miércoles, 13 de noviembre de 2019

HABLAMOS CON: FRANCISCO JAVIER ILLÁN VIVAS


En la mañana de hoy, día 13 de noviembre, visita SuperLectorAlfa el autor de "Versos envenenados" y "1314, la venganza del templario", Francisco Javier Illán Vivas
Francisco nació en la localidad de Molina de Segura (Murcia).  Aparte de escritor también es crítico literario.
De sus manos han nacido la trilogía "La cólera de Nébulos" ("La maldición", "La oscuridad infernal" y "El Rey de las Esfinges"), los relatos "La isla y otros relatos" (Editorial Irreverentes), los poemarios "Con paso lento", "Dulce amargor", "Crepusculario", "Témporas", "A mi manera", "Equipaje ligero" y "El mendigo de la Place Vendome". También ha aparecido en las antologías "Londres", "Paris" y "Los mejores terrores en relatos". 
Los textos del escritor invitado hoy se han publicado, aparte de España, en México, Estados Unidos, Argentina y Perú. 
En el día de hoy hablaremos de "Versos envenenados" y "1324, la venganza del templario", las dos novelas publicadas con M.A.R. Editor

Sin más preámbulos, comenzamos la entrevista a Francisco Javier Illán Vivas. Comenzamos en 3,2,1...


―Un escritor, ¿nace o se va haciendo a medida que va pasando el tiempo?

Convencido de que el escritor se va haciendo a lo largo del tiempo y, salvo raras excepciones, cuando más escribe, mejora su calidad literaria.


― ¿En qué momento dijiste de empezar a escribir para que la gente te pudiera leer?

Yo me recuerdo escribiendo siempre, con el lápiz a cuestas. Desde mi más temprana edad. No sí si llegué a pensar alguna vez que alguien podría leerme, es decir, publicar lo que escribía. Fue una excepción, una casualidad de las que se dan pocas veces, las que me llevó ante una persona, cartagenera ella, que dirigió mis pasos (o mis letras) ante la editorial Nausicäa E.E. y a partir de ese momento fue cuando empecé a pensar en publicar y, de hecho, publiqué mi primera obra, Con paso lento.


― ¿Has sentido desde siempre esa simpatía que se le tiene a las letras y a la literatura en general?

Tengo mis dudas respecto a esto. Puede que, en efecto, haya simpatía hacia las letras y la literatura en general, pero si ves la realidad, es que cada día hay menos librerías, nos despertamos cada mañana con el anuncio de que ha cerrado esta o aquella librería. 


― ¿Hay algún libro que te haya marcado a lo largo de tu trayectoria?

Siempre cito el primer libro de mi biblioteca personal, El valle de los mamuts, de Michael Peyramaure, en su versión original en francés. Pero mis dos primeras lecturas fueron El Quijote y La Biblia, los dos libros que había en casa de mis padres.

Tolkien.

― ¿Quién o quiénes son tus referentes literarios?

Depende del género literario. En poesía mi referente es Luis Alberto de Cuenca; en la fantasía heroica, mis primeras lecturas fueron las obras de Robert E. Howard; en fantasía, el genio Tolkien; en el terror, H.P. Lovecraft; en los relatos, Edgar A. Poe… lógicamente, mis primeras lecturas.
»Conforme he ido avanzando en el tiempo y en las lecturas, mis preferencias y lecturas se han ido decantando con autores más cercanos y ahora creo que hay pocos de la Región de Murcia, por ejemplo, que no haya leído. 


―Hablemos en primer lugar de tu novela Versos envenenados. ¿Cómo surgió la idea de esta novela?

Fue algo inesperado, ya que en aquellos momentos no tenía pensado volver a escribir y, menos aún, en publicar. Estaba más bien dedicándome a otra de mis aficiones, la música, en busca de encontrar las sensaciones que hacía muchos años había dejado aparcado. Pero un encuentro inesperado, cuando regresaba de una agradable tarde de playa, me llevó a pensar en qué hubiese ocurrido si aquella tarde-noche de junio hubiese ocurrido un altercado. Y, cuando llegué a casa, me puse a escribir, algo que no había hecho en los dos o tres años anteriores. Se trató de un encuentro no buscado con un grupo que estaban practicando cruising en la pasarela de madera del Parque Regional de Las Salinas de San Pedro.


