar una recopilación propia, tenía suficientes inéditos y publicados como para hacer algo que gustase a la gente.

- ¿Qué se puede encontrar el lector en “Fenómenos extraños”?

Pues una versión digital porque la de papel no es ya posible, jajaja. Aparte del formato, una recopilación de corte ochentero de relatos de terror y una novela corta. De todo un poco: zombies, brujas, fantasmas, gore, psicológico, sórdido y humor. Sí, he dicho humor. Y si no me creéis, leed El orgullo de mamá, y ya si eso me contáis qué os parece.

- Ahora pasamos a “Enciende primero, respira después”, ¿cómo surge este libro?

Fue el primer relato que escribí y que ganó el premio Nosferatu. Es parte de un recuerdo desenterrado de mi infancia, en la escalera de mis tías cada vez que iba a visitarlas. Una escalera donde vivía la negrura y un frío inhóspito en el que yo veía moverse algo tras de mí. De ahí surgió la idea.

- ¿Cómo sobrevive al día a día Ramón Viniegra, el protagonista de “Enciende primero, respira después?

Con la convicción de alguien que quiere vivir por encima de cualquiera, pisando a cualquiera y humillando a cualquiera. Esa es la premisa fundamental de Enciende primero, y de Román.

- ¿Qué destacarías de Ramón Viniegra?

Que no es Ramón sino Román. Un detalle insignificante pero que me viene genial para destacar su carácter dictatorial, avasallador y soberbio. Eso y las consecuencias que tiene ser así es la esencia de su historia.

- Ahora pasamos al libro que presentaste en Cartagena, “Libélulas en la noche”. Comentaste en la presentación que, en un principio, “Libélulas en la noche” se iba a llamar de otra forma, ¿cómo se iba a llamar en un principio y cómo te surgió el título que lleva la novela?

Soy de esos escritores que pone un título provisional mientras no llega el que completa y define a la perfección la esencia de la historia que escribes. Con Libélulas me pasó, durante mucho tiempo la llamé El saco¸ porque solo veía al hombre con un saco en la cabeza persiguiéndome por la calle. Cuando llegué a la escena que es piedra angular de la historia, supe que sería el título que ahora todo el mundo conoce.

- ¿A qué se debe enfrentar Germán Corso?

A muchas cosas: a sus compañeros que le critican y le tienen por un paria, a sus propios miedos, al caso más importante de su carrera… Pero sobre todo se enfrenta a sí mismo.

- ¿Qué destacarías de cada uno de los personajes que aparecen en “Libélulas en la noche”?

Pues mira, al ser una novela coral va a ser un poco largo y no quiero destripar nada al lector, pero sí te diré que lo que destaco de ellos es la congruencia, aquello que les hace ser verosímiles en una situación que se sale de la realidad. He intentado con todas mis fuerzas que lo sean y llamar continuamente a la puerta de la verosimilitud, que es lo más importante cuando escribes ficción.

- Según tu opinión, ¿por qué se “amenazaban” a los niños con que iba a venir “el hombre del saco” si no hacían lo que tenían que hacer?

Por desesperación (risas). Ahora que soy padre, te puedo asegurar que, en ocasiones, no te queda más remedio que amenazar como tú dices, con algo así para que hagan caso. Y por otro lado por el miedo “real” que tenemos a lo que ocurre en este país con las desapariciones de niños y mayores, algo que es muy grave y está ocurriendo cada día, por desgracia.

- ¿Mirabas debajo de la cama por si estaba “el hombre del saco” escondido debajo de la cama?

No, porque me compré un canapé. Pero ten por seguro que, en las caminatas que me pego cuando estoy escribiendo una novela, lo he visto un millón de veces por la calle, en las sombras… al acecho.

- ¿Fue fácil publicar esta novela o fue un camino con muchas dificultades? 

En España la literatura no tiene un camino fácil en ningún caso. Y una novela de casi seiscientas páginas menos. Y si encima es de terror, ya ni te digo. Ha sido difícil y muy trabajoso, el otro día intenté hacer cálculo del tiempo que he dedicado a Libélulas y me dio por llorar. Pero a la gente le está gustando mucho, ha salido en Culturamas, las reseñas no pueden ser mejores… ha merecido la pena, desde luego.

- Si te dieran a elegir un libro en formato de papel y uno en formato digital, ¿con cuál te quedarías? ¿Por qué?

Papel, sin duda. La magia que tiene un libro no lo tiene un cacharro digital. Cómo huele, la encuadernación, el tipo de papel, la portada… son tantos sentidos que despierta, que uno digital no me ofrece nada más allá de la última opción en caso de que no existiera el papel, por no hablar de la dependencia eléctrica.

- En un mundo sin literatura, ¿qué harías?

Crearla.

- ¿Qué es la literatura para ti?

Lo que nos diferencia de la barbarie.

- ¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren empezar a dar sus primeros pasos en el mundo literario pero que, por diversos motivos, no terminan de decidirse?

Que lean, lean y no dejen de leer. Y luego que sigan leyendo.
Parafraseando a uno de mis favoritos: Si no te sale de las tripas, no lo hagas. Si tienes motivos o razones que te hacen no hacerlo, no lo hagas. Hazlo cuando una historia te arañe el estómago y no te deje dormir o comer. Entonces, hazlo sin pensar lo que ocurrirá, si le gustará a alguien o si será comercial. Hazlo y no te arrepientas. Luego escucha, corrige, cambia, haz caso a quien te lleva ventaja y, entonces, que el mundo lo vea. Pero, sobre todo, lee. 

- ¿Qué ha sido lo mejor que te ha pasado desde que estás en el mundo literario? ¿Y lo menos bueno?

Muchas cosas. Ahora tengo un hermano que antes no tenía (Carlos J. Lluch), tengo unos amigos fabulosos con los que comparto momentos geniales (Marta Junquera, Alberto M. Caliani, Istel…), o Carmen Moreno, que me edita y me soporta a partes desiguales J. También he descubierto que puedo crear historias que gustan a la gente, exorcizar algún que otro demonio, viajar y conocer gente fantástica que comparte tus gustos y aficiones… Es mucho para quedarme con una sola cosa. En cuanto a lo menos bueno, pues mira, acudir a una presentación y que no haya libros por error del distribuidor, de la librería, del que sea. Eso es algo que no suele ocurrirte, pero cuando pasa, te hace sentir el miedo más pavoroso.

- Para terminar la entrevista, la gente que la haya leído y que quiera tener en sus manos algún ejemplar de tus libros, ¿de qué modo lo pueden adquirir?

Pues en Casa del Libro, El Corte Inglés, librerías especializadas y, por supuesto, en la web de la editorial Cazador de Ratas.

Muchas gracias y desde SuperLectorAlfa te deseo lo mejor de cara al futuro. Ha sido un placer.
A ti, majete.

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