―Esta novela combina dos géneros literarios que en principio son muy diferentes: la novela o narrativa en sí, y por otro lado la poesía. ¿Piensas que los dos géneros son, digamos, «buenos amigos» y se combinan fácilmente o, por el contrario, resulta un poco difícil combinarlos? Este aspecto de combinar narrativa con poesía me llamó gratamente la atención cuando leí Versos envenenados, de la que próximamente hablaré en el blog.

Pues ha sido un éxito combinarlos. Mira, cuando me llamaron del jurado del premio Wilkie Collins, una de las cosas que les sorprendió fue que había conseguido convertir a la poesía en «la banda sonora de los asesinatos», y que si, en algunas partes de la trama, se quitaba el poema o la letra de la canción, la obra perdía su potencia creativa. Con el paso del tiempo estoy más convencido de que hay letras, poemas, que pueden formar parte de la trama de una novela negra y su expresividad, su música interna, permiten dar explicaciones que al autor o autora le costarían muchas palabras. 


―La poesía, ¿es capaz de sembrar el odio como sucede en la novela con dos mujeres?

¿Es esa la impresión que da al leer la novela? Pues al contrario, yo he querido reflejar que es la poesía lo que une en el lado del bien a ambas mujeres; y son los hombres las que las separan, en el lado del mal. Si me permites esta simplicidad de la eterna lucha del bien y del mal. Es por la poesía por la que se conocen inicialmente, es por la poesía por la que mantienen la amistad, y es la rivalidad por los mismos hombres la que las separan.


―En la novela nos topamos con el inspector de policía Isco Vivas. ¿Qué destacarías de este personaje?

El policía Vivas es el complemento ideal para unir la vida paralela de Marta y Carmen. Es un hombre de gustos refinados, pero no tanto como él piensa que los tiene. Es un policía inteligente, pero no tanto como él mismo se lo cree y, de hecho, comete un enorme error al final de la investigación, que le llevará a una situación muy delicada que espero los lectores sepan perdonar que no lo cite. Y, entre medio de todo eso, se ve empujado a una misión especial en el Ministerio del Interior, tras el atentado del 11-M en Madrid, que le separará de la realidad que le rodea y, eso tendrá sus consecuencias.


― ¿Hay algo de Francisco Javier Illán en Isco Vivas o tenéis características distintas?

A Isco Vivas le gustan muchas de las cosas que a mí me gustan, lo reconozco. Pero no es un trasunto mío.


―Pero no solo escribes novela negra como el caso de Versos envenenados. También escribes novela histórica como es el caso de 1314, la venganza del templario con la que has logrado el Accésit del Premio Alexandre Dumas de Novela Histórica. ¿Cómo surge la idea de escribir esta novela histórica?

Te aseguro que nunca tuve como objetivo escribir una novela sobre templarios, ni tan siquiera una novela histórica. Pero mi relación con Antonio Galera Gracia, una de las personas que más saben del Temple en el mundo, y la lectura de todas sus obras a lo largo de estos años, que puede me predispusieran especialmente a ello.
»Y un viaje a Aviñon, con la visita de las dependencias que tuvo el Papa Clemente V, la explicación que nos dio el guía sobre su vida, sus últimos años y su muerte, la que me llevó a empezar a escribir sobre ese episodio en concreto. La ayuda de mi hija Azahara, que es cirujana; y la de mi mujer, Toñy, enfermera, estudiamos entre los tres –sobre todo ellas- los síntomas y qué fue realmente lo que llevó al Papa a la muerte. Relacionado con ella, la muerte en un día de caza del rey francés Felipe el Bello, y ya, creo, era inevitable enlazarlo con las muertes de Guillermo de Nogaret y Guillermo de Plaisians.


―En esta novela nos encontramos con el último Gran Maestre Jacobo de Molay. ¿Quién fue Jacobo de Molay? ¿Cuánto tiempo estuvo frente al Temple?

Jacques Bernard de Molay fue un francés, que ascendió a Gran Maestre de la Orden del Temple tras la muerte de Thibaud Gaudin, convirtiéndose en el vigesimotercer y último Gran Maestre de la Orden. Fue quemado en la Isla de los Judíos, París, el 18 de marzo de 1314. Estuvo al frente del Temple desde 1293 hasta 1314, aunque otros historiadores lo colocan un año antes, es decir, desde 1292, ya que su predecesor falleció el 16 de abril de ese año.
»Yo he querido destacar en la novela lo que este hombre, nacido en 1240 ó 1244, con unos setenta años de edad, que era ya entonces y para aquel tiempo, un ancianísimo hombre, tuvo que soportar los más inhumanos tormentos a manos de la Inquisición, dirigida en Francia por Guillermo Imbers, el auténtico inventor de las torturas, que su perversa mente diseñó para utilizarlas contra miembros de la propia Iglesia.
»En ese aspecto he pretendido que fuese un homenaje a sus siete años de cautiverio y torturas diarias.


―Para escribir esta novela de templarios, ¿cómo fue el proceso de documentación? ¿Te fue fácil encontrar información que te sirviera para escribir 1314, la venganza del templario?

Bueno, más que una novela de templarios, es una novela histórica. Centrada en los meses finales de 1313 y en 1314. Nadie va a encontrar aquí descubrimientos inesperados, sino rigor histórico. Si hay algún aspecto más o menos fantástico para el lector, es porque no sea creyente (cristiano, me refiero). Pues los aspectos que se salgan de la normal tienen su fundamento en el Apocalipsis de San Juan, y así lo hago constar al final de la novela, con las citas históricas y bibliográficas, de los versículos de La Biblia correspondientes, si es el caso.
»La documentación fue sencilla, como te he dicho, tras haber leído casi toda la obra de Antonio Galera Gracia, tenerla en mi biblioteca personal, era fácil consultarla. Y, ante las dudas que se me pudieron plantear a lo largo del proceso creativo, siempre lo tuve ahí para llamarlo, escribirle, visitarle y que me las aclarase.
De todas formas, y a pesar de esas ventajas, dos años, más o menos, llevó completar una novela que tiene sus raíces muy clavadas en fundamentos históricos.
¿Qué responde esta novela? Pues cómo ocurrieron las muertes, y debido a qué causas, del Papa Clemente V, del rey Felipe IV el Bello, de Guillermo de Nogaret y de Guillermo de Plaisians. También hay una pista clara de por qué los Templarios vivían tantos años y qué hombre y qué mujer fueron los escasos apoyos que encontraron los freiles que consigueron escapar de las garras del rey francés.


―Una vez que has escrito novela negra y novela histórica, ¿qué te resulta más fácil escribir: novela negra o novela histórica? ¿Por qué?

La novela histórica debes ajustarte a unos parámetros que están ahí, que no puedes cambiar. Si yo fuese catalán, sería más fácil, allí la historia se cambia a gusto de quien gobierna. Pero soy murciano, y me gusta respetar la historia tal y como fue. Por lo tanto, es más encorsetada para el creador literario, para el escritor.
»La novela negra, la novela en general, da más libertad al autor para escribir como quiera, llevar la trama para un lado o para otro, cambiar todo lo que quiera cambiar, y matar a los personajes que quiera de la forma que quiera.


―De todo lo que has escrito, aparte de las dos novelas de las que hemos hablado, también has participado en varias antologías de todo tipo. ¿Con qué te has sentido más cómodo: escribiendo en solitario o participando en las antologías?

He publicado de todos los géneros, creo. Relato, cuento infantil, poesía, narrativa en general, ensayo… en el único lugar en el que no me encuentro a gusto es en el teatro, lo he intentado, pero confieso que no alcanzo los parámetros de calidad que me exijo a mí mismo, por eso admiro a los autores y autoras que son capaces de escribir teatro, que conozco a muchos.
»La participación en libros colectivos y antologías es otra cosa diferente. Primero, porque los libros colectivos significan un reto para muchos autores, al obligarnos a escribir en periodos en los que la creatividad está un poco baja.
»Y las antologías ya son otra cosa. Cuando un antólogo, de categoría reconocida, decide hacer una recopilación de las obras de diferentes autores bajo unos parámetros prefijados. Aquí se participa poco, es el antólogo el que decide qué escoge de tu obra publicada.


― ¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto literario?

Lo estoy, muy despacio, en una nueva novela. Probablemente la que será mi última novela publicada. Me estoy dando unos dos o tres años para terminarla.


―Desde tu punto de vista, ¿cómo está el panorama literario (lectores/as, editoriales, librerías, etc.) en la Región de Murcia? 

En Murcia hay una riqueza y un nivel enorme de creadores literarios. No te voy a decir nombres, pues necesitaría varias páginas, toda la entrevista, sólo para hablarte de los novelistas, por ejemplo. Como te decía anteriormente, puedo presumir de haber leído a muchos, a todos creo que es imposible, pero sí a muchos de los autores y autoras murcianos, y hay de una calidad envidiable.
»Cosas negativas: las revistas literarias, las bibliotecas públicas, muchas veces las librerías, sólo apuestan por firmas seguras, y podemos ver que se repiten, reiteran los mismos nombres, cuando otros muchos están ahí, esperando que se les permita asomar la cabeza para dar a conocer, con mayor difusión, su obra.
»El lector de a pie, debería probar nuevas firmas, no centrarse en los nombres consagrados. Buscar más allá, de autores y autoras con los que posiblemente se cruzan por la calle.
»Los clubs de lectura, promocionar y leer más a los autores de la tierra. Son, somos, patrimonio cultural de Murcia, escribimos desde Murcia y, en muchísimas ocasiones, sobre Murcia. En las llamadas Maletas viajeras debería garantizarse que siempre estén presentes las novedades de autores regionales.
»La administración debería apoyar esta veta de la creación cultural murciana, no con subvenciones, sino que promoción en las Casas Regionales de Murcia por todo el mundo, en ferias, en el Instituto Cervantes por el mundo, en una asignatura del Patrimonio Cultural murciano, que se impartiera en los niveles correspondientes.
»Se debe potenciar la Oficina del Escritor, una herramienta casi totalmente desconocida por los autores regionales, y que aparece en la wed de la Comunidad Autónoma.
»La potenciación del autor regional mediante las figuras de embajador de la lectura, embajador de las letras. Promocionarles a los niveles nacionales e internacionales (Instituto Cervantes a nivel mundial, las casas regionales, etc.).
»En la línea estratégica de hacer visible a los autores (a los artistas en general, pero aquí hablamos de escritura), la potenciación de los espacios entre municipios y el intercambio de autores locales sería un punto importante.
»En los eventos que se convoquen y que tengan presupuestos o ayudas, o no, según, tipo Escritores en su tinta (Molina de Segura), Semana Negra de Cartagena, Río de Letras (Blanca), Noches literarias (San Pedro del Pinatar), etc. etc. siempre debería haber presencia de autores regionales.
»No obstante el puno anterior, quiero llamar la atención sobre eventos tipo: Poetas a la cárcel, (dentro del festival de poesía Deslinde en Cartagena, promovido por la concejalía de cultura de la localidad), Poesía en las aulas, también en Cartagena, para motivar la reflexión de los alumnos en la clase de Valores Éticos; o libros en los hospitales, que deben servir para afianzar el objetivo de promocionar autores regionales. 


―Una de colegios. ¿Piensas que los colegios fomentan correctamente la lectura o deberían cambiar la forma?

Aquí te diría algo semejante a lo que te he comentado con los Clubs de lectura. Los institutos, colegios, etc. tienen sus actividades de encuentros con escritores y, casi siempre, son con destacadas figuras a nivel nacional y, si es a nivel regional, los dos o tres de siempre. Y no los saques de ahí. Y el posible lector no llega a conocer la riqueza creativa que le rodea. Los ciclos de esta índole deberían incluir cada año a autores y autoras diferentes.


― ¿Qué consejo le darías a aquellas personas que quieren empezar a escribir sus primeras historias pero que, por diversos motivos, no terminan de dar el paso?

Que escriban. Como han dicho muchos grandes creadores, que la inspiración les pille trabajando, escribiendo en este caso. A todos los primeros escritos nos han salido fatal, seguro, pero fueron por los que empezamos, y sobre ellos, escribir, escribir, escribir. Y, casi tan importante: leer, leer de todos los géneros, leer. Leer. No comprendo a esas personas que se definen como escritores y te confiesan que no han leído a nadie, que ellos no leen. Es como si un albañil dijese que no necesita cemento, o yeso, o agua. 


―Para finalizar la entrevista, la gente que la haya leído y que quiera adquirir algún ejemplar de tus novelas, tanto de las dos de las que se han hablado aquí como las que no han salido a escena, ¿de qué modo lo pueden hacer?

Si sigo con la editorial M.A.R. Editor es porque mis obras llegan a todas las librerías de España en la primera o segunda semana de su puesta en distribución, gracias a la distribuidora UDL, que hace llegar ejemplares hasta a Amazon y, eso garantiza su venta en el mundo entero.
»Pero si alguien está interesado, que acuda a la librería de la esquina, que es la que debemos apoyar, y allí lo pide, lo encarga, seguro que la distribuidora se lo pone a su disposición en cuarenta y ocho horas.

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